MEDIO INFORMATIVO DEL COMITÉ UNIVERSITARIO DE EMERGENCIAS Y
DESARROLLO COMUNITARIO A.C.
CONCIENCIA COMUNITARIA
CONCIENCIA COMUNITARIA
"Luchando por la vida"
Año 3 • Número 22
marzo-Abril 2008
Año 3 • Número 22
marzo-Abril 2008
SUMARIO
PEMEX: CAMINO FÉRTIL PARA LÓPEZ OBRADOR
POR: FELIPE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ
PUEBLO VS. REFORMA
ENÉRGETICA
POR: ADRIÁN OLVERA
POR: FELIPE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ
PUEBLO VS. REFORMA
ENÉRGETICA
POR: ADRIÁN OLVERA
¿LAS FARC EN LA UNAM?
POR: VÍCTOR HUGO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ
POR: VÍCTOR HUGO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ
• ¡VOCECITAS… ENORMES!• REFLEJOS • HISTORIAS DE NUESTRA GENTE •
CHIQUERO POLÍTICO = ELECCIONES DEL PRD
POR: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ GARCÍA
POR: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ GARCÍA
DIRECTORIO
Director general: Víctor Hugo González Rodríguez, Director editorial: Felipe González Rodríguez, Asistente editorial: José
Luis González García, Corrección de Estilo: Adrián Olvera González, Diseño y formato: Rocío H. Ramos, Dirección electrónica,
Luisa Lugo Badillo.
Director general: Víctor Hugo González Rodríguez, Director editorial: Felipe González Rodríguez, Asistente editorial: José
Luis González García, Corrección de Estilo: Adrián Olvera González, Diseño y formato: Rocío H. Ramos, Dirección electrónica,
Luisa Lugo Badillo.
**********************************************************************
EDITORIAL
Y SIGUE LA MUERTE DANDO…
El asesinato de Ernestina Ascencio en el estado de Veracruz, la muerte de casi toda una familia en el norte del país y el caso del estado de Michoacán, donde fueron sexualmente abusadas mujeres, han sido los resultados más recientes que ha dejado la intervención del ejercito mexicano en actividades ordenadas por el gobierno federal, al frente de Felipe Calderón, como lo señalamos en la edición de Mayo-Junio de CONCIENCIA COMUNITARIA.
Los resultados fatales de la intervención del ejército mexicano no terminó con lo dicho, en el año 2007 en Las Joyas, acaecieron otros asesinatos en manos de dicho cuerpo federal.
El 26 de marzo de éste año, “una partida militar abrió fuego contra una camioneta Hummer en la que se trasladaban seis personas en Santiago de los Caballeros”.[1]
Por versiones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos “apoyado en un informe entregado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó el martes 8 las versiones de los sobrevivientes de la masacre ocurrida en Santiago de los Caballeros: que no hubo enfrentamiento entre militares y civiles, sino que los uniformados dispararon sus armas de cargo y ocasionaron la muerte de cuatro personas y heridas a una más, además de haber dado muerte a dos de sus compañeros y herido a otros dos. Entre los civiles, sólo una persona resultó ilesa”[2], lo anterior no obstante que “desde el primero momento los militares responsables del crimen sabían que sus victimas no llevaban armas, la Sedena calificó los hechos como ‘un incidente’. La indignación entre los pobladores de la zona creció porque en sus primeros comunicados el Ejército dio a entender que se había tratado de un enfrentamiento con sicarios”.[3]
Los sucesos del ejército mexicano resultan ser “síntoma de la ineptitud no sólo de las fuerzas de ‘seguridad civil’, además es síntoma de la ineptitud de las autoridades que no han sabido atacar las causas de la delincuencia y con ello, ésta no sólo aumenta, sino cada vez es más evidente la incorporación de las propias autoridades en la constitución de organizaciones delictivas y del auspicio a los principales grupos delictivos”.[4]
No es con militares en las calles que cesará la delincuencia. Es con una sociedad educada, con trabajo, salarios justos, acceso a servicios de salud, vivienda, recreación, etc. Es tarea del gobierno en todos los niveles concretizar lo anterior, pero sería ingenuo pensar que lo harán, estos se encuentran preocupados en ver como es qué pueden sacar jugosos beneficios de sus gobernados, entonces, por descarte, el cambio de la situación en México es responsabilidad del pueblo, de la sociedad, de los colectivos y/o de las personas que consideran que el México actual ni es justo ni es equitativo; por ello, en CUEDED A.C. hemos construido la llamada “Metodología del cambio en México”, y hoy, existen muchas acciones que coadyuvan a la construcción de un país donde todos tengan cabida, no importando su ideología, sus creencias, su posición social, su cultura, su preferencia sexual, lo que verdaderamente es relevante, es la intención de participar en la transformación de una sociedad, donde lo importante no es tener sino ser, no es el individuo, sino el colectivo, donde no se quiere acumular riqueza sino concretizar la felicidad y la justicia que Aristóteles postulaba. Si deseas conocer más acerca de la “Metodología del cambio en México”, o desear saber la forma de participar en acciones de transformación social, ponte en contacto con nosotros al correo electrónico vhgr@msn.com
*********************************************************************
política
Por: Víctor Hugo González Rodríguez
¿LAS FARC EN LA UNAM?
Uno de los temas que han resultado en recientes fechas polémicos y por ello recurridos en diversos debates, análisis y comentarios, son las incursiones del ejercito colombiano en territorio de Ecuador, so pretexto de combatir a la guerrilla colombiana, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sin embargo, en México este tema mediáticamente ha sido relevante en divergencia a la visión mundial. En nuestro país la discusión se ha centrado en la participación de mexicanos en las FARC, como resultado, que de acuerdo a los informes de autoridades ecuatorianas, de entre los asesinados el día 1 de marzo en la frontera de Ecuador y Colombia, como parte de las acciones del ejercito colombiano en la llamada “operación Fénix”, se presume había 10 sujetos de nacionalidad mexicana.
A partir de lo anterior, entonces el debate se desarrolla en relación a la interrogante de ¿qué hacían estos mexicanos en Ecuador y dentro de las filas de las FARC?
En posibilidades de responder la interrogante, debemos reconocer que de acuerdo a la propia información del gobierno ecuatoriano y particularmente del personal administrativo y estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), algunos de los acaecidos en el ataque por parte del ejército colombiano, han sido o son estudiantes de la máxima casa de estudios. Dos ejemplos son Juan González del Castillo, alumno de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que fue asesinado, mientras que Lucía Andrea Morett Álvarez, se graduó de dicha Facultad en 2005, misma que resultó herida durante los ataques al campamento de las FARC en Ecuador, quien se recuperó en un hospital de Quito y actualmente se encuentra protegida en Nicaragua. En virtud de lo anterior, la pregunta es la siguiente: ¿qué hacen estudiantes universitarios en la guerrilla colombiana, y sí en la UNAM existen células de las FARC o de otros grupos subversivos?, como el rector Narro Sierra lo niega.
Primero divagaremos en relación a la existencia de grupos subversivos en la UNAM.
No es extraño señalar que en nuestro país, en la historia contemporánea, y a lo largo de los movimientos armados, los sectores estudiantiles (universitarios o no) han sido vanguardia y/o punta de lanza en la creación y práctica guerrillera.
Es sabido que en 1965 el profesor Arturo Gámiz y Pablo Gómez Ramírez llevan a cabo el fallido ataque al cuartel militar en Ciudad Madera, Chihuahua, en las faldas de la sierra madre, movimiento liderado precisamente por docentes.
La guerrilla de los setentas se llevó a cabo también al frente de dos maestro rurales: Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez (líderes en Guerrero de dos grupos armados, el primero del Partido de los Pobres –PDLP- y el segundo, de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria –ACNR). "La guerrilla urbana de los años setenta se nutrió principalmente de estudiantes radicalizados por la represión gubernamental"[5].
Periodo el anterior durante el cual en México acaece el movimiento social de 1968 (por muchos acotado como estudiantil), del que quienes lograron sobrevivir y no optaron por la vía de la cooptación, se lanzaron a las montañas o a la clandestinidad urbana, y formaron agrupaciones armadas como última medida para concretizar sus ideales.
