INTRODUCCION
Lo bello de ser persona se encuentra, entre otras cosas, en esa posibilidad y en ese deber de pelear…
Paulo Freire
Una de las figuras más importantes del siglo pasado y que en el actual (siglo XXI) resulta ser un enigma viviente, es sin duda, Fidel Alejandro Castro Ruz. Fidel Castro es y será recordado en la historia de la humanidad como un hombre que con la revolución cubana derrocó al gobierno dictatorial de Fulgencio Batista y que a partir de ahí, declara un gobierno comunista y, en su momento, aliado del gobierno ruso, y entonces, consecuencia lógica, enemigo de los Estados Unidos que desde entonces, se entrometían en los asuntos internos de Cuba y de casi todo el continente americano (como actualmente lo continúa haciendo en países de medio oriente).
Castro fue el símbolo, junto al Che, de los movimientos revolucionarios –armados o no- de la segunda mitad del siglo pasado; es la figura que más ha criticado al gobierno estadounidense y pese a bloqueos económicos, guerras directas y guerras de baja intensidad, ha logrado consolidar en una isla, el desarrollo educativo, en salud, deportivo y en otros aspectos que incluso los propios norteamericanos no han logrado.
Fidel Castro es el amigo del Che Guevara, es el maestro del ajedrez político en el mundo, es quien vocifera peroratas de más de cinco horas continuas, es quien optimiza recursos en su nación, quien ordena privar de la vida a quienes desean abandonar a su país o “traicionarlo”, es quien se defiende con acciones y no únicamente con discursos, es un ejemplo de congruencia, de temple y de valentía ante la muerte.
Por lo anterior, en CONCIENCIA COMUNITARIA consideramos que conocer la vida y pensamiento de Fidel Castro, es un argumento más para concretizar la conciencia en las sociedades marginadas que arrojan los mundos globales y neoliberales. Acercarse al “comandante”, es vislumbrar que son posibles los cambios sociales y que la mejor forma de concretizarlos, es el ejemplo; es la constante lucha por ver un mundo más justo, porque los hijos de los campesinos y de los obreros puedan acceder a una universidad y después, aplicar lo que han aprendido en el pueblo que dio origen a su educación. Fidel Castro es uno de los hombres que aún no mueren y día con día rehacen la historia de la humanidad, y que sin duda, con su muerte, dejarán registro de que todavía es posible encontrar intelectuales valientes entre los habitantes del mundo, aún cuando ello le pese demasiado a los países que se autonombran desarrollados.
La presente edición se propone entonces, a partir de la figura de Fidel Castro, considerando su vida, pensamiento y legado.
En los subsecuentes párrafos no se pretende enaltecer la figura de Castro, ni descalificarlo con argumentos pantanosos como muchas veces se ha hecho. Buscamos ser objetivos y con base a razones lógicas y en su caso científicas, encontrar lo que Fidel Castro és y representa en la historia contemporánea del mundo.
Coordinación General de CONCIENCIA COMUNITARIA
¿Quién es Fidel?, me dicen,
y yo no lo conozco.
Una noche en el malecón una muchacha que estaba
conmigo
dio de gritos palmoteando: “ahí va Fidel,
ahí va Fidel, y yo vi pasar tres carros.
Otra vez, en un partido de pelota,
la gente le gritaba:
“no seas maleta Fidel”
como quien le habla a un hermano.
“Vino Fidel y dijo…”, dice el guajiro.
El obrero dice; Vino Fidel.
Yo he sacado en conclusión de todo esto
que Fidel es un duende cubano.
Tiene el don de la ubicuidad,
está en la escuela y en el campo,
en la junta de ministros y en bohío serrano
entre las cañas y los plátanos.
En realidad, Fidel es el nombre
del viento que levanta a cada cubano.
Jaime Sabines
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HISTORIAL DIGNO DE UN HOMBRE
Yo no nací siendo revolucionario, pero si, rebelde…
Fidel Castro
Por: Adrián Olvera
Intentar escribir una biografía de Fidel Castro resultaría un fracaso en términos de que a lo largo de sus 81 años, Castro ha vivido inmensidad de situaciones que seguramente sus biógrafos deberán registrar en miles de cuartillas que conformarán tomos y tomos de la vida de dicha figura. Por ello, recociendo los alcances del espacio donde hoy se propone reflexionar en relación a Fidel Castro y, considerando incluso que Montanè escribió que para el propio Castro “escribir la biografía de un político era un ‘concepto discutible y miope para comprender la historia, además de que, por ideología, rechazaba cualquier indicio de culto a la personalidad’ ”[1], en una breve reseña cronológica, se presentarán los rasgos que más caracterizan la vida de Castro Ruz.
Fidel Castro Ruz nació en Biran, Mayarí, el día 13 de agosto de 1926, es hijo de Ángel, un inmigrante español dedicado a la producción azucarera, y de Lina, quien era de ascendencia canaria.
“Yo nací en una finca. Hacia el centro norte de la antigua provincia de Oriente, no lejos de la bahía de Nipe, y cerca del central azucarero de Marcané. El lugar se llamaba Birán. No era un pueblo, ni siquiera una pequeña aldea; apenas unas casas aisladas”[2].
Se educó en Santiago de Cuba y en La Habana. En 1950 obtuvo los títulos de Doctor en Derecho Civil y Licenciado en Derecho Diplomático en la Universidad de esta última ciudad. Fidel Castro reconoce que durante su etapa como estudiante, no fue de los mejores, pero que cuando se preparaba, entonces estudiaba hasta 16 horas sin parar, y que al paso del tiempo se hizo amante de los libros, y la base del desarrollo de su pueblo, lo sustenta precisamente en la educación.
En 1948 se casó con Mirta Díaz Balart y en 1954 se divorció. Con ella tuvo un hijo, Fidel Castro Díaz Balart, nacido en 1949. Castro es un hombre que ha tenido varios romances pasajeros a lo largo de su vida.
El 26 de julio de 1953 con un grupo de aproximadamente 120 hombre intenta tomar por asalto el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba. El ataque se convierte en una derrota para las fuerzas revolucionarias. Muchos combatientes son asesinados y el resto son apresados.
Durante el juicio que se le sigue por esta causa, pronuncia su famosa defensa conocida como La historia me absolverá. Es sentenciado a 15 años en prisión en Isla de Pinos, pero sale en libertad 22 meses después gracias a una amnistía. Viaja al exilio en México donde conoce a Ernesto Guevara de la Serna (conocido después como el Che).
El 2 de diciembre de 1956 regresa a Cuba al mando de 81 expedicionarios en el yate Granma. Pocos días después, los rebeldes son sorprendidos en Alegría de Pío y prácticamente aniquilados. El 18 de diciembre de 1956 los sobrevivientes logran reunirse nuevamente en la Sierra Maestra para comenzar la lucha. La guerra dura apenas 2 años y Fidel entra triunfante en La Habana el 8 de enero de 1959.
El 23 de enero viaja a Venezuela. El 16 de febrero asume el cargo de Primer Ministro.
En abril de 1961 ante la inminencia de la invasión mercenaria patrocinada por la CIA, declara el carácter socialista de la revolución durante una concentración popular en La Habana. Posteriormente dirige personalmente las tropas que derrotan, en menos de 72 horas, la invasión en Playa Girón.
El 13 de marzo de 1968 plantea la "ofensiva revolucionaria" y anuncia la nacionalización de todos los establecimientos que aún estaban en manos de propietarios privados.
En 1971 viaja a Chile invitado por el gobierno de la Unidad Popular que preside Salvador Allende. El 10 de enero de 1976 recibe en visita oficial a Omar Torrijos, jefe de gobierno de Panamá. El 15 de octubre de 1976, en la despedida de duelo de las víctimas del atentado terrorista patrocinado por la CIA en contra de un avión de Cubana de Aviación en Barbados, pronuncia uno de sus discursos más conmovedores: «¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!».
En diciembre de 1975 participa en el I Congreso del partido Comunista de Cuba. En diciembre de 1980 participa en el II Congreso del Partido Comunista de Cuba.
En octubre de 1995 participa en las celebraciones por el 50 aniversario de la ONU en Nueva York y pronuncia un discurso ante la Asamblea General. En enero de 1998 recibe al Papa Juan Pablo II en La Habana.
Fidel Castro se registra tiene 8 hijos: “Alexis, de 46 años, es ingeniero en computación y trabaja en una empresa del estado. Alex tiene 43 años y, pese a que se graduó como ingeniero en tecnología electroquímica en el Instituto Mendeliev de Moscú, se dedica a la fotografía. Alejandro, de 42 años, es ingeniero en computación y trabaja en Copexmel, empresa cubana dedicada a la comercialización de equipos electrónicos. Antonio, de unos 36 años, es doctor en ortopedia y médico de la selección cubana de béisbol. De hecho participó en el equipo de galenos que operó a Fidel Castro después de que, el 20 de octubre de 2004, sufrió una caída durante un acto político en la Ciudad de Santa Clara. Y Ángel, el menor, tiene 33 años, es ingeniero mecánico y trabaja como subgerente en Dai-mler-Chrysler-Mercedes, empresa que comercializa autos en Cuba”[3].
Fidel tiene otros tres hijos: Fidel Castro Díaz Balart es le primogénito. Tiene 57 años. Nació el 1 de septiembre de 1949, cuando Fidel era un estudiante de derecho de la Universidad de la Habana y ya había contraído matrimonio con Mirta Díaz Balart.
Los restantes dos hijos son fruto de relaciones extramaritales de Fidel Castro: con Maria Laborde tuvo a Jorge Ángel Castro Laborde, y con Natalia Revueltas tuvo a Alina Fernández Revuelta. José Ángel tiene 51 años, es ingeniero químico y vive en Cuba. Alina, de 50 años, fue modelo de la casa de modas cubana La Maison. A mediados de los años noventa huyó de Cuba. Afirma que lo hizo disfrazada y utilizando un pasaporte falso. Actualmente reside en Miami y es comentarista ocasional de la cadena de televisión estadounidense CNN en español; se ha convertido en una dura crítica del gobierno de la isla y no ha tenido empacho de calificar a su padre como “tirano”[4].
A partir de 1945 Fidel Castro comenzó a vincularse de forma activa en las luchas políticas estudiantiles en la Universidad de La Habana. En 1947 formó parte de la expedición organizada para luchar contra la tiranía trujillista en la República Dominicana, y participó junto al pueblo colombiano en la insurrección popular de abril de 1948 en Bogotá.
Fue fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos). A partir de 1948, denunció la corrupción, el abandono oficial y el gangsterismo prevalecientes en el país. Tras el golpe de Estado de 1952, organizó y entrenó un grupo de jóvenes con quienes asaltó, en 1953, los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo, con la idea de expulsar del poder al dictador Fulgencio Batista. Esta acción no tuvo éxito, por lo que fue detenido y encarcelado. Dos años más tarde fue amnistiado y se exilió a México donde creó, junto al argentino Ernesto Che Guevara, el Movimiento 26 de julio, que continuó con las acciones de subversión y proselitismo.
Las ideas castristas se fueron extendiendo y ganando adeptos de forma paulatina en el ambiente estudiantil, lo que le permitió, con apoyo del Partido Popular Socialista, realizar una marcha en La Habana para desalojar a Batista del poder. Con este acto, que se realizó en diciembre de 1958, comenzó la revolución Cubana, lo que logró acabar con la dictadura de Batista el 1º de enero de 1959, quedando de esta manera Castro en el poder. En ese entonces asumió las funciones de Comandante en Jefe de las fuerzas armadas, y el 13 de febrero de 1959 fue nombrado Primer Ministro del Gobierno Revolucionario.
Tanto en los casos de agresiones militares procedentes del exterior como en las actividades de bandas contrarrevolucionarias dentro del país -en especial la invasión organizada por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos llevada a cabo en Playa Girón en abril de 1961- Fidel Castro dirigió y participó en cada acción de defensa del país y de la Revolución.
El 16 de abril de 1961, en nombre del poder revolucionario, proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana. Ocupó el cargo de Secretario General de las Organizaciones Revolucionarias Integradas y el de Secretario General del Partido Unido de la Revolución Socialista. En octubre de 1965 se constituyó el Comité Central del Partido Comunista de Cuba y desde entonces ocupó el cargo de Primer Secretario, en el que ha sido ratificado por los cuatro Congresos del Partido. Ha sido, además, elegido Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en sus sucesivos períodos de sesiones desde su creación en 1976, y desde entonces ha sido ratificado por la Asamblea en los cargos de Presidente del Consejo de Estado y Presidente del Consejo de Ministros. Aunque Fidel Castro en sus propias palabras dice: “Yo empiezo a adquirir una cultura política, así, con esas palabras, prácticamente después que terminó el bachillerato, porque todo ese tiempo estudié en colegios religiosos a los que me enviaron mis padres: La salle, de origen francés, primero, hasta la mitad de quinto grado; Dolores, de los jesuitas, hasta que concluyo el segundo año del bachillerato, y Belém, en La Habana, también de los jesuitas españoles, cuando estaba recién finalizada aquella terrible guerra civil española, en la que se fusilaron unos a otros”[5].
[1] Izquierdo, Marcelo. “El Buen dictador”. Revista Proceso. Edición especial número 20. p. 20.
[2] Palabras de Fidel Castro en su conversación con: Ramonet, Ignacio. Cien Horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Colección Tabloides. Tercera Edición. Editado por Juventud Rebelde. Imprenta Federico Engels. Cuba 2007. Capitulo 2, p. 2.
[3] Campa, Homero. “Retratos de Familia”. Revista Proceso. Edición especial número 20. México 2007. pp. 25-26.
[4] Ibidem. p. 26
[5] Ramonet. Capitulo 1, p. 14. Op. Cit.
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ÉL ES FIDEL
LA PRAXIS DE CASTRO
Por: Victor Hugo González Rodríguez
Una gran revolución sólo puede nacer de un sentimiento de amor
Che Guevara
En Europa casi nadie sabe que una multitud de personas padece ceguera simplemente porque son pobres
Fidel Castro
Para existir hay que pensar, para dialogar hay que sobrevivir y para sobrevivir realmente hay que luchar.
Fidel Castro
Para diversos pensadores, particularmente psicoanalistas, la interacción social del hombre, además de consolidar su historia, concretiza y coadyuva a explicar el carácter de las personas, y con ello, es posible a partir del pensamiento y actuar de un sujeto, conocer su conducta, predecirla o indicar por qué se desplegará una cierta forma de comportamiento. Hobbes consideraba que el hombre es un ser natural, y como tal, éste responde a su naturaleza animal y por ello, durante su desarrollo humano, es que se deberá practicar un constante acercamiento de las personas con su lado racional y así, consolidar sociedades ordenadas y organizadas. Para Rousseau, a diferencia de Hobbes, el hombre nace bueno por naturaleza, y es en la sociedad donde éste se convierte en un ente desviado. Desprendiéndose así ambas percepciones, que efectivamente los sujetos se determinan por su historia, por dónde nacen, cómo nacen, por qué nacen, lo que hacen, entre otros muchos condicionamientos sociales.
La obra de Platón, principalmente La República, en la cual presenta un análisis del carácter de las personas y de la relación con las formas de Estado o de Constitución. El propósito de Platón es presentar un avance histórico de la influencia de la educación (paideia) en el carácter de las personas y sus consecuencias políticas… Werner Jaeger en su libro Paideia en el cual llega a indicar que Platón es un antecedente importante del psicoanálisis.[1]
Sin duda uno de los psicoanalistas que más profundizó en el carácter, fue Freud, a quien le secundaron pensadores como Erich Fromm, quienes coinciden en la idea platónica de que la educación resulta influyente en el carácter de las personas y en sus consecuencias políticas.