Pero tampoco el movimiento (de 1968) terminó el 2 de octubre como se quiere hacer creer a los consumidores de libros, periódicos, videos, programas, etc. 1968 fue secundado por diversos movimientos sociales e incluso guerrilleros. Los que podemos hoy destacar son los guerrilleros, la vía armada… la mayor parte tuvieron dos caminos: el exterminio (la muerte) o convertirse en grupos armados o la cooptación hasta convertirse en un Partido Político aliado del sistema en contra del que inicialmente luchaban. Los que no aceptaron la cooptación y continuaron con su idea revolucionaria de cambio, que había surgido en los últimos meses del año de 1968, se trasladaron a las montañas y desde ahí hicieron posible la teoría de Marx, Lenin, Trotsky, Mao Tse Tung, el pensamiento práctico del Che y la naciente y distinta vía gestada en Cuba… a partir de ahí surgieron organizaciones y pensamientos que hablan de cambio social a partir de una estrategia metodológica clara, heredada del movimiento estudiantil de 1968: la organización en redes sociales[6].
Para marzo de 1973, es fundada en Guadalajara, Jalisco, la principal guerrilla urbana de los setentas, la denominada Liga Comunista 23 de septiembre, en memoria de los caídos en el Cuartel Madera, movimiento que particularmente se nutría de estudiantes y académicos de diversas instituciones universitarias de diferentes entidades del país, entre ellos, estudiantes de la UNAM.
Los integrantes de dichos grupos no se limitaron a fundar y operar la liga señalada, además, existen registros de que la presencia universitaria también nutrió agrupaciones como: UP, MAR, FUZ, CAP y FALN (cimiento del EZLN).
Durante la huelga en la UNAM de 1988, se documentó la participación de estudiantes y académicos de esa institución educativa en diversos agrupamientos armados, guerrilleros. Sucedido esto a partir de las reformas implementadas por el entonces rector Jorge Carpizo –conocidas como plan Carpizo- que reformaron los Reglamentos de Exámenes, Inscripciones y Pagos aprobados por el Consejo Universitario en su sesión plenaria de los días 11 y 12 de septiembre de 1986. De hecho agrupaciones como el Ejercito Popular Revolucionario (EPR) y el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) robustecieron sus colectivos, a partir de este movimiento de finales de los ochentas.
Por ello, cuando ante la declaración de guerra que lleva a cabo el EZLN en contra del gobierno, en 1994, y al investigarse la identidad del hoy denominado subcomandante Marcos, se aseguró que de ser éste Rafael Sebastián Guillen Vicente, hablamos del joven universitario que estudió en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y quien para titularse presentó la tesis cuyo nombre fue: “Filosofía y educación, práctica discursiva y prácticas ideológicas”. Hablamos también de un Marcos que una vez egresado de la máxima casa de estudios del país, continuó su quehacer académico –ya como docente- en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, asegurándose incluso que integrantes de la comunidad de la UAM, acompañaron a Marcos y en su oportunidad, a César Germán Yáñez Muñoz, a territorio chiapaneco con fines beligerantes.
En pleno “auge” capitalino del EZLN (cuando se llevó a cabo la Convención Nacional Democrática y la creación del Aguascalientes, la marcha del color de la tierra y de los 1111 zapatistas a la Ciudad de México, etc.), dentro de las comunidades zapatistas se pudieron reconocer estudiantes de la UNAM, de la UAM, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de Chapingo, muchos de ellos prestando servicios comunitarios (científicos incluso) y otros tantos, participando activamente en el propio ejercito “rebelde”.
Para 1999, como respuesta al conocido como Plan Barnés, en la UNAM de nueva cuenta se desarrolla una huelga que duró más de nueve meses. Bajo el liderato del Consejo General de Huelga (CGH -en razón del Consejo Nacional de Huelga surgido en 1968), el entonces movimiento estudiantil fue acusado de “ultra”, porque –se decía, entre otras cosas- en su interior se encontraban células de agrupaciones como el EPR, el EZLN, Sendero Luminoso de Perú y desde luego las FARC colombianas. Rumores que nunca fueron desmentidos por la comunidad universitaria, a quienes se dirigían los ataques.
…el hecho de considerar al CGH dentro de una constelación de movimientos sociales emergentes en América Latina (EZLN, MEXE, los Sin Tierra y los <> en Brasil, los indígenas ecuatorianos y las milicias de las FARC en Colombia, etc.), que comparten características comunes (autonomía, horizontalidad, rotatividad, ausencia de lideres carismáticos y existencia de liderazgos colectivos, por lo menos)…[7].
A finales del año 2005 y principios del 2006 dos mil seis, en el estado de Oaxaca se desarrolló uno de los sucesos de mayor sombría en la historia moderna de ésta entidad, en protesta y exigencia de la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, se adminicularon agrupaciones magisteriales (sección 22 del SENTE), estudiantiles y sociales, bajo la organización nombrada Asamblea Permanente de los Pueblos de Oaxaca (APPO), a quienes se acusó de ser parte del EPR, y particularmente dicho colectivo se conformaba por docentes y estudiantes de diversas instituciones del país, principalmente de la Universidad de Oaxaca, la cual incluso fue el “búnker” donde se protegían los de la APPO, y bastión que fue uno de los últimos reductos que estuvieron en manos de este grupo opositor al gobierno de Ulises Ruiz.
En el año 2000, 337 normalistas “en rebeldía” pugnan por la liberación de seis de sus compañeros recluidos en el centro de readaptación social de Pachuca, en razón de haber participado en un enfrentamiento con policías, luego de un bloqueo que los alumnos realizaron en la vía interestatal Actopan-Tula, a la altura de la comunidad de Caxuxi, llamándose entonces a éste como el movimiento de los estudiantes del MEXE.
De dicho movimiento se denotó también la actividad de parte de su comunidad en acciones de protesta y defensa, siendo también ligados a grupos subversivos, particularmente al EPR.
Durante los sucesos por demás conocidos acaecidos en la delegación política de Tlahuac, en el Distrito Federal, durante el 2004, donde habitantes de San Juan Ixtayopan, linchan a policías, se aseguró y con ese “argumento” fueron buscadas y algunas personas detenidas, dada su presunta participación en grupos armados como el EPR y las FARC, sin que tampoco se desmintieran estas versiones.
En mayo el año 2006, la situación prevaleciente en San Salvador Atenco, liderado por el llamado Frente Popular de Defensa de la Tierra (FPDT) que “surge como respuesta y resistencia a la construcción de una aeropuerto en tierras que les pertenecen y de las que no estaban dispuestos a desprenderse, a la luz de dicha defensa se gesta una organización que poco a poco fue tomando rumbo: la lucha popular y la crítica al sistema económico y político del país”[8]. En esta tesitura entonces se dijo, que el movimiento del FPDT se radicalizó en virtud de que los lideres del llamado FPDT se inclinaban por posturas como las del EZLN y el EPR, llegándose a asegurar que dentro de ésta agrupación se encontraban células de estos movimientos armados, siendo incluso que Alejandra del Valle, hija de uno de los principales lideres Enrique del Valle (detenido en lo hechos de los días 3 y 4 de mayo de 2006) era estudiante de la UNAM. “Que Marcos intervino y provocó que el FPDT se defendiera, es decir, que utilizara la violencia…”[9], era uno de los argumentos que para esos días lanzaban las autoridades gubernamentales en todos sus niveles, y que particularmente fue retomado por Televisa y TV Azteca.
La situación historia señalada con anterioridad, refleja sin equivoco, que los sectores estudiantiles (particularmente universitarios) han engrosado las filas de los movimientos armados. Situación que no es extraña, porque es la propia Universidad, en el caso concreto la UNAM, la que si bien es cierto cuenta en su comunidad con personas que simpatizan y realizan acciones con grupos guerrilleros, también lo es que la UNAM ha sido y seguramente seguirá siendo semillero de militantes de todos los partidos políticos (particularmente PRI, PAN y PRD), de diversas corrientes ideológicas (políticas, culturales y religiosas) entre otras muchas identidades que subyacen en la máxima casa de estudios y que al paso del tiempo se convierten en forma de vida de los exalumnos (en la comunidad universitaria también existen personas identificadas con luchas ecológicas, defensoras de los derechos humanos, de los pueblos indígenas, de los niños en situación de calle, de los adultos mayores, de las mujeres, etc., así como conviven personas que forman parte del gobierno federal o locales, que son integrantes de algún cuerpo policiaco, que dirigen alguna empresa privada, entre otras instancias donde ocupan espacios los universitarios).
Con lo hasta aquí dicho se responde una de las interrogantes que inicialmente se plantearon, dado que efectivamente, existen células de las FARC en la UNAM, y no sólo eso, además, existen células del EZLN, del EPR, entre otros muchos grupos armados, lo mismo que hay grupos que simpatizan y forman parte del PRI, del PRD, del PAN, del Yunque, de todas las religiones, etc.
Lo anterior no es más que una consecuencia lógica de la universalidad de criterios, pensamientos y formas de vida que se concretizan en el espacio llamado UNAM.
No es extraño que un joven de Trabajo Social, de Filosofía y Letras, de Ciencias Políticas, de Sociología, entre otras carreras de carácter social –o no-, al encontrar en las aulas las teorías política y la social, sean seducidos y después de conocer, entender y aprehender la teoría, consideren que es momento de la practica -practica necesaria en el desarrollo intelectual de los individuos, sobre todo si son estudiantes- y entonces dejen las aulas –que es el fin primordial de toda universidad- y engrosen las filas que requieren de su conocimiento científico, que para el área social es ni más ni menos, la propia sociedad, los colectivos que en ella se generan, desarrollan u operan, incluidos los grupos armados, que aún fuera de los causes legales, no dejan de ser subsistemas sociales con acciones particulares, objetivos concretos, ideologías, roles, identidad y de más rasgos que caracterizan a todo grupo social.
Existe pues, una justificación teórico-práctica, para entender el por qué la comunidad Universitaria se traslada a los grupos llamados subversivos (dicha justificación no pretende legitimar o rechazar ésta practica, dado que tomar parte de uno u otro extremo resta objetividad a este trabajo y la razón por la cual hoy se reflexiona, más bien se encamina a proporcionar el justo medio, entre las habladurías de los medios de comunicación y el quehacer practico de la Universidad).
En respuesta entonces a ¿qué hacen estudiantes universitarios en la guerrilla colombiana?, con base a lo ya dicho, los mexicanos que se encontraban aquel 1 de marzo en suelo ecuatoriano, estaban ahí porque se integraron a una lucha armada que respondía a su proyecto de vida, que desde luego, y aún fuera del cause legal, dispusieron integrarse a un ejercito para llevar a acabo sus ideas, sus sueños de cambio, sus aprendizajes universitarios, incluso a sabiendas de que arriesgaban la vida. ¿Eso es extraño?, ¿resulta extraño encontrar jóvenes universitarios en una guerrilla? A mi parecer no. No es extraño que un estudiante de la UNAM que leyó a Aristóteles, a Platón, a Kant, a Marx, a Rousseau, a Freire, a Fromm, y que al enfrentarse a su realidad descubren que no existe la justicia ni la felicidad aristotélica, que ya se ha olvidado a Platón y la luz de la caverna, que Kant y su moral son inoperantes, que la lucha de clases de Marx es vigente y no obsoleta, que el pacto social de Rousseau es una mentira y que la realidad es que dicho pacto fue impuesto por una clase dominante, que las sociedades contemporáneas siguen siendo enajenadas, dependientes y con un tremendo miedo a ser libres. Ante ese escenario hay dos caminos: la desilusión y el desencanto por lo aprendido y por el mundo en que se vive y con ello la alienación a la que alude Michael Foucault ó –como lo prefieren muchos jóvenes- la lucha –en todas sus formas- para concretizar los postulados aprendidos en los salones de clases. ¿Esto es malo?
Los legaloides (que muchos también estudian o estudiaron en la UNAM), dirán que si es malo ¡muy malo!, dado que todas las personas deberán actuar dentro de los causes legales, ¡nunca fuera de ellos!, respetando siempre el “estado de derecho”.
Con lo que sin duda no coincido. Primero, los causes legales como lo hemos repetido en diversas oportunidades en este y otros espacios, responden a intereses de la clase dominante, es decir, son unos cuantos los que deciden qué és lo que se puede hacer y qué lo que no es posible realizar. Estas disposiciones se concretizan en las leyes que regulan la conducta en nuestro país (dígase Constitución, Ley Indígena, Código Penal, Código Civil, etc.), por ello, observarlas no responde a la premisa de Rousseau[10] del pacto social al que referíamos antes, donde “todos” los individuos seden un poco de su libertad en vías de la convivencia y así, es resultado el desarrollo de la sociedad donde se estableció dicho pacto (Idea que de Rousseau retoma Beccaria en su celebre libro “Tratado de los delitos y de las penas”[11]).
Segundo. La participación del sector universitario en grupos subversivos, como la existencia misma de los sectores armados, no es causa sino efecto. Efecto que responde a las condiciones desiguales de México. Que acaece ante la miseria que lapida a más de la mitad de los mexicanos, mismos que mueren en pleno siglo XXI a causa de enfermedades curables, que no tendrán la oportunidad, ni ellos ni sus generaciones subsecuentes, de acudir a la Universidad, de tener atención medica, de gozar de una adecuada alimentación, de tener trabajo, vivienda, de viajar, de leer, de soñar. Son mexicanos que viven olvidados, que reproducen la vida de los pueblos originarios prevaleciente durante la conquista, durante la independencia, el porfiriato, la revolución, etc. Son habitantes del mundo cuyo único pecado fue nacer en un país donde unas cuantas familias gozan de la riqueza generada, donde como en la edad media, los servicios de salud, educación, trabajo y vivienda, son condicionados por los poderosos; mismos que en un desayuno gastan lo que un obrero gana por trabajar tres meses; donde un ministros de la Corte se aumenta el salario hasta 300 mil pesos mensuales, cuando el salario mínimo es de 50 pesos diarios, es decir mil pesos mensuales. Este es el México donde se exige a los jóvenes no identificarse con las luchas armadas que buscan defender a quienes menos tienen. Este es el México que genera grupos guerrilleros.
La existencia de descontento social –que muchos se manifiestan en guerrillas- no es responsabilidad de los estudiantes universitarios, es responsabilidad de todos. De las clases dominantes por ambiciosas, miopes y deshumanizadas, y de los oprimidos por ignorantes, sumisos, alineados y cobardes.
A los estudiantes universitarios que egresan de sus instituciones y se incrustan en movimientos como las FARC, se les puede cuestionar por las formas, pero nunca por las causas, ese en todo caso, será un discurso de los que quieren seguir viendo a México sumido en la desigualdad, la marginación y la pobreza. Mientras existan las causas que generan las problemáticas en nuestro país, seguramente muchos estudiantes de la UNAM, y de otras instituciones, se incorporarán a las guerrillas, seducidos por concretizar lo aprendido en el salón de clases. La tarea hoy no es descalificar a la UNAM y su comunidad, la labor deberá ser el construir un México diferente, donde los jóvenes vean cumplimentados los pensamientos políticos y filosóficos, fuera de las aulas que los sedujo dentro de ellas.
Ahora que es un buen momento para satanizar a la UNAM (sobre todo el gobierno de Felipe Calderón, en su lucha por privatizarla), sin embargo, la saliva escupida les caerá en el rostro, ya que la UNAM de los guerrilleros es la misma que forma médicos, abogados, administradores, geólogos, pedagogos, psicólogos, ingenieros, arquitectos, políticos, economistas, veterinarios y demás profesionales que son el tronco de la vida científica, política, social y económica del país.
**************************************************************
política
Uno de los temas que han resultado en recientes fechas polémicos y por ello recurridos en diversos debates, análisis y comentarios, son las incursiones del ejercito colombiano en territorio de Ecuador, so pretexto de combatir a la guerrilla colombiana, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sin embargo, en México este tema mediáticamente ha sido relevante en divergencia a la visión mundial. En nuestro país la discusión se ha centrado en la participación de mexicanos en las FARC, como resultado, que de acuerdo a los informes de autoridades ecuatorianas, de entre los asesinados el día 1 de marzo en la frontera de Ecuador y Colombia, como parte de las acciones del ejercito colombiano en la llamada “operación Fénix”, se presume había 10 sujetos de nacionalidad mexicana.
A partir de lo anterior, entonces el debate se desarrolla en relación a la interrogante de ¿qué hacían estos mexicanos en Ecuador y dentro de las filas de las FARC?
En posibilidades de responder la interrogante, debemos reconocer que de acuerdo a la propia información del gobierno ecuatoriano y particularmente del personal administrativo y estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), algunos de los acaecidos en el ataque por parte del ejército colombiano, han sido o son estudiantes de la máxima casa de estudios. Dos ejemplos son Juan González del Castillo, alumno de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que fue asesinado, mientras que Lucía Andrea Morett Álvarez, se graduó de dicha Facultad en 2005, misma que resultó herida durante los ataques al campamento de las FARC en Ecuador, quien se recuperó en un hospital de Quito y actualmente se encuentra protegida en Nicaragua. En virtud de lo anterior, la pregunta es la siguiente: ¿qué hacen estudiantes universitarios en la guerrilla colombiana, y sí en la UNAM existen células de las FARC o de otros grupos subversivos?, como el rector Narro Sierra lo niega.
Primero divagaremos en relación a la existencia de grupos subversivos en la UNAM.
No es extraño señalar que en nuestro país, en la historia contemporánea, y a lo largo de los movimientos armados, los sectores estudiantiles (universitarios o no) han sido vanguardia y/o punta de lanza en la creación y práctica guerrillera.