Agustín Pérez Carrillo señala que “Con base en el carácter de las personas se pueden emitir juicios de distinta naturaleza, sean científicos, políticos, o éticos… en efecto, se puede explicar su conducta, predecirla o indicar por qué desplegaron una cierta forma de comportamiento en el pasado… La base de los juicios, es necesario precisar, son las acciones”[2].
Con base a lo anterior, es que a partir del pensamiento de Fidel Castro y la percepción que de él tienen diversos actores sociales que han establecido contacto directo con dicha figura, o que a partir de los estudios realizados han opinado respecto de su pensamiento y actuar, se propone saber ¿quién es Fidel Castro y, cuál es su carácter?
La palabra carácter deriva del griego que significa grabación; en cuanto al comportamiento humano dicho término alude a rasgos psicológicos más o menos permanentes inducidos de situaciones típicas.[3]
“El carácter de las personas, puedo asumir inicialmente, se forma culturalmente; no es innato. En la formación de dicho carácter influyen poderosamente los imperativos provenientes de la sociedad en general, sin saber cuál es su origen, o de alguna de sus instancias identificadas como son el derecho, la norma, la religión, la familia, la escuela, etc.”[4] “La conducta es el conjunto de acciones de un individuo susceptibles de ser observadas y descritas en enunciados con valor veritativo y por ello, verificados o refutados”[5].
Así, la percepción de que “Fidel Castro es uno de los políticos internacionales más censurados y vilipendiados por los medios de comunicación masiva dominantes de Europa”[6], tiene una explicación, ésta responde a aspectos ideológicos, políticos y caracterológicos.
Ideológicos porque Fidel Castro es un sujeto que su actuar lo determina a partir de sus creencias científicas, filosóficas y practicas, y por ello, se le tacha en muchas ocasiones de testarudo, en otras de pragmático y algunas como dictador, narcisista y egocéntrico.
Para entender entonces el aspecto ideología de Castro, recurriremos particularmente a lo que éste ha señalado en diversos espacios donde ha denotado lo que és, lo que piensa y en lo que cree.
Como al inicio del presente apartado señalábamos en referencia a lo dicho por Platón, Freud, Fromm y Pérez Carrillo, Castro coincide que “El hombre no es totalmente dueño de su destino. El hombre también es hijo de las circunstancias, de las dificultades, de la lucha. Los problemas lo van labrando como un torno labra un pedazo de metal. El hombre no nace revolucionario, me atrevo a decir”[7], percepción de Castro que resulta acorde con la idea de Paulo Freire, de que el hombre es un sujeto histórico y que por ello, debe asumir su responsabilidad contextual dado que cada persona es un ser inacabado que durante su desarrollo humano y desde luego social, será constructor de su vida, de las condiciones que lo rodean.
Me gusta ser hombre, ser persona, porque no está dado como cierto, inequívoco, irrevocable que soy o seré decente, que manifestaré siempre gestos puros, que soy y que seré justo, que respetaré a los otros, que no mentiré escondiendo su valor porque la envidia de su presencia en el mundo me molesta y me llena de rabia. Me gusta ser hombre, ser persona, porque sé que mi paso por el mundo no es algo predeterminado, preestablecido. Que mi “destino” no es un dato sino algo que necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no puedo escapar.[8]
Me gusta ser persona porque, inacabado, sé que soy un ser condicionado pero, conciente del inacabamiento, sé que puedo superarlo… Me gusta ser persona porque, como tal, percibo a fin de cuentas que la construcción de mi presencia en el mundo, que no se consigue en el aislamiento, inmune a las influencias de las fuerzas sociales… Me gusta ser persona porque, aún sabiendo que las condiciones materiales, económicas, sociales y políticas, culturales e ideológicas en que nos encontramos generan casi siempre barreras de difícil realización de nuestra tarea histórica de cambiar el mundo, también sé que los obstáculos no se eternizan.[9]
Estar en el mundo sin hacer historia, sin ser hecho por ella, sin hacer cultura, sin “tratar” su propia presencia en el mundo, sin soñar, sin cantar, sin hacer música, sin pintar, sin cuidar de la tierra, de las aguas, sin usar las manos, sin esculpir, sin filosofar, sin puntos de vista sobre el mundo, sin hacer ciencia o teología, sin asombro ante el misterio, sin aprender, sin enseñar, sin ideas de formación, sin politizar no es posible.[10]
Bajo esta percepción del hombre histórico, se explica gran parte de la ideología de Fidel Castro, dado que al coincidir con las posturas ya reproducidas, su idea, además de cobrar relevancia, resulta entendida y por ello no es extraño que el mismo Castro afirme que “Aquel movimiento (el del cuartel Moncada) no se inició con el propósito de que por nuestra cuenta hiciéramos una revolución, sino que a partir de la premisa de que todo mundo lucharía para volver a la situación anterior al 10 de marzo, y con ella al curso constitucional y político alterado por el golpe de Estado. Yo pensaba que todo el mundo se iba a unir para liquidar la tiranía de Batista. Para mi estaba claro que había que derrocar a Batista mediante las armas y volver al régimen constitucional”[11], destacándose así, que en esos momentos Fidel Castro confiaba en la actividad efecto que se produciría en el pueblo cubano, como sujetos históricos que eran, lo que se robustece con las siguientes manifestaciones del comandante:
Cuando se produce el golpe de estado de Batista en 1952, yo tenía elaborada ya una estrategia para el futuro: lanzar un programa revolucionario y organizar un levantamiento popular. A partir de aquel momento ya tengo toda la concepción de lucha y las ideas revolucionarias fundamentales, las ideas que están en “La historia me absolverá”.[12]
Aunado al aspecto histórico del hombre, como sujeto de acción, Fidel se “apropia” de la idea que Fromm desarrolló en su libro Miedo a la libertad, del que se desprende que el hombre tiene un terrible temor a ser responsable de su vida, de su destino y por ello delega en “otros” su momento histórico. Los hijos delegan en los padres, los empleados en sus patrones, los militares en sus mandos, los gobernados en sus dirigentes, el enamorado en su ser amado, etc., sin que en ninguno de los casos los sujetos (hijos, empelados, militares, gobernados, enamorado, etc.) asuman su responsabilidad y sean gestores y constructores de su propia historia.
Existía en muchos la convicción de que si traía del cielo un arcángel, el más experto, y lo ponían a gobernar la República, con él vendría la honradez administrativa, se podrían crear más escuelas y nadie se robaría el dinero para la salud pública y otras necesidades apremiantes. No podían comprender que el desempleo, la pobreza, la falta de tierras, todas las calamidades, el arcángel no podía resolverlas, porque aquellos enormes latifundios, aquel sistema de producción no admitía poner fin absolutamente a nada. Mi convicción total era que el sistema había que erradicarlo.[13]
La idea de que el hombre puede cambiar su entorno y que no es condición perpetua ser pobre, ser oprimido, ser gobernado por un imperio como los Estados Unidos, no se podría adjudicar a Fidel Castro si se aleja su carácter y practica revolucionaria (ideología) del marxismo. Es con Marx –entre otros- que Castro conoce, estudia, entiende y practica su visión anticapitalista. “Si usted no llega a entender realmente la historia de la lucha de clases, o, por lo menos, la idea clara de que la sociedad está dividida entre ricos y pobres, y que unos someten y explotan a los otros, usted está en un bosque sin saber absolutamente nada”[14]; reconoce Fidel y agrega:
Por mi propia cuenta llegué a la conclusión de que la economía capitalista era absurda. En lo que yo me había convertido ya, antes de encontrarme con el material marxista o leninista, era en un comunista utópico.[15]
Así, con base a la percepción del capitalismo y la lucha de clases, es que Castro pensó en un mundo distinto, en la necesidad de luchar en contra de lo que explota al hombre, de lo que lo hace poseedor únicamente de su fuerza de trabajo, que lo somete al burgués que bajo la obtención de ganancias, con el control de los medios de producción, obtiene la plusvalía que se concretiza en la acumulación de la riqueza, es decir, un mundo con ricos y con pobres, lo que al mundo arroja a la autodestrucción.
Entonces, Castro considera que “Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la tierra. No más transferencias al tercer mundo de estilos de vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente… desaparezca el hambre y no el hombre”[16].
La pregunta que surge entonces es: ¿cómo logar la idea de Castro?, y también entonces las respuestas se desprenden de su propia vida: luchando y una vez con el triunfo revolucionario, llevando a la práctica el cambio basado en la acción social, sustentado ello con la conciencia del pueblo.
Para Paulo Freire la concienciación: “Significa un ‘despertar de la conciencia’, un cambio de mentalidad que implica comprender realista y correctamente la ubicación de uno en la naturaleza y en la sociedad; la capacidad de analizar críticamente sus causas y consecuencias y establecer comparaciones con otras situaciones y posibilidades; y una acción eficaz y transformadora”[17]. Por ello no es extraño que Castro considere que “la conciencia es más importante que cualquier disciplina. No puede haber disciplina sin conciencia”[18], y en virtud de esa idea Fidel se encuentra persuadido de que “Cuando los hombres llevan en la mente un mismo ideal, nada puede incomunicarlos, ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios, porque un mismo recuerdo, una misma alma, una misma idea, una misma conciencia y dignidad los alienta a todos”[19].
Fidel confía que el triunfo de una revolución depende de la conciencia, lo mismo que el desarrollo y la defensa de un país, sin embargo, ésta conciencia deberá ser práctica. El pensamiento como abstracción de poco sirven a la transformación y evolución de un pueblo, si ésta no muta en acciones que materialicen las ideas. En resumen, la vida de Castro se sustenta en su ideología: “He tratado de ser consecuente con mis ideas, mantenerme firme y firme, es lo que yo le aconsejaría a cualquier joven. Y como todos los jóvenes, debo haber tenido mis dosis de vanidad; no es que debo, seguro que la tenía. De todo he tenido y vanidades pequeñoburguesas también, orgullo, tonterías de esas; pero mi escala de valores no la abandoné nunca, y la vida me enseñó, incluso, a ser más modesto, más humilde”[20].
La ideología de Fidel, como se desprende lo hasta aquí razonado, no es vaga, por el contrario, resulta sumamente y en algunos casos exageradamente concreta. “Yo concibo como ideas políticas aquellas que realmente sean dignas de la vida de un hombre, del sacrificio de un hombre, de la sangre de un hombre, de la muerte de un hombre, o de muchos hombres, de un pueblo entero si fuere necesario sacrificarse por defender esos valores, quien defiende valores, y sabe que sin valor no hay vida”[21].
El pensamiento de Castro se concretiza en aspectos políticos, con praxis clara, como también ocurre en materia económica, ya que Fidel asegura que “Para mí la economía es un arte y es una ciencia, y la política es un arte y no una ciencia. Apóyense en la política, apóyense en la ciencia y en todos los elementos”[22], con lo que se puede asumir que para el comandante cubano la ideología se empapa de contenido a partir de la ciencia (serie de pasos comprobados, con método especifico y objeto de estudio).
Que muchas de las ideas y acciones de Fidel dependan de la ciencia, no lo convierten en un sujeto dogmático o “cuadrado”, por el contrario, muchos de los personajes que han tratado con dicha figura, incluso quienes no coinciden con sus ideas, lo han tachado de abierto, tolerante, respetuoso y que escucha y debate abiertamente todo tipo de ideas, él mismo se cataloga así: “Siempre he sido antidogmático, siempre he estado contra dogmas, esquemas, libritos que hablan de una cosa”[23].
Quizás por lo anterior, es que una de las características principales en la ideología de Castro es su transparencia. Es la posibilidad nata y excelsa de exteriorizar culta y sencillamente en lo que cree. Rasgos los anteriores que no han quedado incrustados en el aspecto individual del “caudillo”, han sido transmitidos y asumidos con las acciones que como político al frente de Cuba, Fidel Castro ha desarrollado.
Nosotros no vivimos a base de ocultar errores, nosotros vivimos a base de decir verdades, nosotros vivimos a base de ser honestos, nosotros vivimos a base de rectificar incesantemente, nosotros vivimos a base de hacer exámenes de conciencia de nuestra conducta y de no dormirnos nuca sobre los laureles, y por eso ahora podrá darse la impresión de ave Fénix que resucita de sus cenizas. Sí, esa es la impresión que van a tener en muchas partes del mundo, de una avecita fénix, una golondrina que resucita de sus cenizas.[24]
Y por más que se trate de tachar a Castro de dictador, de violador de los derechos humanos, entre otras acusaciones que parecen estar de boga actualmente para atacar al jefe máximo cubano, la realidad es que de la ideología de Fidel, lejos de desprenderse rasgos autoritarios o dictatoriales, se encuentran características democráticas, tolerantes, prudentes y plurales, un ejemplo de ello es la idea que Castro tiene respecto de la autoridad.
Desde muy corta edad, “A mí (Fidel Castro) la autoridad no me gustaba, porque en esa época también se usaba algún pequeño castigo corporal, algún cocotazo o algún cintarazo”[25].
Lo anterior se adminicula que Fidel “En lo más profundo de mis sentimientos y de mis convicciones, repudio la muerte de personas inocentes”[26].
Yo no puedo matar a un niño por destruir el bloqueo, concientemente ir y matar un niño, no lo puedo hacer. Uno tiene una ética, tiene principios. Usted puede sacrificar su vida cuando quiera, pero usted no puede sacrificar la vida de un inocente.[27]
¿Nos gusta aplicar la pena capital? Nada, nos repugna; algo más que no gustarnos, nos repugna. Ahora, cuando se ha tratado de defender el más poderoso imperio de la historia, la hemos aplicado. En ningún lugar del mundo como en Texas han ejecutado gente, y han ejecutado inocentes, y han ejecutado niños, gente que cometió delitos siendo niño; aquí nunca ha ocurrido eso. Han ejecutado personas dementes; aquí nunca ha ocurrido eso.[28]
En relación a su quehacer político, Castro se ha caracterizado por su tajante rechazo a las políticas y todo lo que huela a Estados Unidos –situación que tiene explicaciones lógicas, como más adelante lo señalaremos-, por ello se ha hecho de simpatías pero también de distanciamientos y fuertes criticas, particularmente de sectores de centro y derecha que en el mundo, ven en Castro a un político “obsoleto” con acciones de principios del siglo pasado.
Ha sido (Fidel Castro) un reconocido antagonista del imperio, pero no ha preconizado el antiamericanismo a ultranza, ni recurrido al terrorismo o a la carrera nuclear –no obstante el desenlace de la crisis de los misiles y la amenaza renovada a la isla. Ha sido un interlocutor tratable -y algunos dicen que encantador- para numerosos empresarios, congresistas, líderes religiosos, dirigentes de movimientos sociales, intelectuales y artistas, e inclusive militares y expresidentes de Estados Unidos –cuya principal queja después de conocerlo ha respondido a su manía de continuar conversando después de la dos de la madrugada.[29]
En materia política, Fidel Castro al interior de su país ha desarrollado actividades sustentadas en el adoctrinamiento revolucionario, con lo que ha buscado que el pueblo cubano se sepa y asuma parte de una nación con dificultades económicas, pero con una alta dignidad que permitan superar los no pocos problemas a que se enfrentan.
Castro ha basado sus acciones en líneas de carácter social y económico que lo han presentado como un estadista y un magnifico dirigente político, dado que ha puesto por encima de los intereses “comerciales”, a los que alude el mundo occidental, la preocupación por consolidar una sociedad cubana educada, ideologisada y sana en todo el sentido de la palabra.