Es sabido que en 1965 el profesor Arturo Gámiz y Pablo Gómez Ramírez llevan a cabo el fallido ataque al cuartel militar en Ciudad Madera, Chihuahua, en las faldas de la sierra madre, movimiento liderado precisamente por docentes.
La guerrilla de los setentas se llevó a cabo también al frente de dos maestro rurales: Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez (líderes en Guerrero de dos grupos armados, el primero del Partido de los Pobres –PDLP- y el segundo, de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria –ACNR). "La guerrilla urbana de los años setenta se nutrió principalmente de estudiantes radicalizados por la represión gubernamental"[5].
Periodo el anterior durante el cual en México acaece el movimiento social de 1968 (por muchos acotado como estudiantil), del que quienes lograron sobrevivir y no optaron por la vía de la cooptación, se lanzaron a las montañas o a la clandestinidad urbana, y formaron agrupaciones armadas como última medida para concretizar sus ideales.
Pero tampoco el movimiento (de 1968) terminó el 2 de octubre como se quiere hacer creer a los consumidores de libros, periódicos, videos, programas, etc. 1968 fue secundado por diversos movimientos sociales e incluso guerrilleros. Los que podemos hoy destacar son los guerrilleros, la vía armada… la mayor parte tuvieron dos caminos: el exterminio (la muerte) o convertirse en grupos armados o la cooptación hasta convertirse en un Partido Político aliado del sistema en contra del que inicialmente luchaban. Los que no aceptaron la cooptación y continuaron con su idea revolucionaria de cambio, que había surgido en los últimos meses del año de 1968, se trasladaron a las montañas y desde ahí hicieron posible la teoría de Marx, Lenin, Trotsky, Mao Tse Tung, el pensamiento práctico del Che y la naciente y distinta vía gestada en Cuba… a partir de ahí surgieron organizaciones y pensamientos que hablan de cambio social a partir de una estrategia metodológica clara, heredada del movimiento estudiantil de 1968: la organización en redes sociales[6].
Para marzo de 1973, es fundada en Guadalajara, Jalisco, la principal guerrilla urbana de los setentas, la denominada Liga Comunista 23 de septiembre, en memoria de los caídos en el Cuartel Madera, movimiento que particularmente se nutría de estudiantes y académicos de diversas instituciones universitarias de diferentes entidades del país, entre ellos, estudiantes de la UNAM.
Los integrantes de dichos grupos no se limitaron a fundar y operar la liga señalada, además, existen registros de que la presencia universitaria también nutrió agrupaciones como: UP, MAR, FUZ, CAP y FALN (cimiento del EZLN).
Durante la huelga en la UNAM de 1988, se documentó la participación de estudiantes y académicos de esa institución educativa en diversos agrupamientos armados, guerrilleros. Sucedido esto a partir de las reformas implementadas por el entonces rector Jorge Carpizo –conocidas como plan Carpizo- que reformaron los Reglamentos de Exámenes, Inscripciones y Pagos aprobados por el Consejo Universitario en su sesión plenaria de los días 11 y 12 de septiembre de 1986. De hecho agrupaciones como el Ejercito Popular Revolucionario (EPR) y el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) robustecieron sus colectivos, a partir de este movimiento de finales de los ochentas.
Por ello, cuando ante la declaración de guerra que lleva a cabo el EZLN en contra del gobierno, en 1994, y al investigarse la identidad del hoy denominado subcomandante Marcos, se aseguró que de ser éste Rafael Sebastián Guillen Vicente, hablamos del joven universitario que estudió en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y quien para titularse presentó la tesis cuyo nombre fue: “Filosofía y educación, práctica discursiva y prácticas ideológicas”. Hablamos también de un Marcos que una vez egresado de la máxima casa de estudios del país, continuó su quehacer académico –ya como docente- en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, asegurándose incluso que integrantes de la comunidad de la UAM, acompañaron a Marcos y en su oportunidad, a César Germán Yáñez Muñoz, a territorio chiapaneco con fines beligerantes.
En pleno “auge” capitalino del EZLN (cuando se llevó a cabo la Convención Nacional Democrática y la creación del Aguascalientes, la marcha del color de la tierra y de los 1111 zapatistas a la Ciudad de México, etc.), dentro de las comunidades zapatistas se pudieron reconocer estudiantes de la UNAM, de la UAM, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de Chapingo, muchos de ellos prestando servicios comunitarios (científicos incluso) y otros tantos, participando activamente en el propio ejercito “rebelde”.
Para 1999, como respuesta al conocido como Plan Barnés, en la UNAM de nueva cuenta se desarrolla una huelga que duró más de nueve meses. Bajo el liderato del Consejo General de Huelga (CGH -en razón del Consejo Nacional de Huelga surgido en 1968), el entonces movimiento estudiantil fue acusado de “ultra”, porque –se decía, entre otras cosas- en su interior se encontraban células de agrupaciones como el EPR, el EZLN, Sendero Luminoso de Perú y desde luego las FARC colombianas. Rumores que nunca fueron desmentidos por la comunidad universitaria, a quienes se dirigían los ataques.
…el hecho de considerar al CGH dentro de una constelación de movimientos sociales emergentes en América Latina (EZLN, MEXE, los Sin Tierra y los <
A finales del año 2005 y principios del 2006 dos mil seis, en el estado de Oaxaca se desarrolló uno de los sucesos de mayor sombría en la historia moderna de ésta entidad, en protesta y exigencia de la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, se adminicularon agrupaciones magisteriales (sección 22 del SENTE), estudiantiles y sociales, bajo la organización nombrada Asamblea Permanente de los Pueblos de Oaxaca (APPO), a quienes se acusó de ser parte del EPR, y particularmente dicho colectivo se conformaba por docentes y estudiantes de diversas instituciones del país, principalmente de la Universidad de Oaxaca, la cual incluso fue el “búnker” donde se protegían los de la APPO, y bastión que fue uno de los últimos reductos que estuvieron en manos de este grupo opositor al gobierno de Ulises Ruiz.
En el año 2000, 337 normalistas “en rebeldía” pugnan por la liberación de seis de sus compañeros recluidos en el centro de readaptación social de Pachuca, en razón de haber participado en un enfrentamiento con policías, luego de un bloqueo que los alumnos realizaron en la vía interestatal Actopan-Tula, a la altura de la comunidad de Caxuxi, llamándose entonces a éste como el movimiento de los estudiantes del MEXE.
De dicho movimiento se denotó también la actividad de parte de su comunidad en acciones de protesta y defensa, siendo también ligados a grupos subversivos, particularmente al EPR.
Durante los sucesos por demás conocidos acaecidos en la delegación política de Tlahuac, en el Distrito Federal, durante el 2004, donde habitantes de San Juan Ixtayopan, linchan a policías, se aseguró y con ese “argumento” fueron buscadas y algunas personas detenidas, dada su presunta participación en grupos armados como el EPR y las FARC, sin que tampoco se desmintieran estas versiones.
En mayo el año 2006, la situación prevaleciente en San Salvador Atenco, liderado por el llamado Frente Popular de Defensa de la Tierra (FPDT) que “surge como respuesta y resistencia a la construcción de una aeropuerto en tierras que les pertenecen y de las que no estaban dispuestos a desprenderse, a la luz de dicha defensa se gesta una organización que poco a poco fue tomando rumbo: la lucha popular y la crítica al sistema económico y político del país”[8]. En esta tesitura entonces se dijo, que el movimiento del FPDT se radicalizó en virtud de que los lideres del llamado FPDT se inclinaban por posturas como las del EZLN y el EPR, llegándose a asegurar que dentro de ésta agrupación se encontraban células de estos movimientos armados, siendo incluso que Alejandra del Valle, hija de uno de los principales lideres Enrique del Valle (detenido en lo hechos de los días 3 y 4 de mayo de 2006) era estudiante de la UNAM. “Que Marcos intervino y provocó que el FPDT se defendiera, es decir, que utilizara la violencia…”[9], era uno de los argumentos que para esos días lanzaban las autoridades gubernamentales en todos sus niveles, y que particularmente fue retomado por Televisa y TV Azteca.