En tiempos de paz, sus temas favoritos son la educación, la salud pública, el deporte y la cultura, como medidos para formar buenos ciudadanos. Reclama a los políticos que fomenten valores cívicos basados en el sendito social de la conducta; que recurran a la movilización, prediquen el colectivismo, luchen contra la corrupción y exalten el patriotismo sobre todo entre los jóvenes.[30]
La política interna de Fidel Castro también ha sido de represión en relación a sus opositores nacionales e internacionales. Lo que se explica no solamente con el carácter del comandante, además, por el contexto en que los Estados Unidos y sus aliados (entre ellos la ONU, el FMI, el Banco Mundial, la Unión Europea, entre otros) han colocado a Cuba: un bloqueo económico que aniquila las importaciones y exportaciones de Cuba con el resto del mundo, es decir, la isla carece de materias primas, de bienes y de servicios dado que sólo pueden recurrir a lo que produce internamente y a uno que otro bien que es adquirido “desobedeciendo” a los Estados Unidos. Un bloqueo que va a cumplir casi 50 años y que en otras condiciones, en otro país y con otro pueblo, hubiera provocado una crisis tan grande, que derribaría sin problemas al sistema político y económico. Sin embargo, en Cuba, gracias a la incesante lucha de Castro y de su pueblo, han resistido como valientes la intervención económica del país del norte, y pese a ello, y contra ellos, han logrado consolidar un nivel de vida promedio en la población cubana, mucho mejor que incluso en países de los llamados “desarrollados” como Estados Unidos, para no hablar de México.
Pero Cuba no se ha enfrentado únicamente al bloqueo económico, hay otro aspecto que actualmente resulta más relevante, y que con la misma saña e intensidad despliega Estados Unidos en contra de la isla: la intervención ideológica.
Estados Unidos lleva ya casi 40 años interviniendo en Cuba, con la idea de impregnar en la mente de los cubanos la “vida norteamericana”: donde es posible –dicen ellos- adquirir lo que se desea (consumir), vivir donde se quiere (consumir), pensar como se quiera, decir lo que se desea, trabajar dónde se quiere, mentiras todas ellas, dado que si en algún país del mundo el hombre es visto como mercancía y negocio y no como ente respetable y esencial para el mundo, es precisamente en Estados Unidos; donde el trabajo que se reserva a los cubanos exiliados es el que no hace el pueblo norteamericano y que hoy por hoy llevan a cabo los migrantes que sostienen la economía estadounidense. El gobierno norteamericano, en alianza con los disidentes cubanos, principalmente de Miami, aseguran que en una sociedad como la estadounidense existen mayores libertades y la democracia y los derechos humanos son respetados, sin embargo, todas ellas son demagogias de fácil debate y aniquilamiento (como más adelante lo demostraremos); sin embargo, no pocos cubanos caen en el anzuelo norteamericano y entonces, los propios Estados Unidos son quienes facilitan balsas y demás medios para que la población de la isla se aloje principalmente en Miami, y con ello, robustecer la disidencia que será el brazo que apoya y apoye la “recuperación” de Cuba por parte de Estados Unidos, sueño que han anhelado desde 1959.
Estados Unidos aplica como en el siglo XVI lo hicieron los españoles en Mesoamérica, el intercambio de oro por espejos. Anuncian y aseguran que una vida como la norteamericana es la “ideal” y que Castro es un dictador y su forma de gobernar violenta los derechos humanos, cuando es en Estados Unidos donde se aprecian sociedades sumamente contrastantes, dado que se alojan lo mismo los hombres más ricos del mundo, que numerosos sectores que carecen de la posibilidad a la educación, a la salud, a la vivienda y demás supuestos beneficios que éstos prometen a los cubanos exiliados o balseros (como reiteradamente lo ha denunciado Noam Chomsky). Contrario a ello, muchos cubanos, con la falsa idea de la libertad y la democracia, abandonan la nación donde tienen acceso a una salud de primer mundo, a una educación gratuita, a una alimentación adecuada, alejada de coca-cola, sabritas y Mac Donalds, es decir, caen en la trampa del gobierno estadounidense de cambiar todo por nada.
Esta situación de hacer creer que el gobierno de Castro es un cáncer para el pueblo cubano, se amplía en todo el mundo. A nivel internacional también hace lo suyo Estados Unidos para desprestigiar a Cuba, acusándolo básicamente de que ese gobierno es dictatorial, donde no se respetan los derechos humanos y se atenta contra la libertad y la dignidad de las personas. Por extraño e incongruente que esto parezca, quien promueve ese tipo de discursos es precisamente quien invadió Irak, quien bombardea Afganistán, quien violenta sistemáticamente los derechos humanos de los migrantes mexicanos y centroamericanos en sus fronteras, quien impone pena de muerte a inocentes, quien tortura prisioneros en Guantánamo, quien asesina civiles en todo el mundo, quien armó a Bin Laden y a Saddam Hussein, y quien actualmente surte de recursos a Israel en su lucha contra los Palestinos, quien recurriendo a instancias como el BM y el FMI saquea y explota a países pobres, ¡es ese el país que asegura que en Cuba se violentan los derechos humanos!, ¡ese es Estados Unidos!
Pero no sólo Estados Unidos realiza manifestaciones intervencionistas y farsantes respecto a Cuba. En México muchos son los sectores que cínicamente acusan de lo mismo a Castro y a su gobierno, olvidando que el gobierno de Felipe Calderón ha asesinado personas inocentes bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, que el caso de la indígena abusada sexualmente, Ernestina Ascencio, fue resuelto ridículamente y violentando flagrantemente el famoso estado de derecho y los derechos humanos que se cansan de decir los gobernantes mexicanos, defienden. Las innumerables agresiones que han sufrido periodistas que confirman que México está lejos de gozar de una libertad de expresión, de la que acusan a Castro impedir en Cuba; por si eso fuera poco, en temas democráticos México no tiene nada que cuestionar a Cuba, pues mientras en la isla se realizan elecciones transparentes, en México históricamente existió un partido hegemónico (PRI) que su voluntad era impuesta, y recientemente, desde los procesos electorales de 1988 hasta el del 2006, las elecciones han sido sumamente cuestionadas por sus comprobados resultados fraudulentos; el México que critica a Cuba, es donde la mayor parte de los aspirantes a estudiar nivel licenciatura son rechazados, donde en pleno siglo XXI siguen muriendo niños y adultos de enfermedades curables, donde se mantiene a políticos ladrones y donde las televisoras evidencian la ignorancia de sus televidentes, entonces, visto lo anterior, cabe preguntarse: ¿quién es un país democrático, México, Cuba o Estados Unidos?, ¿en dónde se violentan los derecho humanos, en México, en Cuba o en Estados Unidos?, ¿quién es el juez del mundo que puede decidir lo bueno y lo malo?, ¿qué es lo bueno y qué lo malo?
Ante éste panorama, es entendible la reiterada practica política de Castro al interior de Cuba, sin embargo, en materia internacional, Castro se ha convertido en un maestro del pragmatismo, por ello Gianni Minà asegura que “Fidel nunca hace las cosas al azar. Siempre escoge momentos estratégicos para hablar. Las largas platicas que sostuvo con Frei Betto y que desembocaron en la publicación del libro Fidel y la religión en 1985… En 1987 era obvio que a Fidel le urgía dirigirse a los europeos. En ese entonces todavía existía el comunismo y apenas empezaba la glasnost, pero había mucha intranquilidad en Europa Oriental. Castro sentía además que tanto las pasiones que habían despertado los barbudos en los años sesenta como las informaciones manipuladas sobre el proceso cubano, que llegaban a Europa desde Estados Unidos, creaban confusión e interrogantes. Quiso que se oyera su verdad”[31].
Muchas de sus más brillantes jugadas han sido realizadas sobre movimientos de sus adversarios, estudiados y provocados en la mayoría de los casos por él mismo.[32]
“Tildado de impulsivo o fundamentalista por algunos, su récord como estadista en la arena internacional no lo presenta como aventurero, irresponsable o intransigente. Numerosos actores políticos que no comparte sus ideología pueden testimoniar no sólo su respeto por el credo ajeno, sino su disposición a concertar ideas contrapuestas”[33].
En resumen, “Como gobernante el estilo de Fidel contrasta con el de la mayoría de los presidentes. No ha dirigido Cuba desde una oficina, sino en la calle, hablando con dirigentes locales y simples ciudadanos en pueblos y campos, tomando decisiones sobre la marcha”[34], es decir, es un gobernante que trabaja hombro a hombro con el pueblo, con su pueblo, y por ello, aplica perfectamente la praxis marxista a la que es adepto, y concretiza el postulado de Paulo Freire de la acción y la reflexión, a diferencia la mayoría de los gobernantes del mundo que detrás de su escritorio, en cumbres, en congresos o vía sus secretarios, hacen como que atienden a un país cuya población desconocen (como ocurre con Felipe Calderón actualmente en México).
En el tema del carácter de Fidel Castro, éste ha sido alagado por su valor y congruencia, lo mismo que cuestionado por su “cerrazón y empeño en consolidar lo que cree”.
Dicen de Castro que “Es un seductor nato, un experto de la comunicación, un malabarista de ideas, un pozo de conocimientos, un hombre de una cultura inmensa que no esconde su fascinación por los debates”[35]. Demostrado ha quedado que Fidel es un extraordinario orador y que lógicamente construye discursos persuasivos y empapados de contenido político, ideológico y filosófico. Uno de los ejemplos más claros es la autodefensa que llevó a cabo ante el Tribunal que lo juzgó después de los hechos en el Moncada.
Las manifestaciones tras el ataque al Moncada, concretizadas en el libro “La historia me absolverá” robustece la percepción de Furiati, quien señala que “Fidel es un provocador del otro, y de su interlocutor más aún. Es un hombre directo y abierto, profundamente honesto en toda la dimensión de la palabra, excepcionalmente inteligente y culto, aunque sencillo y afable en su comunicación”[36]. Descripción la anterior que se acerca a lo aconsejado por Maquiavelo en el sentido de ser un león y un cordero, según corresponda, sin embargo, también se desprende la honestidad de Castro, a la que muchos, incluso sus retractores, han alagado (del aspecto de la cultura de Fidel, más adelante se desarrollará dicha temática).
Otro aspecto que Castro ha por demás mostrado a lo largo de su vida, es su constancia casi demencial, de conseguir lo que quiere, de concretizar lo que piensa. Antes de la revolución Cubana de 1959, Castro tenía precarios recursos y aún así, decidió llevar a cabo el ataque al Cuartel Moncada, donde muchos de sus acompañantes pierden la vida y otros tantos son hechos prisioneros. Sin embargo, ante tales resultados, el animo de Castro no disminuyó, por el contrario, ratificó más su idea de liberar a Cuba y entonces, con sólo cinco y después tres hombre, subió a las montañas y por ello posteriormente es capturado y hecho también prisionero. El permanecer en prisión tampoco desvincula sus ideas de cambio, de nueva cuenta fortalece sus propósitos y al ser liberado no tardó en llegar a México y preparar un grupo revolucionario que liberaría a Cuba. Después de desembarcar en costas cubanas, pierde casi todo su armamento, a la mayoría de los combatientes que lo acompañaban y sin embargo, él estaba todavía seguro en derrocar al gobierno dictatorial de Fulgencio Batista. Ante ese escenario, todo mundo pensaría que una persona promedio desistiría de su propósito y entonces, o reflexionaría una estrategia más “adecuada” para consolidar un triunfo revolucionario, o en su caso, abandonaría definitivamente dicho cometido. Hipótesis las dos a las que Castro no recurre. Se instala en la sierra maestra y en unos meses llega triunfante a la Habana y entonces sí, cumple su sueño revolucionario.
La breve historia de lo que acaeció antes y al iniciar la lucha armada de los conocidos como “barbudos”, en la isla caribeña, es un ejemplo claro de que Castro “Es capaz de persistir en sus empeños con una voluntad insólita. No importa si se considera virtud o defecto, su constancia es casi inexpugnable. Defiende su verdad, y busca convencer con todos los argumentos posibles, aunque se trate de un proyecto que sólo existe en su cabeza o que mucha gente considera una utopía o una quijotada. Tanto cuando cuenta el futuro como al justificar una política ya en curso, suele dedicar horas a detalles, precisiones y cálculos, como alguien que sabe la importancia del consenso de la gente para que sus proyectos caminen. No se da por vencido, salvo cuando no queda más remedio”[37].
Por su grandeza y firmeza en lo que quería y en lo que conseguía, rápidamente Castro fue respetado, seguido y admirado por propios y extraños. No fue difícil que Fidel lograra la simpatía y apoyo de un pueblo cubano que además de vivir en condiciones precarias que fueron el sustento de su oposición a Batista, la figura de Castro dio confiabilidad y sobre todo, la visión de que era posible un cambio.
Las filas militares de Fidel también le fueron leales, ¿y como no serlo? Si Fidel daba ordenes arriesgando su vida, se decía. En poco tiempo, Fidel el revolucionario y después, Fidel el gobernante, fue visto durante décadas como un “héroe” por el pueblo cubano, pero también por sectores en todo el mundo.
Fidel era un ser con una rara especie de inmunidad. A pesar de verse constantemente atraído hacia situaciones extremas, la muerte o la tragedia que le perseguían incesantes jamás habían lograrlo derribarle. Era con certeza un héroe, pero también y por eso mismo, su reverso.[38]
Pero el carácter valeroso de Castro no ha quedado demostrado solamente durante la planeación de la revolución cubana, además, posterior al triunfo armado, la lucha fue más incesante: ahora no peleaban contra un gobierno dictatorial apoyado por los Estados Unidos, ahora se estableció una guerra sin cuartel entre Cuba y los Estados Unidos. El gobierno norteamericano descontento con la situación prevaleciente en la isla, lanzó una guerra bélica, ideológica, política y económica en contra de Cuba, y sin embargo, con lo irreverente y valiente que se ha caracterizado, Castro lejos de amedrentarse ha “sobrevivido” a esos ataques incesantes y ha logrado la transformación de la isla caribeña, destacándose por su desarrollo en educación, ciencia y deporte, incluso, teniendo muchos mejores resultados que las naciones que han acatado los mandatos del mundo occidental que lidera Estados Unidos.
Fidel es un cubano que no se arredra, como persona o como político, ni en la guerra ni ante las amenazas de sus enemigos. Sin ser un temerario que se expone ante ellos, no les deja creer que tiene miedo, aún si disponen de armas nucleares. Tampoco teme confrontarse a otros grandes que, sin ser sus enemigos, se equivocan respecto de lo que él defiende; ni rehúye hablar de frente sobre errores cometidos, incluso si sus autores son dirigentes que han abusado del poder alcanzado con su respaldo, a pesar de que reconocerlo y dar explicaciones le resulte amargo.[39]
Así, en un mundo donde los Estados Unidos determinan cómo y cuándo se vive en América Latina, el bloqueo económico, los ataques ideológicos y la política de desprestigio que dicha potencia ha ejercido en contra del gobierno de Fidel Castro, ¿cómo explicarnos que la revolución sigue vigente y ni las criticas, ni los ataques y demás estrategias utilizadas desde la Casa Blanca, han minado la figura del “comandante”?, la respuesta se desprende de lo que ya antes anunciábamos: la deslumbrante inteligencia que denota Fidel Castro.
“Sus políticas económicas o sus discursos, éstos lo reconocen como un maestro de ajedrez, incluso si pierde una partida o pareciera estarla perdiendo. Paradójicamente, da la impresión de que el nada mejor en aguas turbulentas”[40], por ello no es extraño que en más de una ocasión puso en jaque al gobierno de Vicente Fox, con el asunto de la cumbre en Monterrey y el famoso “comes y te vas” ó, las declaraciones de Carlos Ahumada, realizadas en Cuba en relación a los videoescándalos de René Bejarano. Así como ha evidenciado al gobierno mexicano, Castro ha desenmascarado al gobernó estadounidense lo mismo que al ruso, entre otros.
Castro no teme a los poderosos, y ese solo hecho lo hace una figura de respeto en un mundo donde el que tiene el poder decide la vida de los que lo carecen. Pero esto no lo hubiera logrado Fidel si no fuera “alta (la) idea que tenía de sí mismo y de Cuba como nación, de su orgullo a flor de piel, de su incapacidad, a veces, de controlar sus emociones. Hasta el final de su vida (Anastas Ivanovich Mikoyan) mi padre repitió que Fidel era un hombre excepcional, de una honestidad absoluta, pero con un temperamento imposible”[41] (dice Sergo Anastasevich Mikoyan, experto investigador y miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, entre ellos del de América Latina e hijo de Anastas Ivanovich Mikoyan, primer alto funcionario soviético que visitó Cuba en 1960).
Por lo hasta aquí descrito, no resulta extraño que cuando a Frey Betto[42] se le cuestionó ¿cómo creé que será recordado Fidel?, éste respondió: “Como un hombre que luchó por la felicidad de su pueblo y osó enfrentar a la mayor potencia imperialista de la historia de la humanidad”[43].
Fidel, como el Che, está en el inconsciente colectivo. En cualquier punto del planeta en que se pronuncie su nombre habrá reacciones, favorables o no.[44]
Fidel “Es el gran líder del siglo XX, por su relación con lo que fue el tercer mundo, con la social democracia, con los Estados Unidos y con la extinta Unión Soviética… Como ser humano –sin reverencia-, un genio.[45]
Fidel, ¿Qué deja para la historia?: La creencia de que es posible un mundo mejor, más justo, más culto y más humano. Y el coraje de luchar por este.[46]
[1] Pérez, Carrillo Agustín. Carácter y Funcionarios Públicos. Narcisismo preponderante. Universidad de Hermosillo/Escuela de derecho/Veritas. México 1994. p. 7.
[2] Ibidem. p. 5.
[3] Ibidem. p. 12.
[4] Idem.
[5] Ibidem. p. 13
[6] Mergier, Anne Marie. “La soledad”. Revista Proceso. Edición especial número 20. México 2007. p. 8.
[7] Palabras de Fidel Castro en su conversación con: Ramonet, Ignacio. Cien Horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Colección Tabloides. Tercera Edición. Editado por Juventud Rebelde. Imprenta Federico Engels. Cuba 2007. Capitulo 2, p. 2.
[8] Freire, Paulo. Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. Siglo XXI. México 2002. p. 52.
[9] Ibidem. pp. 52-53
[10] Ibidem. p. 57.
[11] Ramonet. Capitulo 4, p. 4. Op. Cit.
[12] Ibidem. Capitulo 4, p. 8.
[13] Ibidem. Capítulo 9, p. 5.
[14] Ibidem. Capitulo 4, p. 7.
[15] Ibidem. Capitulo 4, p. 6.
[16] Castro, Ruz Fidel. El diálogo de civilizaciones. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Haba 2007. p. 15.
[17] Freire, Paulo. La educación como práctica de la libertad. Siglo XXI. 42ª Edición. México1994. p. 14.
[18] Ramonet. Capitulo 12, p. 3. Op. Cit.
[19] Castro, Ruz Fidel. La historia me absolverá. Editorial de las Ciencias Sociales. La Habana 1973. p. 13.
[20] Castro. El dialogo de civilizaciones. p. 83. Op. Cit.
[21] Ibidem. p. 29.
[22] Ibidem. p. 77.
[23] Idem.
[24] Ibidem. p. 64.
[25] Ramonet. Capitulo 2. p. 3. Op. Cit.
[26] Castro. El diálogo de civilizaciones. p. 78. Op. Cit.
[27] Idem.
[28] Ibidem. p. 85.
[29] Hernández, Rafael. “El patriarca”. Revista Proceso. Edición especial número 20. México 2007. p. 37.
[30] Ibidem. p. 34.
[31] Mergier, Anne Marie. “Su verdad”. Revista Proceso. Edición especial número 20. México 2007. p. 15.
[32] Del Pino, Rafael. Proa a la libertad. La historia de una vida heroica consagrada a la más alta causa de la humanidad: la libertad. Planeta. México 1991. p. 423.
[33] Hernández. p. 37. Op. Cit.
[34] Ibidem. p. 34
[35] Mergier. “La soledad”. p. 12. Op. Cit.
[36] Izquierdo, Marcelo. “Epitafio para un agnóstico”. Revista Proceso, Edición Especial No. 20. p. 22.
[37] Hernández. p. 34. Op. Cit.
[38] Izquierdo, Marcelo. “El Buen dictador”. Revista Proceso. Edición especial número 20. p. 20.
[39] Hernández. p. 34. Op. Cit.
[40] Ibidem. p. 36.
[41] Mergier, Anne Marie. “Desenlace en la Habana”. Revista Proceso. Edición especial número 20. México 2007. p. 57.
[42] “Betto ha sido un ferviente defensor de la Revolución Cubana y de Fidel Castor. Nació en 1944 en Belo Horizonte, estado de Minas Gerais, uno de los más ricos de Brasil. A los 20 años de edad, se topó con la cruel realidad de los regímenes dictatoriales de la época: fue detenido y paso 15 días en prisión sometido a torturas”. Izquierdo. “Epitafio de un agnóstico”. p. 20. Op. Cit.
[43] Ibidem. p. 22
[44] Idem.
[45] Izquierdo. “El buen dictador”. p. 23. Op. Cit.
[46] Idem.
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FIDEL CASTRO: GUERRILLERO DE LAS LETRAS
Por: Felipe González Rodríguez
…habría que definir qué es un gran poeta. Si un gran poeta puede ser alguien que esté divorciado de la ética, que esté divorciado de la patria, que viva del dinero de los que bloquean a su país, de los que quieren matar de hambre a su país, de los que fraguan planes para destruirlos, entonces, puede haber alguien que técnicamente organice y elabore palabras pero para mí nunca será un gran poeta. Para mi un gran poeta es José Martí, que da su vida; Antonio Machado, García Lorca, Miguel Hernández, aquellos que murieron acosados o fusilados por el fascismo, porque hace falta algo más que bellas y armoniosas frases.
Fidel Castro
Del pensamiento y práctica de Fidel Castro es posible establecer que éste es un sujeto culto, un letrado, un intelectual que ha establecido un vínculo indestructible con los libros.
La anterior es la razón principal por la que Castro ha fomentado, apoyado y concretizado niveles educativos en Cuba, como lo hacen países de “primer mundo” como Suiza y Suecia.
Para Fidel –el Caballo, el Uno ó Papá, como le llaman en Cuba– “la educación es la inculcación de valores positivos creados por el ser humano”[1], por ello no es extraño que en cada oportunidad Castro manifieste textualmente su afección por las letras, hasta el punto de confesar a García Márquez que en su otra vida le gustaría ser escritor.
El interés de Castro en la literatura proviene, pues, de la conciencia del desempeño de un oficio distinto y, en buena medida, superior: la política. De ahí su famosa confesión a García Márquez: “en mi próxima reencarnación quiero ser escritor”.[2]
Los discurso que Fidel ha emitido en diversos momentos de su vida, en varios foros y en múltiples temáticas, son reflejo concreto de que quién habla es un tipo empapado de literatura, por ello no resulta extraño que García Márquez diga que “Fidel es un lector voraz, amante y conocedor muy serio de la buena literatura de todos los tiempos…”[3]. Afección que Castro desarrolla desde que estudia la licenciatura: “Cuando me dedicaba al estudio por entero, eran 15 o 16 horas diarias. Desayunaba, almorzaba y cenaba con el libro al lado, sin apartar la vista de lo que leía”[4] –confiesa Fidel.
Las lecturas que han concretizado la ideología del Comandante son diversas, él mismo señala que adquirió “…de Martí, inspiración, su ejemplo y muchas cosas más; pero recibimos, en esencia, la ética, sobre todo la ética. Cuando él dijo aquella frase, que nunca podrá olvidar: ‘Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz’, me pareció extraordinariamente bella aquella expresión, ante tanta vanidad y ambiciones que se percibían por doquier, de cuyo hecho toda la vida los revolucionarios debemos estar en guardia. Me apodero de esa ética. La ética como comportamiento, es esencial y una riqueza que no tiene límites. De Marx recibimos el concepto de lo que es la sociedad humana; de lo contrario, alguien que no lo haya leído o no se lo hayan explicado, es como si lo situaran en medio de un bosque, de noche, sin saber donde están los puntos cardinales. Marx nos mostró lo que era la sociedad y la historia de su desarrollo. Sin Marx, usted no puede encajar ningún argumento que interprete de forma razonable los acontecimientos históricos, cuáles son las tendencias y la evolución probable de una humanidad que no ha terminado de evolucionar socialmente”[5].
La literatura que más me gustaba de Marx, aparte del manifiesto comunista, eran la Guerras civiles en Francia, El 18 brumario, la Critica del Programa de Gotha y otros análisis de carácter político. Me impresionaba su austeridad, su vida abnegada y el rigor de sus investigaciones. De Lenin, El Estado y la Revolución y El imperialismo, fase superior del capitalismo. De Engels me impresionó mucho su obra sobre la historia de la clase obrera en Inglaterra… Dialéctica de la naturaleza, en el que habla que algún día el Sol se apagará, que el combustible que alimenta el fuego de esa estrella que nos ilumina se agotaría y dejaría de existir la luz del Sol.[6]
Si a Ulises lo cautivaron los cantos de sirena, a mí me cautivaron las verdades incontestables de la denuncia marxista.[7]
“Yo leí también –reconoce Fidel- los libros de Tolstoi y leía los libros de Dostoievski, todos los leí, parecía yo un masoquista yo leyéndome en una prisión el libro de Dostoievski, de si el hombre con una misma piedra de aquí para allá y de allá para acá, y el Príncipe idiota, Crimen y Castigo, Sepulcro de los vivos, todos. Y los libros de Tolstoi. ¡Qué excelente literatura rusa! Bueno debo decir la verdad, ya yo era marxista-leninista cuando inicié la lucha armada, lo fui, lo soy y lo seré, y nadie se extrañe de eso, porque no soy un dogmático, analizo los méritos que pueden tener las personas en la historia, nunca reniego de mis ideas, y soy capaz de ser crítico; pero no tengo nada que criticarles ni a Marx ni a Lenin, se los digo honestamente, ni a Engels le hago crítica, fue el primero que me enseñó que hasta las estrellas se apagarán cuando la energía se agote, y hay estrellas apagadas hace rato, mientras otras se alejan del presunto sitio de la gran explosión”[8].
“Las lecturas que el joven revolucionario hizo en la cárcel de Isla de Pinos, luego del asalto al cuartel Moncada, y que Manuel Vázquez Montalbán inventarió en Y Dios entró en la Habana: El capital de Marx, El Estado y la Revolución de Lenin, Los miserables de Victor Hugo, la Feria de las vanidades de Thackeray, Nido de hidalgos de Turgueniev, La estética trascendental de Kant, Julio Cesar de Shakespeare… (Cicerón, Polibio, Lutero, Locke, Monstequieu, Rousseau, Jefferson…), que conoció siendo estudiante de derecho en la Universidad de la Habana”[9].
El venezolano Arturo Uslar Pietri y el brasileño Jorge Amado. Del primero recuerda su lectura de las Lanzas coloradas, donde se describe la lucha de José Tomás Boves y los llaneros contra las fuerzas bolivarianas. Una vez más, lo que atrae a Fidel es la narración realista de la guerra: “Uslar Pietri -dice- parece describir hasta el tronar de la caballería avanzando por los llanos”. Sobre Jorge Amado, evoca su lectura de Prestes, el caballero de la esperanza, la biografía del oficial brasileño, a la que incorrectamente llama “novela”: “Jorge Amado escribió de la marcha aquella de Luis Carlos Prestes, una bella historia, El caballero de la esperanza, entre sus magnificas novelas…”.[10]
Así, las letras para Castro son lo que para mi hermano y amigo Victor Hugo González: “La lectura es más que historias emocionantes o datos históricos. Leer es aprender, es imaginar, pensar, vivir, enseñar, soñar, construir, aportar, entender, explicar, entre otras muchas cosas que otra actividad humana difícilmente puede otorgar”[11].
[1] Castro, Ruz Fidel. El diálogo de civilizaciones. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Haba 2007. p. 40.
[2] Rojas, Rafael. “La literatura como arma”. Revista Proceso. Edición especial n. 20. p. 42.
[3] Ibidem. p. 41.
[4] Palabras de Fidel Castro en su conversación con: Ramonet, Ignacio. Cien Horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Colección Tabloides. Tercera Edición. Editado por Juventud Rebelde. Imprenta Federico Engels. Cuba 2007. Capitulo 4. p. 5.
[5] Ibidem. Capitulo 4. p. 7. Op. Cit.
[6] Ibidem. Capitulo 4. p. 4.
[7] Ibidem. Capitulo 4. p. 7.
[8] Castro Ruz. Fidel. El diálogo de civilizaciones. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Haba 2007. pp. 64-65.
[9] Rojas. Op. Cit. p. 41.
[10] Ibidem. p. 42.
[11] González, Rodríguez Victor Hugo. Conciencia Comunitaria. Año 1. Número 1. Julio 2005. p. 22.
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HOMBRES IMPRESCINDIBLES: FIDEL Y EL “CHE”
Por: Liliana Mercado
La percepción de Fidel Castro, respecto de la figura de Ernesto Guevara de la Serna, conocido como “Che”, resulta relevante a la luz de que es precisamente el Comandante Castro, quien ha contribuido, de diversas formas, a consolidar en el “Che” –y su muerte- un emblema para la revolución cubana y para las luchas de izquierda en el mundo.
Mientras que la mercadotecnia “revolucionaria” ha colocado la figura del Che en playeras, posters, películas, libros, etc., Castro con su visión de estadista se ha apoyado en lo que és y fue el Che, para así, robustecer su propia idea de un hombre integro.
Por ello no resulta extraño que Fidel Castro relate que “Cuando éramos todavía un grupo muy reducido, cada vez que se necesitaba un voluntario para una tarea determinada, el primero que siempre se ofrecía era siempre el Che… Otra característica de él, sin duda, era esa previsión profética que demuestra cuando me pide que por razones de Estado no se le prohíba marchar después a su tierra natal para luchar por la revolución”[1].
Fidel reconoce en el Che a una figura sin temor a la muerte, a los riesgos, a los esfuerzos. “Yo tuve que hacer un esfuerzo para preservarlo, porque si le hubiese dejado hacer todo lo que quería hacer, no habría sobrevivido. Desde los primeros momentos se fue destacando. Cada vez que hacia falta un voluntario para una misión difícil, lograr una sorpresa, recuperar unas armas que debían rescatarse a fin de que no las ocupara el enemigo, el primer voluntario era el Che”[2].
Pero no sólo eso, Fidel reconoce que el Che “como hombre, como ser humano (era) extraordinario. Era, además una persona de elevada cultura y de gran inteligencia. Y también con cualidades militares. El Che fue un médico que se convirtió en soldado sin dejar de ser médico un solo minuto”[3].
Como medico de la expedición que se embarcó en el puerto de Veracruz, el Che en poco tiempo se convirtió en alto mando del ejército de Fidel Castro, dadas sus cualidades de perseverancia “enfermiza”, al respecto Castro relata la siguiente anécdota:
El Che padecía de asma. En las inmediaciones de la capital mexicana se yergue un volcán, el Popocatépetl, y él todos los fines de semana trataba de subir el Popocatépetl. Preparaba su equipo –es alta la montaña, más de 5 mil metros, con nieves perpetuas-, iniciaba el ascenso, hacía un enorme esfuerzo y no llegaba a la cima. El asma obstaculizaba sus intentos. A la semana siguiente intentaba de nuevo alcanzar la cumbre del Popo –como él le llamaba- y no llegaba. Nunca alcanzó la cima del Popocatépetl. Pero volvía a subir, para intentarlo de nuevo, y se habría pasado toda la vida en el afán de escalar el Popocatépetl. Realizaba un esfuerzo heroico, aunque nunca alcanzara aquella cumbre. Usted aprecia ahí el carácter. Aporta una idea de su fortaleza espiritual y su constancia.[4]
Por lo anterior, es que el Che contribuyó enormemente a la consolidación del triunfo revolucionario en Cuba, pero su quehacer no se limitó al ejercicio guerrillero, además, al lograr el derrocamiento del gobierno golpista de Batista, “El Che fue el creador del trabajo voluntario en Cuba. Todos los domingos se iba a realizar trabajo voluntario, un día en la agricultura, otro día en la construcción o ha probar una maquina. Hizo de todo. Mantenía estrechos contactos con los centros de trabajo, conversaba con los obreros, a veces iba a los muelles a las minas o a los cañaverales a cortar caña. Si se fabricaba una combinada y había que probarla, él se montaba en la combinada de caña; si había que construir, a él se le veía con una carretilla; si había que cargar sacos, él cargaba sacos. Nos dejó la herencia de aquella práctica que, con su ejemplo, conquistó la simpatía y la adhesión a ella de millones de nuestros compatriotas. ¡Un verdadero ejemplo! Son actitudes todas admirables. Me agradaban esas características del Che”[5].