La situación historia señalada con anterioridad, refleja sin equivoco, que los sectores estudiantiles (particularmente universitarios) han engrosado las filas de los movimientos armados. Situación que no es extraña, porque es la propia Universidad, en el caso concreto la UNAM, la que si bien es cierto cuenta en su comunidad con personas que simpatizan y realizan acciones con grupos guerrilleros, también lo es que la UNAM ha sido y seguramente seguirá siendo semillero de militantes de todos los partidos políticos (particularmente PRI, PAN y PRD), de diversas corrientes ideológicas (políticas, culturales y religiosas) entre otras muchas identidades que subyacen en la máxima casa de estudios y que al paso del tiempo se convierten en forma de vida de los exalumnos (en la comunidad universitaria también existen personas identificadas con luchas ecológicas, defensoras de los derechos humanos, de los pueblos indígenas, de los niños en situación de calle, de los adultos mayores, de las mujeres, etc., así como conviven personas que forman parte del gobierno federal o locales, que son integrantes de algún cuerpo policiaco, que dirigen alguna empresa privada, entre otras instancias donde ocupan espacios los universitarios).
Con lo hasta aquí dicho se responde una de las interrogantes que inicialmente se plantearon, dado que efectivamente, existen células de las FARC en la UNAM, y no sólo eso, además, existen células del EZLN, del EPR, entre otros muchos grupos armados, lo mismo que hay grupos que simpatizan y forman parte del PRI, del PRD, del PAN, del Yunque, de todas las religiones, etc.
Lo anterior no es más que una consecuencia lógica de la universalidad de criterios, pensamientos y formas de vida que se concretizan en el espacio llamado UNAM.
No es extraño que un joven de Trabajo Social, de Filosofía y Letras, de Ciencias Políticas, de Sociología, entre otras carreras de carácter social –o no-, al encontrar en las aulas las teorías política y la social, sean seducidos y después de conocer, entender y aprehender la teoría, consideren que es momento de la practica -practica necesaria en el desarrollo intelectual de los individuos, sobre todo si son estudiantes- y entonces dejen las aulas –que es el fin primordial de toda universidad- y engrosen las filas que requieren de su conocimiento científico, que para el área social es ni más ni menos, la propia sociedad, los colectivos que en ella se generan, desarrollan u operan, incluidos los grupos armados, que aún fuera de los causes legales, no dejan de ser subsistemas sociales con acciones particulares, objetivos concretos, ideologías, roles, identidad y de más rasgos que caracterizan a todo grupo social.
Existe pues, una justificación teórico-práctica, para entender el por qué la comunidad Universitaria se traslada a los grupos llamados subversivos (dicha justificación no pretende legitimar o rechazar ésta practica, dado que tomar parte de uno u otro extremo resta objetividad a este trabajo y la razón por la cual hoy se reflexiona, más bien se encamina a proporcionar el justo medio, entre las habladurías de los medios de comunicación y el quehacer practico de la Universidad).
En respuesta entonces a ¿qué hacen estudiantes universitarios en la guerrilla colombiana?, con base a lo ya dicho, los mexicanos que se encontraban aquel 1 de marzo en suelo ecuatoriano, estaban ahí porque se integraron a una lucha armada que respondía a su proyecto de vida, que desde luego, y aún fuera del cause legal, dispusieron integrarse a un ejercito para llevar a acabo sus ideas, sus sueños de cambio, sus aprendizajes universitarios, incluso a sabiendas de que arriesgaban la vida. ¿Eso es extraño?, ¿resulta extraño encontrar jóvenes universitarios en una guerrilla? A mi parecer no. No es extraño que un estudiante de la UNAM que leyó a Aristóteles, a Platón, a Kant, a Marx, a Rousseau, a Freire, a Fromm, y que al enfrentarse a su realidad descubren que no existe la justicia ni la felicidad aristotélica, que ya se ha olvidado a Platón y la luz de la caverna, que Kant y su moral son inoperantes, que la lucha de clases de Marx es vigente y no obsoleta, que el pacto social de Rousseau es una mentira y que la realidad es que dicho pacto fue impuesto por una clase dominante, que las sociedades contemporáneas siguen siendo enajenadas, dependientes y con un tremendo miedo a ser libres. Ante ese escenario hay dos caminos: la desilusión y el desencanto por lo aprendido y por el mundo en que se vive y con ello la alienación a la que alude Michael Foucault ó –como lo prefieren muchos jóvenes- la lucha –en todas sus formas- para concretizar los postulados aprendidos en los salones de clases. ¿Esto es malo?
Los legaloides (que muchos también estudian o estudiaron en la UNAM), dirán que si es malo ¡muy malo!, dado que todas las personas deberán actuar dentro de los causes legales, ¡nunca fuera de ellos!, respetando siempre el “estado de derecho”.
Con lo que sin duda no coincido. Primero, los causes legales como lo hemos repetido en diversas oportunidades en este y otros espacios, responden a intereses de la clase dominante, es decir, son unos cuantos los que deciden qué és lo que se puede hacer y qué lo que no es posible realizar. Estas disposiciones se concretizan en las leyes que regulan la conducta en nuestro país (dígase Constitución, Ley Indígena, Código Penal, Código Civil, etc.), por ello, observarlas no responde a la premisa de Rousseau[10] del pacto social al que referíamos antes, donde “todos” los individuos seden un poco de su libertad en vías de la convivencia y así, es resultado el desarrollo de la sociedad donde se estableció dicho pacto (Idea que de Rousseau retoma Beccaria en su celebre libro “Tratado de los delitos y de las penas”[11]).
Segundo. La participación del sector universitario en grupos subversivos, como la existencia misma de los sectores armados, no es causa sino efecto. Efecto que responde a las condiciones desiguales de México. Que acaece ante la miseria que lapida a más de la mitad de los mexicanos, mismos que mueren en pleno siglo XXI a causa de enfermedades curables, que no tendrán la oportunidad, ni ellos ni sus generaciones subsecuentes, de acudir a la Universidad, de tener atención medica, de gozar de una adecuada alimentación, de tener trabajo, vivienda, de viajar, de leer, de soñar. Son mexicanos que viven olvidados, que reproducen la vida de los pueblos originarios prevaleciente durante la conquista, durante la independencia, el porfiriato, la revolución, etc. Son habitantes del mundo cuyo único pecado fue nacer en un país donde unas cuantas familias gozan de la riqueza generada, donde como en la edad media, los servicios de salud, educación, trabajo y vivienda, son condicionados por los poderosos; mismos que en un desayuno gastan lo que un obrero gana por trabajar tres meses; donde un ministros de la Corte se aumenta el salario hasta 300 mil pesos mensuales, cuando el salario mínimo es de 50 pesos diarios, es decir mil pesos mensuales. Este es el México donde se exige a los jóvenes no identificarse con las luchas armadas que buscan defender a quienes menos tienen. Este es el México que genera grupos guerrilleros.
La existencia de descontento social –que muchos se manifiestan en guerrillas- no es responsabilidad de los estudiantes universitarios, es responsabilidad de todos. De las clases dominantes por ambiciosas, miopes y deshumanizadas, y de los oprimidos por ignorantes, sumisos, alineados y cobardes.
A los estudiantes universitarios que egresan de sus instituciones y se incrustan en movimientos como las FARC, se les puede cuestionar por las formas, pero nunca por las causas, ese en todo caso, será un discurso de los que quieren seguir viendo a México sumido en la desigualdad, la marginación y la pobreza. Mientras existan las causas que generan las problemáticas en nuestro país, seguramente muchos estudiantes de la UNAM, y de otras instituciones, se incorporarán a las guerrillas, seducidos por concretizar lo aprendido en el salón de clases. La tarea hoy no es descalificar a la UNAM y su comunidad, la labor deberá ser el construir un México diferente, donde los jóvenes vean cumplimentados los pensamientos políticos y filosóficos, fuera de las aulas que los sedujo dentro de ellas.
Ahora que es un buen momento para satanizar a la UNAM (sobre todo el gobierno de Felipe Calderón, en su lucha por privatizarla), sin embargo, la saliva escupida les caerá en el rostro, ya que la UNAM de los guerrilleros es la misma que forma médicos, abogados, administradores, geólogos, pedagogos, psicólogos, ingenieros, arquitectos, políticos, economistas, veterinarios y demás profesionales que son el tronco de la vida científica, política, social y económica del país.
**************************************************************
política
PUEBLO vs REFORMA ENERGÉTICA
Por.Adrián Olvera
El pasado martes 8 de abril del año en curso, el presidente Felipe Calderón envió al senado un paquete de iniciativas que comprenden una nueva Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos –la cual sustituirá por completo a la vigente- reformas a la Ley Reglamentaria del artículo 27 Constitucional en el ramo del petróleo, la Ley de la Comisión Reguladora de Energía y reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; siendo que en cuanto el presidente de la república anunció lo anterior, diversas voces se manifestaron.