Es quizás por lo anterior que para muchos resulta extraño que se haya dado la “separación” de Castro con el Che, aunque es la propia historia de vida de ambos personajes, la que arroja respuestas a éste suceso. Ya en la edición de septiembre-octubre, en CONCIENCIA COMUNITARIA decíamos: “Independientemente de la razón que haya tenido el Che para dejar la revolución Cubana y para despedirse de Fidel, ese acto incluso representa un ingrediente más de su congruencia: prefirió luchar en otro sitio para concretizar la libertad de otro pueblo, en lugar de quedarse en Cuba, como pudo hacerlo, y vivir como un héroe de la revolución”.
[1] Palabras de Fidel Castro en su conversación con: Ramonet, Ignacio. Cien Horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Colección Tabloides. Tercera Edición. Editado por Juventud Rebelde. Imprenta Federico Engels. Cuba 2007. Capitulo 7, p. 7.
[2] Idem.
[3] Idem.
[4] Idem.
[5] Ibidem. Capitulo 11, p. 14.
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¿Por qué no te callas?", Fidel Castro Ruz
Por: Octavio Aristeo López
Fidel Alejandro Castro Ruz, quien llegó al poder en enero de 1959 en Cuba, es ya el gobernante en ejercicio que más tiempo ha estado en el poder en todo el mundo, si se excluyen reyes y príncipes, según señalan algunos analistas, estos príncipes y reyes, podrían decir la famosa frase del rey Juan Carlos de España visiblemente enojado e intolerante señalando con la mano el presidente de Venezuela, Hugo Chávez: "¿Por qué no te callas?", mientras José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de España intervenía en la Sesión Plenaria de la XVII Cumbre Iberoamericana celebrada en Chile.
La mayoría de los gobiernos de Latinoamérica están enojados con las empresas españolas, al igual que Hugo Chávez, como es el caso de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, Evo Morales, Presidente de Bolivia y otros que no lo dicen abiertamente, pero lo manifiestan con actitudes, por lo mismo, el actual jefe de gobierno español, el socialista, José Luís Rodríguez Zapatero, ha garantizado que el Gobierno de España siempre ha respetado, respeta y respetará a todos los gobernantes elegidos democráticamente, y, por ello, siempre ha exigido, exige y exigirá el respeto a todos ellos. ¿Respetará a Fidel castro? Recorre ya una voz intolerante en el mundo "¿Por qué no te callas?", Fidel Castro Ruz.
Actualmente Fidel Castro lleva una gran amistad con el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, que hasta su vocero ha sido en algunas ocasiones, con quien ha firmado numerosos convenios de cooperación entre ambos países. El más destacado hasta el momento es el conocido como ALBA (Alternativa Bolivariana para América). Además Venezuela le proporciona el petróleo a Cuba.
Qué pasará con Fidel Castro cuando la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento), se instalé el 24 de febrero de 2008. Queda claro que por su enfermedad no buscará la reelección para presidir el Consejo de Estado cubano por otros cinco años, cargo que ocupa desde que en 1976 se crearon la Asamblea Nacional y el actual sistema de gobierno.
Se plantean dos alternativas: 1) Si no es reelecto seguirá como guía de la Revolución Cubana, y todo siga igual; 2) Podría Raúl Castro, tiene 76 años de edad, iniciar las reformas estructurales que necesite Cuba, bajo la tutela de Fidel.
Lo real es que existe un verdadero cuestionamiento del poder en el interior de las Fuerzas Armadas Revolucionarías (FAR), el Partido Comunista de Cuba (PCC), la Iglesia Católica, existen reuniones con trabajadores que terminan en críticas abiertas y reto a la autoridad, algo difícil de imaginar hace tan sólo un año. El cuestionamiento al poder toca también a la cúpula del Partido Comunista: varios secretarios provinciales encabezan la lista de los menos votados en sus territorios en las elecciones generales del 20 de enero de este año 2008.
Actualmente Castro preside el Consejo de Estado cubano, que convaleciente de una enfermedad en julio de 2006 le obligó a delegar provisionalmente sus cargos en su hermano Raúl, integrado por 31 miembros que son elegidos de cada uno de 614 diputados que ya fueron electos el 20 de enero de 2008, y que Raúl y Fidel ya fueron electos diputados y los 1, 201 delegados provinciales. También se eligieron delegados municipales en octubre de 2007.
Según el reporte de la Comisión Electoral Nacional, el abstencionismo en Cuba aumento de 2.36 a 3.11 por ciento, el abstencionismo electoral en otros países es de del 40 al 60 %. El padrón electoral fue de 8 millones 495 mil 917 electores, 8 millones 231.000 personas votaron, es decir, el 96.89 por ciento de los electores registrados. El informe, que omitió el número exacto de votos de cada candidato, también mostró que la mayoría de los 614 aspirantes al mismo número de asientos en la ANPP fue apoyado por más de 90 por ciento de los votos. Los candidatos se consideran electos si obtienen más de la mitad de los sufragios válidos, el 28 por ciento de los diputados electos proceden de los sectores obrero y campesino, con una edad promedio de 49 años.
El mundo esta atento a este proceso sucesorio situado a 140 Km. de los EEUU, es visto como pieza estratégica en la balanza de poder geopolítico. Además, porque la Revolución Cubana es inspiración y ejemplo internacional para algunos, que supuestamente allana el camino para la verdadera independencia de Latinoamérica, Cuba demuestra que es posible resistir toda forma de agresión de Estados Unidos, en el que todos los hombre, mujeres, niños y niñas de Cuba han hecho enormes sacrificios personales para vivir este sistema de gobierno, con sus problemas económicos y sociales, que algunos también dicen que se violan los derechos humanos y políticos, como a diario también se cometen en México, en Estados Unidos, en Irak, Israel, Palestina, etcétera. Sin que nadie dude de que el objetivo es ocupar los yacimientos de petróleo. Supuestamente existen 240 presos políticos en 2007, en 2006 existían 283, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que para diciembre de 2007 se calculó en 234 el número de disidentes encarcelados. Existen aproximadamente más de 1.5 millones de cubanos exiliados “gusanos” (en su informe anual la organización Human Rights Watch –HRW-, afirma que se violan más los derechos humanos en México).
Es de admirar que el pueblo cubano tenga resistencia ante el ilegal e inmoral bloqueo económico de Estados Unidos, que tanto sufrimiento y penuria le ha causado en las últimas cinco décadas a todos los cubanos, todo para doblegar a su gobierno que actualmente presenta una disyuntiva histórica en relación con el destino de Fidel Castro y que abre sus puertas tanto a gobiernos de derecha como de izquierda en América Latina y que apoya procesos de diálogo con la guerrilla Latinoamérica, tenemos el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o interviene en la solución de crisis entre países como Venezuela y Colombia, Venezuela y España. Pese a ello ahí están como pueblo.
El presidente cubano Fidel Castro habla, habla, y habla mucho quiere monopolizar la palabra, creo que esta realizando su testamento político, está atento en realizar escritos, documentales sobre los peligros del cambio climático y toma como ejemplo la ola de frío que azota China, una de las peores en las últimas décadas. Al enumerar los factores que complican la situación del planeta, Castro mencionó el crecimiento del consumo de petróleo, la escasez de alimentos y la explotación excesiva de los océanos y contaminación de las especies marinas con desechos químicos. También citó la "idea macabra" de convertir los alimentos en combustibles, las plagas y enfermedades, la falta de "planes racionales" de crecimiento familiar y de la sociedad en su conjunto, la ausencia casi general de educación y las armas de exterminio masivo. Afirma, critica, constantemente a Goerge W. Bush, hijo, sobre sus discursos, sobre sus ambiciones imperiales, además sobre la economía estadounidense, Castro comenta que "el desorden es consecuencia de la emisión de dólares sin límite alguno en un país cuya población gasta más de lo que ahorra y en un mundo donde la capacidad adquisitiva de la moneda de Estados Unidos se ha reducido extraordinariamente". También habla sobre México: "No desea recordar que a México le fue arrebatado más del 50 por ciento de su territorio en una guerra de conquista", dice el presidente cubano. No creo que olvide la frase de Vicente Fox Quesada “Comes y te vas”, en Monterrey, 2001.
"Y pretende –agrega Fidel Castro en relación a Bush- que nadie recuerde que en el muro de Berlín, durante sus casi 30 años de existencia, murieron menos personas tratando de ingresar al 'mundo libre' que los latinoamericanos que están muriendo ya -no menos de 500 cada año- al tratar de cruzar la frontera (de EE.UU.) en busca de trabajo".
Fidel Castro tienes 83 años de edad, ya esta viejo, es un ser milenario único, universal, algunos dicen que es el Porfirio Díaz de Cuba, que quieren regresar algunos mexicanos de Europa a México, escondido en el equipaje diplomático de los sueños. Es muy activo a pesar de su edad, una edad que pesa, le pesa. Su gestión como gobernante de Cuba ha sido la causa de un polémico e intenso debate entre sus opositores y sus partidarios.
Se estima que su hermano Raúl Castro es el candidato más firme a su sucesión. Es necesario resaltar que su hermano Raúl Castro, que ocupó altas responsabilidades en el asalto al cuartel Moncada y en las luchas en la Sierra Maestra, es ministro de Defensa, primer vicepresidente del Consejo de Estado y vicepresidente del Consejo de Ministros. Fidel Castro es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (del que Raúl es segundo secretario).
La renuncia de Fidel Castro ha presidir el Consejo de Estado cubano por otros cinco años, ha desatado una serie de reacciones de todo tipo en Estados Unidos, Europa, Asia, África y América Latina, amigos y enemigos, todos esperando una transición a la democracia, por supuesto con la intervención de los que buscan ésta transición no del pueblo cubano, surgirán miles de voces diciendo que son voces del pueblo y que no buscan el poder. Porque ahora están afirmando: “el problema de la isla 'no es Fidel sino su obra'”. Entonces la idea es acabar con la Revolución cubana, porque también la libertad de expresión no existe en su totalidad en los Estados Unidos que es “paladín” de la democracia, ni existe el derecho de entrar y salir libremente del país. A esto se le llama “mundo civilizado”, la instalación del libre mercado en Cuba.
Recordemos que Fidel Alejandro Castro Ruz, nació en el barrio de Birán, Mayarí, Cuba, el 13 de agosto de 1926, un poblado de la antigua provincia de Oriente en 1926, su padre de origen gallego, Ángel Castro Argiz, casado en segundas nupcias con Lina Ruz González, descendiente de canarios. Ambos sin estudios, aprendieron a leer en su madurez.
Ingresó en la Universidad de la Habana el 4 de septiembre de 1945 llegando a matricularse en tres carreras (derecho, derecho diplomático y ciencias sociales) con la intención de obtener una beca para estudiar en Europa o EE. UU. Sus primeros pasos en la política fueron en el ámbito universitario.
Contraería matrimonio con Mirta Díez-Balart estudiante de filosofía. Realizan su viaje de bodas a Nueva York. De este matrimonio nacerá su primer hijo, Fidel Félix Castro Díaz-Balart.
En 1950 obtuvo su diploma en leyes. En 1951, se suicidó Eduardo Chibás, líder del Partido Ortodoxo, con el que Castro había simpatizado desde sus años universitarios. En junio de 1952 se presentó por este partido como candidato independiente a ocupar un lugar en el Parlamento, por una circunscripción de La Habana, pero el golpe de Estado del general Fulgencio Batista derrocó al gobierno de Carlos Prío Socarrás y anuló las elecciones. El golpe —avalado por el gobierno estadounidense, que reconoció rápidamente a Batista— provocó la desazón de Castro, quien utilizaría sus contactos en el ala izquierda del Partido Ortodoxo para aglutinar a un grupo de jóvenes de tendencia marxista que protagonizarían en el futuro el asalto al Cuartel Moncada.
En marzo de 1952, Fidel Castro denunció a Batista ante un Tribunal de Urgencia por violar la constitución. En ella exponía que los delitos cometidos eran competencia de aquel tribunal y sobre la posible actuación de éste argumentó: “Si existen tribunales, Batista debe ser castigado, y si Batista no es castigado (...) ¿cómo podrá después este tribunal juzgar a un ciudadano cualquiera por sedición o rebeldía contra este régimen ilegal producto de la traición impune?” Esto demuestra que Castro siempre creyó en el Estado de Derecho y en sus instituciones.
Los tribunales rechazaron la demanda, por lo que Castro entendió que se legitimaba la lucha armada como única vía posible para derrocar la dictadura. ¿Cómo puede pedir legalidad un gobierno que no respeta la Constitución de su país?, ¿Cómo participar en al vida política de un país si sólo gobierna una élite?, no hay otro camino que la lucha armada, porque el ejército no apoyará al pueblo sólo al gobierno en turno. Esto permitió que Fidel Castro, un joven sin “importancia” trascendiera a la vida pública cubana e internacional por su participación en la vida política, y especialmente tras el asalto al Cuartel Moncada en 1953.
Castro participó de la elaboración de un ataque armado contra los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo (como avanzada para combatir el contraataque), ambos en la provincia de Oriente el 26 de julio de 1953.
El intento fracasó —entre otros factores— porque se perdió el factor sorpresa muchos fueron atrapados, aunque Castro consiguió escapar con algunos hombres a la Sierra Maestra, pero fueron perseguidos hasta que Fidel Castro fue hecho prisionero, juzgado y sentenciado a quince años de prisión. (En el alegato final del juicio, Fidel Castro pronunció un discurso conocido como «La historia me absolverá», en el que defendió sus acciones y explicó sus puntos de vista políticos, entre otras cosas dijo:” ¿En qué país está viviendo el señor fiscal? ¿Quién le ha dicho que nosotros hemos promovido alzamiento contra los Poderes Constitucionales del Estado? Dos cosas resaltan a la vista. En primer lugar, la dictadura que oprime a la nación no es un poder constitucional, sino inconstitucional; se engendró contra la Constitución, por encima de la Constitución, violando la Constitución legítima de la República. Constitución legítima es aquella que emana directamente del pueblo soberano. Este punto lo demostraré plenamente más adelante, frente a todas las gazmoñerías que han inventado los cobardes y traidores para justificar lo injustificable. En segundo lugar, el artículo habla de Poderes, es decir, plural, no singular, porque está considerado el caso de una república regida por un Poder Legislativo, un Poder Ejecutivo y un Poder Judicial que se equilibran y contrapesan unos a otros. Nosotros hemos promovido rebelión contra un poder único, ilegítimo, que ha usurpado y reunido en uno solo los Poderes Legislativos y Ejecutivo de la nación, destruyendo todo el sistema que precisamente trataba de proteger el artículo del Código que estamos analizando.”