Los integrantes (a todos lo niveles) del Partido Acción Nacional (PAN), se vanagloriaron por la propuesta calderonista y manifestaron abiertamente su beneplácito por el paquete de iniciativas. El principal argumento de este grupo es que Petróleos Mexicanos (PEMEX) necesita “urgentemente” inyección de recursos para la exploración en aguas profundas, y ante la falta de tecnología, experiencia y recursos económicos de dicha instancia, se debe recurrir a inversionistas del sector privado que en PEMEX encuentren un negocio que beneficie al país, con el descubrimiento y extracción de nuevos yacimientos petroleros. Así, quienes inviertan en la exploración serán particulares y con ello, las perdidas serán para los mismos y no para el estado mexicano. Siendo que omiten aclarar –quienes esta idea defienden- que los beneficios, en el descubrimiento de nuevos yacimientos, también serán para los particulares.
A este sector no le preocupa que en determinado momento PEMEX se encuentre en manos de inversionistas extranjeros, pues en vías del libre mercado esta posibilidad no es relevante, dado que lo importante es hacer funcionar a la industria petrolera, máxime que los actuales yacimientos petroleros están por extinguir sus reservas.
Por otro lado, los priístas –así como algunos perredistas- a diversos niveles, han manifestado una posición conciliadora: están de acuerdo con las reformas del gobierno de Felipe Calderón, pero aseguran que se opondrán a la privatización de PEMEX, dado que ésta es de los mexicanos.
El principal opositor a las reformas propuestas por el gobierno federal es sin duda el llamado Frente Amplio Progresista, conformado por el Partido de la Revolución Democrática, Partido del Trabajo y Convergencia, liderado por Andrés Manuel López Obrador. Para este grupo la propuesta de Calderón disfraza una flagrante privatización de PEMEX y la continuidad de las políticas neoliberales que hacen más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
Finalmente, existe un grupo de intelectuales y políticos que apoya y cuestiona la propuesta del gobierno de Calderón.
Cuauhtemoc Cárdenas “Calificó la iniciativa de Felipe Calderón de ‘entreguista’ y llena de ‘subterfugios’ que atropellan la Constitución. Pero realmente se enfocó en la parte de refinación. De aprobarse la iniciativa dijo, se pondría en manos de intereses privados la refinación, el transporte por ductos, el almacenamiento y la distribución de hidrocarburos, y eso ‘sería una flagrante violación a la Constitución, y peor: hacerlo como plantea la iniciativa, a través de contratos de maquila o de permisos, sería remachar la violación, pues no por llamar una maquila a una concesión o permiso, dejaría de producirse un serio atropello a la norma constitucional”.[12]
Victor Rodríguez-Padilla, catedrático de la UNAM, asegura que “Las iniciativas de reforma energética presentadas por el gobierno el martes 8 pretenden dar certeza jurídica, posibilidad de inversión con menor riesgo”.[13]
“ ‘Es una vuelta al porfiriato’, advierte el historiador Lorenzo Meyer quien afirma el proyecto privatizador de Calderón, materializado en las iniciativas de reforma petrolera, forma parte de una ‘sistemática ofensiva contra los valores del cardenismo’, entre ellos el ejido y el combate a la desigualdad.
“ ‘Lo que ahora vemos no es más que la conclusión de una larga marcha que comenzó con el surgimiento del Partido Acción Nacional (PAN), en 1939, y ahora está queriéndole arrancar al cardenismo la joya de la corona’, expone el investigador, al dar dimensión histórica a la decisión de Calderón”.[14]
Rolando Cordera señala que “Con cierta frivolidad o estupidez no se le da mayor importancia, pero esto es un negocio redondo. Los recursos que se van a obtener ahora abriendo la puerta al capital externo es a costa del futuro”.[15]
La descripción general realizada en líneas anteriores, se ha presentado en virtud de comprender no el alcance o contenido de la propuesta del gobierno federal, ya que ello se ha hecho con demasía en diversos espacios escritos y electrónicos, lo que se pretende con las manifestaciones de los sectores políticos e intelectuales del país, en relación al tema de PEMEX y el petróleo, es un asunto de mayor profundidad y relevancia: el hecho de que todas y cada una de las propuestas del gobierno –de cualquier partido políticos, de cualquier nivel y bajo cualquier circunstancia- resultan ser cuestionadas, desacreditas y nulamente creíbles, aún incluso antes de siquiera conocerlas o debatirlas.
En relación al sentir “popular”, a lo que los ciudadanos en general consideran de la reforma federal, la percepción transita por donde la mayor parte de las propuestas gubernamentales lo hacen: la desconfianza y el enojo; es decir, todo lo que huele a reforma del gobierno, generalizadamente se entiende como inconfiable y como propuesta para acrecentar las de por sí enormes arcas de los funcionarios, lo que arroja un descontento masivo.
Desconfianza generada a razón de más de dos siglos de sometimiento por parte de las clases políticas en el poder, que han construido –como lo propone Michel Foucault- una estructura jurídica, social y económica acorde con sus intereses, dejando evidentemente desprotegidos a la mayor parte de los mexicanos, que deben observar el famoso “estado de derecho” que fue pensado, elaborado y prácticamente operado en beneficio de unos cuantos.
Primero bajo transiciones de independencia y revolucionarias, acaecieron circunstancias que se justificaron precisamente con el resultado de dichas transiciones, posteriormente con la consolidación de un partido único (PRI), más de setenta años se consolidó la llamada “dictadura perfecta”, donde todo lo controlaba el PRI y la fuerza de un poder ejecutivo poderoso determinaba los lineamientos del país. A finales del priísmo, los tecnócratas revertieron la visión del PRI y ahora, el renovado liberalismo, arrojó una clase que dejó de ser exclusivamente política y se convirtió en económica. Los tecnócratas promovieron reformas legales para consolidar su nueva forma de gobernar, todas ellas en contra de los intereses de la mayor parte de los mexicanos.
El triunfo de Vicente Fox, en el año 2000, no cambió en nada las cosas, por el contrario, se robusteció y con mayor descaro, la clase política (ahora también ya económica) promovió cambios que hoy por hoy han consolidado un México para ricos, donde los pobres (que son la mayoría) sostienen a un grupo parasitario, semejante a la elite en la edad media, donde el pueblo trabaja, consume y sostiene todos y cada uno de los órganos gubernamentales y económicos del país.
Es claro que en este escenario, el pueblo no puede confiar en su clase política. No puede confiar en un Felipe Calderón heredero de lo ya descrito. En el caso de PEMEX, no es la propuesta gubernamental la que se niega de plano por parte del pueblo, lo que se rechaza es que ésta surge de un gobierno en el que no se confía, de una clase política y económica que no está preocupada por el bienestar conjunto de los mexicanos (y esto incansablemente lo ha demostrado), que lo que busca con las reformas energéticas (y con el resto de las reformas) es continuar estableciendo los cimientos de una nación para ricos y poderosos. Un petróleo que dé mayores recursos para que la clase política engrose sus arcas personales y poder así, garantizar, no el futuro del país, más bien, garantizar el futuro de sus familias, y si en ese transitar hacen falta otras reformas, sin duda las propondrán al Congreso y las aprobarán sin consultar, acercarse o verificar en el pueblo su legitimidad, eficacia y eficiencia.
Precisamente por lo hasta aquí escrito, es que el enojo del pueblo mexicano tiene sustento. Sin embargo, también ahora, como muchas otras veces lo hemos señalado, la responsabilidad de la clase dominante resulta ser mínima en comparación con la responsabilidad del propio pueblo, quien aún sin confianza en la clase política y económica del país, y con el enojo que ello produce, continúa ignorante, polarizado y consumiendo lo que se le vende sin crear una conciencia y organización que consolide una transformación social, donde ahora sí, quienes decidan no sean lo opresores, sino los oprimidos que conforman la mayoría de habitantes mexicanos. Que esa clase parasita que lo es el político, se erradique, y dejen de cobrar cínicamente salarios exorbitantes en un país donde la mayor parte de la población percibe un salario mínimo que los primeros imponen.
El rechazo en el tema de PEMEX, no es entonces una discusión política, económica o social, como nos lo quieren hacer creer los partidos políticos y las instancias gubernamentales, es un asunto histórico que no será superado instantáneamente, deberá ser una transformación sistemática, que desde luego no se dará de arriba hacia abajo, al contrario, deberá el oprimido ser quien revolucione al México actual. Advertimos también que ante el “teatro” nacional en el asunto de PEMEX, existen dos posibles caminos: la aprobación de la propuesta calderonista por parte de los congreso federal y estatales, y entonces la entrega de la industria petrolera a los inversionistas nacionales y extranjeros ó, la lucha intestina de sectores del Partido de la Revolución Democrática y del Frente Amplio Progresistas (si posible su división) que provoque que nos e apruebe dicha reforma y entonces, se vanagloriará ese sector de haber detenido la reforma energética y ese será uno de sus “argumentos” que aparecerá durante las elecciones del 2012, ¿y PEMEX?, pues PEMEX seguirá siendo saqueado por el gobierno federal, sin actualizarse tecnológicamente y esperando un mejor momento para que de una vez por todas se convierta en una empresa que deje de ser la caja chica de México y se convierta en eje fundamental de su desarrollo. Del pueblo ni hablamos, en este proceso no será tomado en cuenta, es tarea de él mismo no ser escuchado, sino ser sujeto de la construcción historia de un México nuevo.