Tras 22 meses de prisión fue liberado durante la amnistía general de mayo de 1955 y se exilió en México y en los EE. UU. Regresó a Cuba con otros 82 miembros del denominado Movimiento 26 de Julio, el 2 de diciembre de 1956 a bordo del yate Granma con la intención de invadir la isla. Sin embargo, la acción fracasa al retrasarse dos días el desembarco. Ya alertado, el ejército se despliega en la zona a la espera de los expedicionarios. A los pocos días del desembarque son sorprendidos en Alegría del Pío. Los pocos sobrevivientes (entre ellos, Ernesto Che Guevara, Raúl Castro, Juan Almeida y Camilo Cienfuegos) se retiraron a la Sierra Maestra, desde donde comenzaron una guerra de guerrillas contra el gobierno de Batista.
En el año 1957, Fidel Castro firmó el Manifiesto de la Sierra Maestra en el que se comprometió a «celebrar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregarle el poder inmediatamente al candidato que resulte electo» en el evento de que su movimiento llegase al poder.
El 1 de enero de 1959, se proclama el triunfo de la revolución cubana. Fidel Castro hace su entrada triunfal en La Habana el 8 de enero, donde dice: “Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo.”
Se convierte en Comandante en Jefe del Ejército de Cuba desde el 8 de enero de 1959.
Intenta e intenta obtener buenas relaciones con EE.UU. y, al no conseguirlo, por la aprobación de la primera Ley de Reforma Agraria porque afectó seriamente intereses de propietarios estadounidenses (y de cubanos) y por las acciones del presidente estadounidense Dwight Eisenhower que aprueba diversas medidas propuestas por el Departamento de Estado y la CIA para emprender acciones encubiertas contra Cuba, que incluyen ataques piratas aéreos y navales, la promoción y apoyo directo a las organizaciones contrarrevolucionarias dentro de Cuba. También se establece como objetivo la eliminación física de Castro, los hechos del 21 de octubre de 1959 en el que dos aviones que habían despegado desde el aeropuerto de Pompano Beach, en Florida, ametrallan sobre La Habana, matando a dos niños e hiriendo a otras 45 personas. El 28 de octubre de 1959 muere Camilo Cienfuegos en un accidente aéreo al regresar a la capital desde Camagüey, tras reprimir un intento sedicioso protagonizado por Huber Matos (jefe del regimiento militar de la provincia). Los servicios de inteligencia cubanos han contabilizado hasta el pasado año 2007 un total de 638 intentos de asesinato contra Fidel Castro en distintas fases de desarrollo, llegando a ejecutarse más de un centenar. Junto a los planes de asesinato se idearon por parte de la CIA otros intentos para afectar a su imagen ante el pueblo, como es el caso de ponerle unos polvos en los zapatos para que se le cayese la barba (que en aquellos años era un símbolo revolucionario) o rociar un estudio de televisión con LSD para que perdiera la compostura mientras hablaba e intentaron colocar una píldora de cianuro en un batido de chocolate, Otro de los métodos más publicitados fue el empleo de puros habanos, tanto venenosos como explosivos, empleados por su conocida afición (hasta que dejó el tabaco en los años setenta). Otros intentos contabilizados fueron dispararle con un bazuca mientras daba un discurso, ametrallarlo con una falsa cámara, envenenarlo con un bolígrafo-jeringuilla o el reciente intento de explosionar una tribuna en el que debía dar un discurso en su visita a Panamá en 2000, también trataron de aprovechar su afición al buceo utilizando un traje de buzo envenenado. En su defecto, otros chistosos, decidieron emplear explosivos con forma de moluscos con colores llamativos, pero no encontraron moluscos suficientemente grandes, etcétera. Un intento que alcanzó publicidad a nivel internacional fue el reclutamiento de Marita Lorenz, una ex-amante de Fidel, por parte de la CIA para que lo envenenara. Cuando llegó hasta él, Castro le preguntó si iba a matarlo, a lo que ella contestó que sí. Entonces Castro le dio una pistola para que lo hiciera, pero ella fue incapaz.
En opinión de Fidel Castro (al ser preguntado en la película documental Comandante, de Oliver Stone), la causa de su supervivencia es que los terroristas eran mercenarios que tenían miedo a morir si ejecutaban el asesinato, o a no disfrutar la recompensa.
El 17 de marzo de 1960, el presidente Eisenhower ordena la preparación de hombres para invadir la isla.
A Castro no le queda de otra alternativa para sobrevivir la Revolución Cubana que buscar alianzas con la Unión Soviética, es cuando en febrero de 1960 el viceprimer ministro soviético Anastas Mikoyan visita Cuba y concede un crédito de cien millones de dólares, además de firmar tratados para la compra de azúcar y la venta de petróleo. El 8 de mayo se reanudan las relaciones diplomáticas con la URSS, interrumpidas por Batista en 1952. En esta época recibe la visita de los filósofos franceses Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir.
El 29 de junio de 1960, el gobierno cubano confisca las refinerías de Texas Oil Company, Shell y Esso, tras negarse a procesar el petróleo soviético. El 6 de julio, el presidente de EE. UU. decreta rebaja de 700 000 toneladas de azúcar de la cuota cubana en el mercado de ese país. Dos días más tarde, el senado estadounidense faculta al presidente Eisenhower para suspender todo tipo de ayuda a países que confiscaran propiedades estadounidenses. Como reacción, el Consejo de Ministros cubano acuerda otorgar poderes al presidente de la República y al primer ministro para confiscar las propiedades estadounidenses. El 6 de agosto, Fidel anuncia la confiscación de gran número de empresas estadounidenses, incluyendo las refinerías de petróleo, 36 centrales azucareros y las compañías de teléfonos y electricidad.
El 2 de septiembre expone en la Plaza de la Revolución la Primera Declaración de la Habana como respuesta a la censura hecha a Cuba en la reunión de cancilleres de la OEA, en San José de Costa Rica, ante la decisión del Gobierno cubano de establecer relaciones con la Unión Soviética. Supuso el aislamiento diplomático entre Cuba y todos los países miembros, a excepción de México.
El 18 de septiembre de 1960 viaja a Nueva York para acudir al XV periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. El siguiente día, la dirección del hotel Shelbourne (en el que se alojaba la delegación cubana) notifica a Castro que deben abandonar ese establecimiento. La delegación acepta el ofrecimiento del propietario del Hotel Theresa, en el barrio neoyorquino de Harlem. En él, recibe al presidente soviético Nikita Jrushchov, al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, al primer ministro indio Jawaharlal Nehru y al dirigente negro Malcolm X. Jrushchov, al ser preguntado sobre si Castro era comunista responde: «No sé si Fidel es comunista, pero yo soy “fidelista”».
El 15 de octubre Castro dispuso la confiscación de la propiedad urbana, medida que afectó a intereses estadounidenses, y cuatro días después Washington respondió prohibiendo las exportaciones a la isla, salvo ciertos alimentos, medicinas y suministros médicos. Al embargo se añadió el boicot total cuando el 16 de diciembre de 1960, Eisenhower redujo a cero la cuota azucarera. Finalmente, el 3 de enero de 1961 EE. UU. rompió las relaciones diplomáticas con Cuba, de aquí se piense seriamente en la invasión de Bahía de Cochinos en 1961.
En enero de 1961 comienza el mandato presidencial de John Fitzgerald Kennedy, que hereda de la administración anterior los planes de invasión. El 15 de abril ocho aviones A-26 Invader (con insignias cubanas) bombardean los aeropuertos militares de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el Antonio Maceo de Santiago de Cuba. El día siguiente, en el sepelio por las víctimas del bombardeo, Fidel define como socialista el proceso revolucionario y, ante la inminencia de la invasión, afirma: “Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!”
Por lo que las circunstancias motivan en 1961 la adopción del marxismo por el gobierno revolucionario, estableciendo el primer régimen socialista de toda América. “Iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte. Sólo que ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria. Y la disyuntiva nuestra sería «patria o muerte».” Castro era un enigma ideológico para los Estados Unidos, hasta esta fecha se define.
La madrugada del 17 de abril de 1961 desembarcan en Playa Girón y Playa Larga (en la Bahía de Cochinos) una expedición de alrededor de 1500 hombres de la denominada «brigada 2506» escoltados por sus buques y ante escasa resistencia. Horas después paracaidistas son transportados tierra adentro para ampliar la zona invadida. El grupo había sido reclutado entre latinos, mayoritariamente cubanos, y entrenado en Nicaragua por la CIA. La expedición partió desde Guatemala, lo que sirvió a la diplomacia estadounidense para negar cualquier conocimiento del asunto en Naciones Unidas, aunque posteriormente Kennedy reconoció la participación de su gobierno.
El día 18 de abril se produce la contraofensiva de las fuerzas cubanas dirigidas por Fidel Castro desde el propio escenario de los hechos. La invasión fracasa 72 horas después de haber comenzado, caen presos 1197 combatientes que serán juzgados y devueltos a EE. UU, a cambio de una indemnización en medicinas y alimentos (lo que se conoció popularmente como «compotas por mercenarios»).
El 30 de noviembre 1961, Kennedy autoriza la Operación Mangosta, un programa de guerra subversiva, que comprendía acciones de guerra económica, guerra de inteligencia y psicológica, de apoyo a grupos armados, de organizaciones políticas contrarrevolucionarias. El 3 de enero de 1962 Fidel castro es excomulgado por el Papa Juan XXIII, en aplicación del decreto de 1949 de Pio XII que prohibía el apoyo de los católicos a gobiernos comunistas.
El 31 de enero de 1962, en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, celebrada en Punta del Este (Uruguay), se aprobaron una serie de resoluciones por las que se declaraba la incompatibilidad entre el carácter marxista-leninista del gobierno cubano con su pertenencia al Sistema Interamericano. El 4 de febrero, como respuesta a la expulsión de la OEA, Fidel proclama la Segunda Declaración de la Habana en la actual Plaza de la Revolución. El texto, que analiza el efecto del colonialismo y el imperialismo sobre América Latina, acusa a la OEA de ser «un ministerio de colonias yanquis».
El 7 de febrero de 1962, EE. UU. impone sobre Cuba un embargo comercial, económico y financiero.
Ante esto, la URSS vio en Cuba la base necesaria para el apoyo a nuevas oleadas revolucionarias pro-soviéticas en países americanos, así como por su cercanía a Florida, la operación fracasada de Bahía de Cochinos dio muestras inequívocas de la oposición de EE.UU. a un gobierno comunista a escasos kilómetros de sus costas, una base militar desde donde poder amenazar a los EE.UU. sin que éstos tuvieran tiempo de reacción, igualando así la amenaza que significaba para los soviéticos los misiles estadounidenses emplazados en Turquía, estado fronterizo con la URSS. Por ello, el líder soviético Nikita Jrushchov y su gobierno decidieron asegurar la isla con la instalación de bases de misiles, con capacidad para alcanzar a los EE.UU. y dispuestos para llevar cabezas nucleares. El gobierno cubano, ante la posible existencia de un plan para la invasión directa de los EE.UU. tras la fallida invasión mercenaria, acepta el emplazamiento a pesar de su inicial oposición a que el acuerdo fuese secreto. La instalación fue descubierta por las fotografías de un avión espía estadounidense, tras lo que Kennedy ordenó establecer una cuarentena y un cerco alrededor de la isla, desplegándose barcos y aviones de guerra estadounidenses. Jrushchov dirigió un mensaje a Kennedy el 24 de octubre: «...la URSS ve el bloqueo como una agresión y no instruirá a los barcos que se desvíen»; pero en las primeras horas de la mañana, los buques soviéticos regresaron o alteraron sus rutas.
Ante la problemática de tal enfrentamiento en el contexto de la Guerra Fría, Castro, en carta de 26 de octubre, dice a Jruschov que emplee el armamento nuclear. Según Castro, fue un problema de traducción del embajador ruso. Según cuenta él en la película documental Comandante, él pedía el uso de armamento nuclear en caso de invasión de los EE.UU. El gobierno cubano exigía el cumplimiento de 5 puntos para la retirada de los misiles: el fin del bloqueo, el fin de los ataques piratas, el fin de la guerra sucia, el fin de los planes subversivos y la retirada estadounidense de la Base Naval de Guantánamo.
Sin embargo, Jrushchov propuso a Kennedy el desmantelamiento de las bases soviéticas de misiles nucleares en Cuba, a cambio de la garantía de que EE.UU. no invadiría a Cuba ni apoyaría operaciones con ese fin, y del desmantelamiento de las bases de misiles nucleares estadounidenses en Turquía, condiciones que Kennedy aceptó. Castro se sintió molesto por no tener en cuenta la opinión de Cuba en las negociaciones. En su opinión, resultó incoherente que la moneda de cambio fuesen los misiles de Turquía con que la causa de los misiles era la defensa de Cuba, por lo que debía haberse exigido el cumplimiento de los cinco puntos. Fidel Castro se siente utilizado y tiene diferencias profundas con Ernesto “Che” Guevara, por lo que se separan. A pesar de esto todavía Castro extraña a la URSS, como contrapeso del imperio norteamericano, ya le pesa esta carga, ser contrapeso del imperialismo norteamericano, sus aliados le retiran su apoyo como México, otros aparecen como Venezuela y Bolivia, pero México es estratégico por su cercanía con los Estados Unidos
Fidel Castro es una figura singular, que provoca tanto poderosas adhesiones como un violento rechazo. Los seguidores de Castro elogian su programa de desarrollo y de eliminación de la desigualdad social —que según ellos ha elevado los índices de salud, deporte, arte y educación de la isla—, así como su oposición frontal al modelo de política internacional que lidera EE. UU. En su país, Castro ha dirigido importantes reformas: económicas, como la nacionalización de las grandes empresas, la centralización de la economía, la reforma agraria, la colectivización y mecanización de la agricultura y políticas urbanas (permitiendo el acceso a la vivienda a grandes capas de la población por un tiempo, aunque en la actualidad existe una escasez de viviendas), sanitarias (las cuales han sido el objeto de una polémica puesto que algunas fuentes —OPS (Organización Panamericana de la Salud) entre ellas— han informado un deterioro alarmante en el sistema de agua y alcantarillado de la isla) y el sistema de salud en Cuba se ha convertido en uno de los mejores de América. La tasa de mortalidad infantil en Cuba (de 5,6 por cada mil niños nacidos) es la más baja de América, educacionales (destacando la campaña de alfabetización que redujo el analfabetismo de un 20% en 1957 al casi 0% que informa el gobierno en la actualidad). Cuba ha exportado su sistema de alfabetización a países como Argentina.
Sus opositores critican el sistema de partido único, propio del comunismo al estilo soviético calificando a Castro como un déspota y dictador, ya que sostienen que Castro: habría cometido numerosas violaciones a los derechos humanos, no habría cumplido las promesas que hizo antes de llegar al poder en la Constitución de 1940 (votada por todo el pueblo cubano) no se había concretizado el sistema socialista que estableció Castro en la isla, habría mantenido a Cuba en el Tercer mundo. (Ya que desde el golpe de estado de Batista, Cuba era conocida como «el prostíbulo de EE. UU.»). Según otros, antes de la revolución (1959), Cuba estaba en el Primer mundo, y Castro la habría arrastrado hasta el Tercero, habría tolerado la corrupción de los burócratas del estado, habría administrado mal la economía de Cuba, así pues, según los opositores de Castro, las supuestas conquistas de la revolución son una ficción.