**************************************************************
política
PEMEX:
CAMINO FÉRTIL PARA LÓPEZ OBRADOR
Por: Felipe González Rodríguez
El tema de PEMEX ha dado “nuevos bríos” a la lucha coyuntural de López Obrador. Así como en su momento la defensa del petróleo fue llevada a cabo por el entonces poco conocido líder tabasqueño, López Obrador (al exigir el cumplimiento de sus demandas), quien como dirigente tomó instalaciones de PEMEX en su tierra natal, esto durante el gobierno de Roberto Madrazo en dicha entidad; más tarde, y una vez que se erigió como candidato presidencial por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ante los intentos que parcialmente se concretizaron en relación a su desafuero, el estandarte entonces para López Obrador fue impedir ser desaforado; pasados estos hechos, y, ante la celebración de las elecciones del año 2000, el recién estrenado Frente Amplio Progresista (FAP), liderado por López Obrador, acusó al gobierno de Vicente Fox, al Partido Acción Nacional (PAN) y al Instituto Federal Electoral (IFE), de llevar a cabo un “cínico fraude electoral”, motivo por el cual, entonces Obrador anunció la resistencia civil pacifica, que tenía como objetivo concretizar el conteo de cada uno de los votos emitidos en la jornada electoral del 2 de julio (el famoso voto por voto, casilla por casilla). Ante los nulos resultados de dicha resistencia, López Obrador optó por la propuesta y creación del llamado “gobierno legítimo”, una vez que Felipe Calderón protestó como presidente de la república, ante el Congreso de la Unión. Dicho gobierno “legítimo” a la postre resultó una “buena puntada” más que un colectivo verdaderamente operante de un gobierno alternativo.
Cuando el tema del desafuero acaeció, el “argumento” de López Obrador y su grupo (nutrido de expriistas) se concretizó en señalar que sus oponentes (incluyendo al “innombrable”) buscaba a toda costa sacarlo de la carrera rumbo a la presidencia por todos los medios, llegando incluso López Obrador a acusar al PRI, al PAN y al Gobierno Federal de defender una ley hecha para los ricos (lo que después resulta contradictoria, cuando Obrador defiende la ley). El argumento de la supuesta aniquilación de un candidato para las elecciones del 2 de julio fue par López Obrador de suma utilidad, dado que con ello en las encuestas previas a las elecciones, ocurrió un muy importan despunte de dicho candidato (despunte que se redujo hasta desaparecer cuando se negó a debatir con Felipe Calderón y Roberto Madrazo, y como resultado de la campaña sucia y de tercer mundo que llevó a cabo el PAN). Finalmente ante la presión de un sector político de la llamada izquierda mexicana, y con el apoyo de un también pequeño sector de la población, Vicente Fox decide dejar a un lado el asunto del desafuero y López Obrador “gana” la batalla en el primer episodio.
Por la noche del 2 de julio del año 2000, Carlos Ugalde Consejero Presidente del IFE, por televisión y en cadena nacional señaló que no le era posible emitir los resultados del conteo rápido de dicha institución, en virtud de que de acuerdo a sus sistema acaecía un empate técnico entre los candidatos del PAN y del PRD, lo que contradecía las encuestas de salida que el PRD diera a conocer. Las horas subsecuentes al 2 de julio, se empaparon de una incertidumbre que se acrecentaba en razón de que el FAP proponía pruebas que destacaban indicios fundados de un fraude electoral. Entonces López Obrador de nueva cuenta acusó a las instituciones (IFE y las que conforman al gobierno federal) de responder a intereses oscuros en beneficio de los que más tienen y en contra de los más pobres. Argumento que se operó con la creación de la llamada resistencia civil, que de nueva cuenta, lejos de resultar en beneficios para el colectivo que a Obrador seguía, se convirtió en un “motivo” más para que el caudillo tabasqueño no fuera erradicado del escenario político.
La propuesta de un gobierno legítimo fue para López Obrador una idea con la que pretendió permanecer hasta las elecciones del 2012 en el juego político por la lucha para obtener la presidencia de la república, sin embargo, al haber perdido el segundo episodio, el tercero apenas iniciaba.
El asunto de PEMEX, entonces, resulta actualmente ser la concretización del tercer episodio entre López Obrador y su intento por concretizar sus postulados políticos. Es el tema de PEMEX el que actualmente aprovecha Obrador para aparecer en columnas periodísticas, en programas de radio y televisión y con ello regresar al ajedrez nacional.
La creación de “organizaciones” de defensa del petróleo, así como la constitución de grupo de mujeres llamadas “adelitas” son las nuevas creaciones del FAP que lidera López Obrador, a lo anterior lo secundó la toma de la tribuna en la Cámara de Diputados, por parte de integrantes de legisladores del FAP.
Adminiculado lo anterior con el hecho de que dentro de los partidos políticos que integran el FAP, se tiene la consigna de que sus legisladores voten en contra de un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso para la posible aprobación de la reforma propuesta por Felipe Calderón, en relación al petróleo y que se proponga un dialogo nacional, en el que se discuta con el pueblo la viabilidad o no de dicha reforma.
Es entonces ante lo dicho que resultan las siguientes interrogantes ¿en el asunto del desafuero López Obrador se encontraba preocupado por la vida democrática del país? ¿ante el fraude electoral del 2000, López Obrador propuso la resistencia civil pacífica para concretizar su postulado: “Primero los pobres”? y, ¿ante la propuesta energética de Vicente Fox, López Obrador se preocupa por el petróleo y el futuro de México? Las respuestas a las interrogantes anteriores son negativas.
Durante el desafuero, López Obrador no estaba preocupado por éste, su preocupación se encaminaba más bien a la imposibilidad de no poder llegar a la silla presidencial, preocupación que se sustenta ya que como en exceso se ha analizado en este y otros espacios, López Obrador es un caudillo que tiene rasgos narcisistas y mesiánicos, dado que para él la vía de poder cumplir su discurso “primero los pobres”, es la política, es decir, para López Obrador no hay transformación de México sin Presidencia de la República (idea que resulta tan limitada como la forma de actuar de Obrador). Si de lo anterior existe alguna duda bastará recordar que la convocatoria de que la gente se organizara y saliera a las calles fue desecha de plano en cuanto Vicente Fox anunciara su desinterés por desaforar a López Obrador. Si López Obrador en realidad fuera un estadista y comprometido con las clases más desprotegidas del país, no le debería importar que lo desaforaran o no, eso sólo sería un incidente en el trayecto para cambiar a México, lo verdaderamente importante, en estos casos, para un estadista, sería concretizar una organización nacional que fuera capaz de transformar a la nación (pacíficamente o no) independientemente de los resultados de un desafuero o de unas elecciones (Tomás Mojarro a esto lo llama “vanguardia”).
Después del 2 de julio del 2000 la propuesta de una resistencia civil pacífica por parte del FAP liderado por López Obrador, era evidentemente con el objetivo de defender el voto, voto que Obrador no identificaba como un mero instrumento para concretizar el fin de cambio en México, ¡no! los votos y su defensa eran vistos por Obrador como el fin y no como un medio. Cuando al frente del FAP se desarrollan diversas actividades de resistencia civil pacífica se preponderaba se respetara la voluntad de los electores (que no eran todos los mexicanos, ni siquiera la mitad de ellos) y así posibilitar el anhelado triunfo electoral. Ante la inefectividad de dicha resistencia para cumplimentar los fines para los que fue creada, López Obrador de nueva cuenta, exteriorizando su falta de visión revolucionaria dejó sin efecto, sin sentido y sin objeto la organización social que ya había construido, y en cambio, propuso a su “gobierno legítimo”. Gobierno legítimo que denota el caudillismo y la misma idea institucional que según dice cuestionar. No puedes combatir un sistema construyendo otro idéntico. La propuesta de un gobierno legítimo deja en desánimo y sin margen de acción a la gente que a López Obrador seguía. Con la resistencia civil pacífica, López Obrador había logrado concretizar colectivos organizados, autogestivos y combactivos que se sabían promotores de transformación, que habían asumido sus responsabilidad histórica al ser creadores de cambio y no meros espectadores, como después el propio López Obrador los convirtió al regresar al modelo tradicional de yo soy el gobierno y ustedes los gobernados, yo decido y ustedes obedecen, yo digo lo que se hace y ustedes lo hacen. Desaprovechando desafortunadamente la organización social acaecida.