Pasara el tiempo y siempre se escribirá sobre Fidel Castro, ya tiene un lugar en la historia del siglo XX. Se elaborarán documentales, se conocerán más traiciones, como el estudio inédito en la historia de México de Jefferson Morley, ex reportero de The Washington Post y experto en desclasificación de documentos reservados, en el que señala la actividad política de Winston Scott y la historia oculta de la CIA en México. Winston Scott fue jefe de la estación de la CIA en México entre 1956 y 1969, y amigo de los presidentes Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y de Luís Echeverría Álvarez. Así surgirán más secretos sobre la Revolución cubana, así el libro "Memorias de un obispo, los primeros meses de 2002", obra del ex presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Baltasar Porras, que siguió de cerca las negociaciones dónde se dice que Fidel Castro le pidió apoyo al gobierno español para ayudar a Hugo Chávez, ya existe filmografía como la serie documental Cuba: Caminos de revolución (2004) es una producción del ICAIC, Moi Fidel Castro (2004) es una serie de entrevistas realizadas por Ignacio Ramonet y dirigidas por Axel Ramonet para la televisión y posteriormente publicadas en DVD, Looking for Fidel (2004), es la continuación de Comandante, también dirigida por Oliver Stone en la que el director estadounidense vuelve a Cuba para preguntar a Castro, en un tono más duro, por las polémicas detenciones y los 3 fusilamientos de abril de 2003. Comandante (2003), es una película documental dirigida por Oliver Stone en la que se resumen 30 horas de entrevistas a Fidel Castro sobre varios aspectos de su vida. Fidel: La historia no contada o Fidel (2001) es un documental estadounidense de Estela Bravo en el que se recopilan algunas imágenes de la vida de Castro, así como del proceso revolucionario, con comentarios de intelectuales y celebridades de EEUU. Mi hermano Fidel (1977), El octubre de todos (1977) o Y la noche se hizo arcoiris (1978). 2007: Dios o demonio, es una película hispano-mexicana dirigida por Alejandro González Padilla en la que Juan Luis Galiardo representa a un Fidel Castro que llega a Miami donde vive en el anonimato. Así seguirán elaborando producciones escritas, videos, películas, etcétera, sobre la vida de Fidel Castro y La Revolución Cubana. Esto no le permitirá callarse, hablará a través del tiempo.
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CUBA DEMOCRATICA
Por: Victor Hugo González Rodríguez
Un día de crisis forma más conciencia que 10 años de transcurrir del tiempo, que 10 años sin crisis.
Fidel Castro
En diversos momentos de la historia del hombre, se ha recurrido a diferentes discursos que abanderan temáticas o circunstancias que tratan de “justificar” o “legitimar” el mundo occidental, el tema de la democracia responde a una de esas justificaciones o legitimaciones que el mundo occidental utiliza para atacar, desprestigiar y aniquilar adversarios.
Durante la segunda guerra mundial el discurso nazi de una raza pura fue blanco de persecución a los llamados arios, posteriormente, durante la guerra fría, los perseguidos dejaron de ser los israelíes y entonces los esfuerzos se dirigieron en contra de los “comunistas”. Con la caída del muro de Berlín, las sociedades mundialmente fueron mutando “todas” en capitalistas y poco a poco el antes llamado bloque socialista, fue extinguiéndose.
Entonces los esfuerzos de los países occidentales, particularmente los Estados Unidos, se enfocan en el tema del “terrorismo”, basado éste –según el propio mundo occidental- en la nula democracia de los países terroristas, así como la sistemática violación a los derechos humanos que estos practican.
En esta tesitura, es que la isla de Cuba ha sido severamente cuestionada, criticada y atacada bajo el argumento occidental de que el gobierno de Fidel Castro no es democrático. Sin embargo, como se ha vislumbrado, esta percepción es resultado de una guerra declarada abiertamente entre Estados Unidos y la isla, dado que por más esfuerzos hechos por parte de los gobiernos estadounidenses, Cuba no ha podido ser alineada a los mandatos de la casa blanca, del FMI y del BM, como casi todo el continente americano lo hace (incluyendo a México).
El “discurso” de la falta de democracia en Cuba es claramente una demagogia persuasiva que Estados Unidos ha tratado de inculcar en todo el mundo. Sus esfuerzos por desacreditar a Cuba no han sido en vano, de cada diez mexicanos mayores de 18 años, 12 aseguran que en Cuba no hay democracia, 5 cinco no saben y a 1 no le importa. El sustento de dicha afirmación, señalan los encuestados, se basa en el argumento de que “en Cuba no cambian de presidente”, es decir, la idea de la democracia, los encuestados la traducen en su mínima expresión: el cambio en el ejecutivo federal[1].
Es evidente que el hecho de no cambiar de presidente de la republica, y por ello considerar que Cuba no es democrática, es una aberración doctrinal y desde luego practica, porque hasta el concepto básico de democracia, que se remonta a los griegos, y que se traduce en: “gobierno del pueblo”, resulta, en esta tesitura, de mayor amplitud en relación a la percepción de los encuestados por la Coordinación de Investigación y Estadística de CUEDEC A.C.
No obstante lo anterior, si nos atreviéramos a aceptar que democracia es el gobierno del pueblo, en Cuba, sin duda alguna, se vive una democracia. No sólo por el hecho de que es precisamente el pueblo quien inicialmente consigue el poder como resultado de una lucha revolucionaria, además, contemporáneamente en Cuba con regularidad hay elecciones, donde incluso el papel de Castro como gobernante es votado por la población, que a diferencia de la mayor parte de los países del continente americano (y de casi todo el continente Europeo) acuden casi el total de los empadronados a las urnas.
Sin embargo lo anterior también parece simplista, sobre todo porque la democracia no debe ser reducida en su definición al “gobierno del pueblo”, pues de hacerlo, entonces se contribuiría también a la idea occidental de justificación y legitimación de los gobiernos como el estadounidense y el mexicano, que por el hecho de que existen elecciones, presumen ser democráticos (es claro que nos referimos a la democracia política).
Existen muchos más aspectos que deben ser considerados al estudiar la democracia. El concepto de democracia en primera instancia debe entenderse como:
Un sistema de vida fundado en el desarrollo integral del pueblo: basado en una equitativa distribución del ingreso y la riqueza; si respeto y satisfacción de los derechos de vivienda, educación, salud, diferencia y respeto étnico, libre organización, libertad de tránsito, respeto a la manifestación de ideas, de culto, al trabajo, a la salud, la igualdad, participación para el pueblo; y, determinación del pueblo en las cuestiones de interés común, a través de un debate informado entre todos sus miembros, consolidando una estructura jurídica y un régimen político acorde con sus intereses colectivos.[2]
Por lo que con base a ello, dentro del desarrollo de mi tesis de Licenciatura probé que México no es un país democrático, porque en el terreno práctico no se cumplen los extremos de la definición propuesta. Sin embargo, en relación a la citada percepción de democracia, analizaremos si Cuba es o no democrática.
En Cuba no existen problemas de vivienda, salud, educación y/o desempleo. De hecho, la educación y los avances en el terreno de la salud en Cuba, son reconocidos en todos el mundo. “Uno de los mayores logros de Fidel fue asegurar a la población cubana los tres derechos fundamentales, en este orden: alimentación, salud y educación… (en Cuba) no hay miseria, familias y niños en las calles, analfabetos y gente sin asistencia médica por no tener dinero”[3].
Un ejemplo de los avances en el terreno de la salud cubana, lo describe el propio Fidel Castro: “Nuestro país a fines de este año tendrá la capacidad de operar no menos de 5 000 ó 6 000 pacientes diarios, en 24 centros que tienen ya su equipamiento completo y de los más modernos. Estamos todavía en la fase de entrenamiento. Si un país bloqueado como Cuba puede prestar ese servicio, ¿por qué no lo prestan otros países?, es la pregunta que hay que hacerse. Porque millones quedan ciegos y ¿Quién los atiende? El que queda ciego en Cuba tiene por lo menos la atención de la seguridad social”[4].
El que se queda ciego, no se queda sin ayuda; el que tuvo un accidente, el que se queda invalido o el que nació con una incapacidad, o el que la adquirió después sufren una incapacidad a veces total, todos reciben ayuda.
En otros lugares se quedan ciegos, ¿y qué Estado los ayuda? ¿Qué organización?, únicamente las organizaciones caritativas de la iglesia. ¿Cuántos ciegos andan por las calles, cuántos niños ciegos o inválidos, limpiando parabrisas, pidiendo limosna?[5]
La base de los avances médicos en Cuba, reflejados en la labor de sus profesionistas y en las instalaciones y tratamientos que ofrecen al pueblo cubano y a otras naciones, incluyendo México, se sustenta en la educación. “La revolución cuenta actualmente, por lo menos, con más de tres profesionales o intelectuales –médicos, ingenieros y demás- de nivel superior por cada ciudadano que tenía el sexto grado aprobado en 1959”[6]. “Decenas de miles de médicos y los cientos de miles de profesionales universitarios que la revolución ha formado”[7].
Hasta ahora, ¿por qué para nosotros la educación es lo fundamental? Porque el hombre nace lleno de instintos. La educación es el proceso de inculcación de valores a ese ser que nace lleno de instintos. No lo eduque, déjelo solo en una incubadora, una maquina que lo cuide, y lo alimente y verán qué educación tiene, sí puede salir de allí lo que la imaginación de los cineastas norteamericanos crearon: Tarzán, el hombre mono, aquel de nuestras películas de la infancia que no se sabe cómo nació en un lugar de África, y así nos educaron con Tarzán, el hombre inteligente rodeado de tribus que tenían las calderas listas para comerse unos a otros… La educación es la inculcación de valores positivos creados por el ser humano.[8]
Los avances de Cuba en materia educativa serían parciales si se considerara únicamente ésta desde su aspecto formal. La realidad es que el gobierno de Fidel Castro también ha dado excelsos ejemplos de la educación informal y no formal. “El 62% de las horas de televisión que se transmiten en Cuba son educativas… divulgadoras de educación, de cultura y de información, y una cultura sana; pueden ser recreativas, pero también tratamos de que la cultura sea un instrumento de educación, tratamos de que la cultura sea una siembra de valores, tratamos de que una buena película que se haya hecho en cualquier lugar del mundo se conozca, se conozcan sus valores y quienes los crearon”[9].
Lo anterior contrasta con la televisión mexicana, país que por una parte “critica” severamente la “falta” de democracia cubana, mientras su televisión es: ”la televisión privada tiene un conjunto de series y programas cuyos contenidos se caracterizan por su banalidad o bien por tratar de influir políticamente en los públicos y en los políticos. Dejando a un lado los noticiarios, ninguno de los cuales satisface medianamente la necesidad de estar informados, la pobreza de la televisión abierta apabulla: sale al aire una gran cantidad de revistas hibridas, con chismes de actores, espectáculos, consejos para el hogar y la salud. La mayor parte se producen con escasos recurso y el resultado es deleznable, tanto en lo estético como en las ideas y sentimiento expresados. Ni las telenovelas, en otro tiempo la joya de la corona en la industria televisiva, logran índices de calidad, tanto en Azteca, que pone en pantalla tres al día en canal 13, como en Televisa, que llega a cuatro en su canal de las estrellas. Y aun así, dentro de la carta programática podemos otorgarles a ciertas emisiones el calificativo de las peores, pues atentan directamente contra la dignidad y el decoro de las personas, son discriminatorias, promueven la misoginia y la homofobia, se burlan de los indígenas, de los pobres y de los diferentes. La mayoría de los sketches cómicos suelen incluir rasgos de exclusión y burla. Sin embargo, en el extremo de la lista se encuentran los que directamente promueven la pornografía y la prostitución… hoy en cable salen en pantalla mujeres semidesnudas ofreciéndose en un teléfono celular. Asimismo están presentes líneas para homosexuales que se publicitan abiertamente… en los canales abiertos el problema es mayor, pues casi todo el país tiene acceso a esas frecuencias y por esta se divulgan series como Incógnito que conduce Facundo en Canal 5, abundan la violencia física y verbal entre los protagonistas. Las mujeres son el blanco reiterado de la mofa, de la vulgaridad de los chistes, del trato soez, en especial las trabajadoras domésticas a las cuales llaman “gatas”. El consumo de alcohol sin medida es celebrado como un rasgo de hombría, y se le justifica en diversas situaciones. Los discapacitados y ancianos aparecen en sus versiones estereotipadas para burlarse de sus limitaciones. Hay concursos degradantes”[10].
Pero los estados Unidos en el tema de la información o la comunicación no se excluyen de su realidad que evidencia su falta de democracia. “¿Hasta qué punto el pueblo norteamericano ha tenido derecho a una información objetiva? ¿No es eso una brutalísima violación de los derechos humanos, prohibirle a una nación una información objetiva?”[11].
Nosotros sabemos lo que somos, de sobra sabemos lo que somos, lo que sentimos, lo que hemos hecho toda la vida, y los principios que han regido nuestra conducta. ¿Qué es la politiquería?, son los pasquines, es la compradera de voto. Todo mundo sabe que para ser presidente de Estados Unidos debe tener no menos de 300 millones, para ostentar un cargo, se mide en dinero y los que no pueden reunir 200 millones ya renuncian en medio de la campaña; llaman a esa basura democracia. Al menos en nuestro país vota más del 95% de las personas, y no hay publicidad comercial, ni pasquines que ensucien las calles, lo cual está contra la higiene mental y contra el paisaje: “Vote por fulanito, es un santo, va para tal lugar en el cielo. Nunca se ha robado un centavo y jamás se lo robará” –y así por el estilo-, “tiene todas las virtudes del mundo”. De milagro no está en el santoral de la Iglesia. Así todas las mentiras inventadas en el mundo son los métodos de publicidad con que se desarrolla esa supuesta democracia. Yo no quiero discutir sobre eso, pero si quiero decir que sé bien cuánta mentira se esconde detrás de todo eso.[12]
“Soy consciente de la insoportable falta de libertad que existe en Cuba y de las graves deficiencias del castrismo. Pero a lo largo de cuatro años recorrí toda América Latina. Pasé mucho tiempo en América Central, en donde supuestamente Estados Unidos exportó su democracia. Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala están hundidos en una miseria sórdida, los derechos humanos se violan a escala mucho mayor que en Cuba, mafias de todo tipo imponen sus leyes, la elite en el poder se adueña de las riquezas de sus países… ¿Por qué no reconocer que, más allá de todo lo que se le puede acusar, Fidel Castro dio a su pueblo un nivel de educación y de atención médica superior al que prevalece en Estados Unidos, para no hablar del resto de América Latina?”.[13]
Ya señalamos que en un país democrático el aspecto político es importante. En cuba existen elecciones frecuentemente y más del 90% de los empadronados acuden a votar, y estos además aprueban y apoyan la gestión de Fidel Castro, lo que se explica –entre otras muchas cosas- en razón de que “En efecto, más de una vez ha pasado (Fidel Castro) a ser líder de la oposición. Ha promovido una revisión crítica de las deficiencias del sistema, con iniciativas que atraviesan el funcionamiento normal del orden institucional, dando pie a rectificaciones y reformas, con determinado ritmo y hasta un cierto punto”[14].
Pero la política, lo social y lo cultural serían deficientes si el gobierno de Castro, durante su gestión, no hubiera considerado una idea económica clara que coadyuvara al desarrollo de su pueblo. Mientras en México y en la mayor parte de las naciones de la urbe se implementó un modelo económico neoliberal, que ha demostrado haber hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres (dice Julio Bolvinik que el 70% de los mexicanos viven en pobreza y de ese porcentaje el 50% en pobreza extrema), en Cuba el modelo económico retoma las experiencias rusas del llamado socialismo y concretiza con base a sus recursos, una economía dinámica, novedosa, eficiente y sobre todo que superara las miles de trabas que ha sufrido, reforzado con el humanismo económico.
Es un espacio inmenso en el que podríamos crear mercados más equitativos, nuestro propio sistema financiero de carácter estable, nuestro engranaje de seguridad colectiva y nuestra filosofía, basada en la prioridad del desarrollo intelectual del hombre frente a la moderna civilización occidental que apuesta a los bienes materiales y mide el éxito con mansiones, yates y restaurantes. Nuestra misión es reorientar al mundo hacia la justicia y el desarrollo intelectual y espiritual.[15]
En el tema de la alimentación hemos señalado que no existe desnutrición en Cuba y que los índices de nutrición son superiores a los registrados en Estados Unidos y en las naciones europeas, y no obstante ello, Fidel Castro reconoce: “Los alimentos nuestros han estado racionados y no será eterno eso, pero fue indispensable. Nosotros hemos vivido una guerra que ha durado 46 años defendiéndonos de los ataques del imperio. Hemos tenido que enfrentarnos a crisis, a periodos muy difíciles, y aún estamos sobre las armas”[16].
Lo hasta aquí dicho, ha clarificado los avances del gobierno cubano y de su pueblo en todos los aspectos sociales, políticos y económicos, resultados todos, que parecieran ser de un país “desarrollado”, con una economía libre de presiones y bloqueos, sin embargo, Cuba desde el triunfo de la revolución de 1959, ha “recibido dosis letales de barbarie; hemos recibido dosis letales de incultura, dosis letales de mentiras, y eso sin embargo, no ha podido destruir las ideas en nuestro país”[17], amen del bloqueo económico que impide que Cuba comercialice sus bienes y productos con el mundo, y que fuera impuesto por Estados Unidos, como una medida de agresión hacia la isla. Y pese a ello, Castro de nueva cuenta da un ejemplo de dialéctica al señalar: “El bloqueo que ellos viven (los Estados Unidos) es otro más terrible, un bloqueo que produce analfabetos, un bloqueo que produce desnutridos, hambrientos, mortalidad infantil, mortalidad materna, reducción de perspectivas de vida, la democracia que les han llevado allí”[18].
Estoy hablando de bombas que traumatizan, porque dicen: “No, no murieron civiles”, ¿y los millones de niños, de mujeres de ancianos y de personas que escucharon el tronar de los bombardeos, los estallidos, de madrugada y a toda hora, acaso no quedarán muchos de ellos traumatizados para toda la vida, o es que el cerebro no importa, o es que el equilibrio mental no importa, es que no están en la Carta de los Derechos Humanos la ecuanimidad de la gente, la cordura de la gente, la salud mental de la gente, quién los sostiene, quién los alimenta? Esos no se cuentan entre las bajas físicas, pero son bajas, hacen casi más daño, porque quedan inútiles, enfermos sin atención medica durante toda la vida.[19]
[1] Estos resultados fueron obtenidos por la Coordinación de Investigación y Estadística del Comité Universitario de Emergencias y Desarrollo Comunitario Asociación Civil (CUEDEC A.C.), en Febrero de éste año. Si al respecto desea mayor información establezca contacto a nuestro correo electrónico vhgr@msn.com).
[2] La definición de democracia propuesta es resultado de un trabajo de investigación, llevada a cabo a partir de una metodología tridimensional basada en una postura doctrinal, jurídica y social. La postura doctrinal, se sustenta en las diferentes definiciones que se han propuesto de democracia, desde la época de los griegos, hasta los contemporáneos, pasando por Rousseau, Kelsen, hasta llegar a Norberto Bobbio entre otros muchos autores. La segunda postura se basó en la definición jurídica contenida en el artículo 3, fracción I, inciso a), de la Carta Magna, definición que fue adminiculada con el resto de los numerales de la Constitución federal, principalmente con los primeros de ellos conocidos como Garantías Individuales. La tercera postura sustentada en la percepción de la población del Distrito Federal, de las 16 Delegaciones Políticas y de dos Universidades públicas: UNAM y UAM, percepción resultante de la sistematización de un instrumento que fue levantado en dichos colectivos académicos y circunscripciones políticas. De las tres percepciones resultó una trilogía de definiciones: doctrinal, jurídica y social, mismas que fueron confrontadas y resultado de ello acaeció la percepción que en este espacio presento. (para mayor información respecto de la metodología y el resultado de la investigación, póngase en contacto a la dirección electrónica vhgr@msn.com
[3] Izquierdo, Marcelo. “Epitafio para un agnóstico”. Revista Proceso. Edición especial número 20. p. 22.
[4] Castro, Ruz Fidel. El diálogo de civilizaciones. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Haba 2007. p. 52.
[5] Ibidem. p. 54.
[6] Palabras de Fidel Castro en su conversación con: Ramonet, Ignacio. Cien Horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Colección Tabloides. Tercera Edición. Editado por Juventud Rebelde. Imprenta Federico Engels. Cuba 2007. Capitulo 10, p. 9.
[7] Castro. p. 33. Op. Cit.
[8] Ibidem. p. 40.
[9] Ibidem. p. 42.
[10] Toussaint, Florence. “La peor programación”. Revista Proceso numero 1626. 30 de diciembre de 2007. p. 67.
[11] Castro. p. 55. Op. Cit.
[12] Ibidem. p. 57.
[13] Mergier, Anne Marie. “URSS: Hermano cruel”. Revista Proceso. Edición especial número 20. p. 49.
[14] Hernández, Rafael. “El patriarca”. Revista Proceso. Edición especial numero 20. p. 36.
[15] Castro. p. 10. Op. Cit.
[16] Castro. p. 54. Op. Cit.
[17] Idibem. p. 40.
[18] Ibidem. p. 75.
[19] Ibidem. p. 51.
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RENUNCIA DE CASTRO
Por: José Luís González García
El día 18 de febrero del año que transcurre, se dio lo que muchos vaticinaban y otros esperaban: Fidel Castro renunció a la Presidencia de Cuba y a sus cargos dentro del Partido Comunista, en un mensaje publicado por el periódico oficial de la isla, Granma.
Una vez emitido el mensaje de Castro, detuvimos la presente edición de CONCIENCIA COMUNITARIA dado que la renuncia de Fidel, robustece muchos de los aspectos que han sido descritos en el cuerpo de este número, y que vale la pena reflexionarlos.
No es poco el interés que ahora despierta la situación de Cuba sin Castro en el poder. Ello también se explica con el contenido de esta edición, sin embargo, y contrario a lo que se pudiera pensar, la propuesta de elaborar una edición en relación a la figura del Comandante Fidel Castro, no nace a consecuencia de la coyuntura de su renuncia, más bien, y como si el destino así lo quisiera, la renuncia de Castro acaece precisamente cuando en CONCIENCIA COMUNITARIA decidimos reflexionar en torno a una de las figuras más importantes de la mitad del siglo pasado e inicios del actual.
Así, y considerando que en el tema de la renuncia de Castro habrá mucho que escribir y mucho que analizar –compromiso que desde hoy asumimos en CONCIENCIA COMUNITARIA- en la presente edición, por términos de tiempo y de espacio, presentaremos integro el mensaje con el que Fidel Castro anuncia a su pueblo y al mundo, su renuncia, posteriormente, analizaremos brevemente el contenido de dicho discurso, con base particularmente, a las temáticas que en esta edición CONCIENCIA COMUNITARIA ha propuesto.
Coordinación General de CONCIENCIA COMUNITARIA
MENSAJE DEL COMANDANTE EN JEFE
Queridos compatriotas:
Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas. La misma adquiere esta vez forma de mensaje.
Ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su Presidente, Vicepresidentes y Secretario.
Desempeñé el honroso cargo de Presidente a lo largo de muchos años. El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95% de los ciudadanos con derecho a votar. La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia. Antes había ejercido el cargo de Primer Ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo.
Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional al cargo de Presidente del Consejo de Estado el 31 de julio de 2006, que dejé en manos del Primer Vicepresidente, Raúl Castro Ruz, era definitiva. El propio Raúl, quien adicionalmente ocupa el cargo de Ministro de las F.A.R. por méritos personales, y los demás compañeros de la dirección del Partido y el Estado, fueron renuentes a considerarme apartado de mis cargos a pesar de mi estado precario de salud.
Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo.
Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo. Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación. Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance. Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla. Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación "no exenta de riesgos".Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer.A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré - repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe.
En breves cartas dirigidas a Randy Alonso, Director del programa Mesa Redonda de la Televisión Nacional, que a solicitud mía fueron divulgadas, se incluían discretamente elementos de este mensaje que hoy escribo, y ni siquiera el destinatario de las misivas conocía mi propósito. Tenía confianza en Randy porque lo conocí bien cuando era estudiante universitario de Periodismo, y me reunía casi todas las semanas con los representantes principales de los estudiantes universitarios, de lo que ya era conocido como el interior del país, en la biblioteca de la amplia casa de Kohly, donde se albergaban. Hoy todo el país es una inmensa Universidad.
Párrafos seleccionados de la carta enviada a Randy el 17 de diciembre de 2007:"Mi más profunda convicción es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano a 12 grados, casi un millón de graduados universitarios y la posibilidad real de estudio para sus ciudadanos sin discriminación alguna, requieren más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez. Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos.
"Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir.
"Pienso como Niemeyer que hay que ser consecuente hasta el final."
Carta del 8 de enero de 2008:
"...Soy decidido partidario del voto unido (un principio que preserva el mérito ignorado). Fue lo que nos permitió evitar las tendencias a copiar lo que venía de los países del antiguo campo socialista, entre ellas el retrato de un candidato único, tan solitario como a la vez tan solidario con Cuba. Respeto mucho aquel primer intento de construir el socialismo, gracias al cual pudimos continuar el camino escogido."
"Tenía muy presente que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz", reiteraba en aquella carta.
Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo.
Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución.
El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.
No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel" . Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche.
Seré cuidadoso.
GraciasFidel Castro Ruz
El Mensaje de Fidel Castro es una síntesis de la teoría y la práctica que envuelve a la figura enigmática e imprescindible para la historia de la humanidad, que éste ha sido.
Castro inicia el mensaje señalando que da cumplimiento a su promesa, es decir, practica lo acordado. Manifestando de esta manera, su respeto al pueblo cubano, su respeto a la palabra empeñada.
Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas. La misma adquiere esta vez forma de mensaje.
La idea de que un gobernante se debe a sus gobernados (idea totalmente democrática y no dictatorial), líneas posteriores en el propio mensaje del Comandante, es recalcado: “Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo. Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación. Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance. Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla. Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación ‘no exenta de riesgos’. Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer”.
Castro continúa realizando un breve recorrido histórico y estadístico que robustece lo que ya señalábamos en relación a la Cuba democrática: “Desempeñé el honroso cargo de Presidente a lo largo de muchos años. El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95% de los ciudadanos con derecho a votar. La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia. Antes había ejercido el cargo de Primer Ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo”.
En el párrafo siguiente, Fidel reconoce su precario estado de salud y anuncia que no fueron pocos los esfuerzos para que éste continuara, aún en el estado actual, al frente del gobierno cubano: “Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional al cargo de Presidente del Consejo de Estado el 31 de julio de 2006, que dejé en manos del Primer Vicepresidente, Raúl Castro Ruz, era definitiva. El propio Raúl, quien adicionalmente ocupa el cargo de Ministro de las F.A.R. por méritos personales, y los demás compañeros de la dirección del Partido y el Estado, fueron renuentes a considerarme apartado de mis cargos a pesar de mi estado precario de salud”.
No es extraño que a continuación Castro Ruz lance un mensaje netamente político e ideológico, que en contenido parece ser que quien más lo siente y asume, es el propio pueblo cubano: “Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo”.
Cual estadista que Castro ha sido, sabe que el anuncio de su renuncia a quien más alegra es a la Casa Blanca y a los grupos que en Miami se han encargado de desacreditar su gestión y su revolución. No en vano, en alguna ocasión Castro sentenció: “Juro que los norteamericanos van a pagar bien caro por lo que están haciendo. Cuando esta guerra termine, una mucho más grande comenzará para mí: la guerra que voy a librar contra ellos. Estoy conciente de que ese es mi verdadero destino”[1]; y en cumplimiento con su destino, Castro renuncia al gobierno cubano, pero continuará con el cumplimiento de su idea antiyanqui.
Asimismo, es en el siguiente párrafo donde textualmente Castro describe en el siguiente tenor su renuncia: “A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré - repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe” (las negritas y el subrayado es nuestro).
Como lo repetimos durante el desarrollo de la presente edición, Fidel Castro sustenta gran número de sus acciones en la educación, en el vínculo de las letras, la ciencia, la escuela, con la práctica revolucionaria, en ese tenor no es extraño escuchar de Castro que “Hoy todo el país es una inmensa Universidad” y que "Mi más profunda convicción –dice Castro- es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano a 12 grados, casi un millón de graduados universitarios y la posibilidad real de estudio para sus ciudadanos sin discriminación alguna, requieren más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez. Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos”.
Para finalizar, Fidel sentencia en relación a su sucesión: “Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución”. Esto da respuesta a quien se pregunte quién o quienes quedarán a partir de ahora al frente de Cuba, pero no sólo eso, es el propio Fidel quien señala cómo será el camino por andar:
El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.
Con estas líneas se cierra una de las etapas más brillantes de la historia de la humanidad: la consecuencia de un hombre como Fidel Castro, quien asegura que “No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel". Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso. Gracias”.
La renuncia de Castro es solamente un ingrediente más de un personaje que se ha cansado de cumplir con su momento histórico. Fidel puede “retirarse” del poder político, pero mientras viva será el Jefe Máximo de la revolución cubana, y con ese carácter el pueblo cubano tendrá a su lado un gigante al que la nación más poderosa del mundo teme. Tendrá en su imaginario un pensamiento que ha dado a cuba índices de vida de los más altos del mundo. Un intelectual que ha sentado la bases para consolidar un mundo diferente, ya es entonces tarea de las nuevas generaciones concretizar los sueños construidos o dejarse llevar por las “presiones” occidentales y con ello, convertir a Cuba en una isla donde los norteamericanos acudan para saquear recursos, explotar a su pueblo y vacacionar a sus turistas.
Parece ser que no existe en Cuba una figura que concretice los esfuerzos y diferencias en la isla. Que paulatinamente Cuba sufrirá la transición hacia la ansiada “democracia” que ha “exigido” casi todo el mundo. Que los oportunitas disidentes de Miami redoblarán esfuerzos y concretizarán las “soñadas” reformas que a la larga, hagan de Cuba un país “más” de la urbe, y se aleje de lo que ahora representa: dignidad, honor, lucha y ejemplo.
Es momento de colocarse nostálgicos, porque pasarán algunos meses para que la pobreza, la marginación, la explotación, la ignorancia, el libre mercado, la enajenación, el mercantilismo, el individualismo, etc., se apoderen del pueblo cubano y que entonces, lo hasta aquí logrado, será registrado únicamente en la historia de los hombres dignos que resistieron al imperio y lograron que su pueblo tuviera una vida digna, ya después de eso, los que hoy se alegran por la renuncia de Castro y que piden su muerte, se exiliarán en otro país y crearán una disidencia para que Cuba sea como lo ha sido con Fidel Castro, ¡será demasiado tarde!, para entonces, Estados Unidos será amo y señor de la isla y ni los hoy disidentes de Miami tendrán un lugar en su gobierno, pues los estadounidenses no permiten que resentidos formen parte de sus planes, aunque también para entonces, el pueblo cubano podrá elegir a su futuro presidente, habrá elecciones, se creará una Institución de Derechos Humanos, se pondrán a la venta vehículos, televisiones, computadoras, y demás productos que dicen “hoy ansían los cubanos”, pero el precio será como en México –y en casi todo el mundo- muy alto: la explotación, la pobreza y el control permanente, hasta que surja de nueva cuanta una figura como la de Fidel Castro que diga ¡basta! Y de nueva cuenta sueñe con una Cuba diferente, con una Cuba que ya existía y que su pueblo no supo defender, y que el mundo se avergonzará de haber destruido.
Como sea, Castro ya no es responsable del futuro, es ahora el pueblo cubano y quien al frente del gobierno se quede. Nos gustaría equivocarnos y presumir en subsiguiente a la Cuba que resistió la renuncia, y en su caso a la muerte de Castro, pero ahora mismo el trabajo que Estados Unidos ha hecho décadas atrás surtirá sus efectos. Sin embargo, pase lo que pase Fidel Castro Ruz cumplió lo que pensaba: "Pienso como Niemeyer que hay que ser consecuente hasta el final".
[1] Del Pino. p. 424.