Actualmente ante la reforma energética, López Obrador aparece en la escena pública para intentar no ser olvidado de ella, y bajo el “pretexto” de dicha reforma, convoca de nueva cuenta a la gente que lo sigue para que defienda el petróleo. La defensa del petróleo no le importa a López Obrador, lo que le interesa es aprovechar la coyuntura para atacar al gobierno de Felipe Calderón y continuar sembrando la semilla que de frutos en el 2012, que es la cúspide en el transitar de López Obrador a partir del año 2000. Es por ello que en las últimas semanas veremos que el FAP propondrá diversas acciones bajo el argumento de la defensa del petróleo, siendo que de concretizarse la no aprobación, López Obrador ganará el tercer episodio y dejará de nueva cuenta a un lado la organización social que otra vez ha propuesto sea creada. Lo que a la larga le cobrará la factura al tabasqueño, ante el incisivo desgaste que ha llevado a cabo de su base social.
Hoy es el tema de PEMEX, mañana seguramente habrá otros que López Obrador aproveche para sacar a la gente a las calles y utilizarlas en vías de consolidar sus fines (ser Presidente de la República) y una vez conseguido ello, será gobierno y la gente poco le importará. Estrategia que demuestra la miopía de este personaje, ya que incluso aceptando que la vía para el cambio fuera la política, le sería más útil concretizar eficaz y eficientemente una organización social y nacional con características de cooperación, autogestión y acción, para de una vez por todas, se cumpla el postulado neozapatista de “un gobierno que mande obedeciendo”.
El tema de PEMEX ha dado “nuevos bríos” a la lucha coyuntural de López Obrador. Así como en su momento la defensa del petróleo fue llevada a cabo por el entonces poco conocido líder tabasqueño, López Obrador (al exigir el cumplimiento de sus demandas), quien como dirigente tomó instalaciones de PEMEX en su tierra natal, esto durante el gobierno de Roberto Madrazo en dicha entidad; más tarde, y una vez que se erigió como candidato presidencial por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ante los intentos que parcialmente se concretizaron en relación a su desafuero, el estandarte entonces para López Obrador fue impedir ser desaforado; pasados estos hechos, y, ante la celebración de las elecciones del año 2000, el recién estrenado Frente Amplio Progresista (FAP), liderado por López Obrador, acusó al gobierno de Vicente Fox, al Partido Acción Nacional (PAN) y al Instituto Federal Electoral (IFE), de llevar a cabo un “cínico fraude electoral”, motivo por el cual, entonces Obrador anunció la resistencia civil pacifica, que tenía como objetivo concretizar el conteo de cada uno de los votos emitidos en la jornada electoral del 2 de julio (el famoso voto por voto, casilla por casilla). Ante los nulos resultados de dicha resistencia, López Obrador optó por la propuesta y creación del llamado “gobierno legítimo”, una vez que Felipe Calderón protestó como presidente de la república, ante el Congreso de la Unión. Dicho gobierno “legítimo” a la postre resultó una “buena puntada” más que un colectivo verdaderamente operante de un gobierno alternativo.
Cuando el tema del desafuero acaeció, el “argumento” de López Obrador y su grupo (nutrido de expriistas) se concretizó en señalar que sus oponentes (incluyendo al “innombrable”) buscaba a toda costa sacarlo de la carrera rumbo a la presidencia por todos los medios, llegando incluso López Obrador a acusar al PRI, al PAN y al Gobierno Federal de defender una ley hecha para los ricos (lo que después resulta contradictoria, cuando Obrador defiende la ley). El argumento de la supuesta aniquilación de un candidato para las elecciones del 2 de julio fue par López Obrador de suma utilidad, dado que con ello en las encuestas previas a las elecciones, ocurrió un muy importan despunte de dicho candidato (despunte que se redujo hasta desaparecer cuando se negó a debatir con Felipe Calderón y Roberto Madrazo, y como resultado de la campaña sucia y de tercer mundo que llevó a cabo el PAN). Finalmente ante la presión de un sector político de la llamada izquierda mexicana, y con el apoyo de un también pequeño sector de la población, Vicente Fox decide dejar a un lado el asunto del desafuero y López Obrador “gana” la batalla en el primer episodio.
Por la noche del 2 de julio del año 2000, Carlos Ugalde Consejero Presidente del IFE, por televisión y en cadena nacional señaló que no le era posible emitir los resultados del conteo rápido de dicha institución, en virtud de que de acuerdo a sus sistema acaecía un empate técnico entre los candidatos del PAN y del PRD, lo que contradecía las encuestas de salida que el PRD diera a conocer. Las horas subsecuentes al 2 de julio, se empaparon de una incertidumbre que se acrecentaba en razón de que el FAP proponía pruebas que destacaban indicios fundados de un fraude electoral. Entonces López Obrador de nueva cuenta acusó a las instituciones (IFE y las que conforman al gobierno federal) de responder a intereses oscuros en beneficio de los que más tienen y en contra de los más pobres. Argumento que se operó con la creación de la llamada resistencia civil, que de nueva cuenta, lejos de resultar en beneficios para el colectivo que a Obrador seguía, se convirtió en un “motivo” más para que el caudillo tabasqueño no fuera erradicado del escenario político.
La propuesta de un gobierno legítimo fue para López Obrador una idea con la que pretendió permanecer hasta las elecciones del 2012 en el juego político por la lucha para obtener la presidencia de la república, sin embargo, al haber perdido el segundo episodio, el tercero apenas iniciaba.
El asunto de PEMEX, entonces, resulta actualmente ser la concretización del tercer episodio entre López Obrador y su intento por concretizar sus postulados políticos. Es el tema de PEMEX el que actualmente aprovecha Obrador para aparecer en columnas periodísticas, en programas de radio y televisión y con ello regresar al ajedrez nacional.
La creación de “organizaciones” de defensa del petróleo, así como la constitución de grupo de mujeres llamadas “adelitas” son las nuevas creaciones del FAP que lidera López Obrador, a lo anterior lo secundó la toma de la tribuna en la Cámara de Diputados, por parte de integrantes de legisladores del FAP.
Adminiculado lo anterior con el hecho de que dentro de los partidos políticos que integran el FAP, se tiene la consigna de que sus legisladores voten en contra de un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso para la posible aprobación de la reforma propuesta por Felipe Calderón, en relación al petróleo y que se proponga un dialogo nacional, en el que se discuta con el pueblo la viabilidad o no de dicha reforma.
Es entonces ante lo dicho que resultan las siguientes interrogantes ¿en el asunto del desafuero López Obrador se encontraba preocupado por la vida democrática del país? ¿ante el fraude electoral del 2000, López Obrador propuso la resistencia civil pacífica para concretizar su postulado: “Primero los pobres”? y, ¿ante la propuesta energética de Vicente Fox, López Obrador se preocupa por el petróleo y el futuro de México? Las respuestas a las interrogantes anteriores son negativas.
Durante el desafuero, López Obrador no estaba preocupado por éste, su preocupación se encaminaba más bien a la imposibilidad de no poder llegar a la silla presidencial, preocupación que se sustenta ya que como en exceso se ha analizado en este y otros espacios, López Obrador es un caudillo que tiene rasgos narcisistas y mesiánicos, dado que para él la vía de poder cumplir su discurso “primero los pobres”, es la política, es decir, para López Obrador no hay transformación de México sin Presidencia de la República (idea que resulta tan limitada como la forma de actuar de Obrador). Si de lo anterior existe alguna duda bastará recordar que la convocatoria de que la gente se organizara y saliera a las calles fue desecha de plano en cuanto Vicente Fox anunciara su desinterés por desaforar a López Obrador. Si López Obrador en realidad fuera un estadista y comprometido con las clases más desprotegidas del país, no le debería importar que lo desaforaran o no, eso sólo sería un incidente en el trayecto para cambiar a México, lo verdaderamente importante, en estos casos, para un estadista, sería concretizar una organización nacional que fuera capaz de transformar a la nación (pacíficamente o no) independientemente de los resultados de un desafuero o de unas elecciones (Tomás Mojarro a esto lo llama “vanguardia”).
Después del 2 de julio del 2000 la propuesta de una resistencia civil pacífica por parte del FAP liderado por López Obrador, era evidentemente con el objetivo de defender el voto, voto que Obrador no identificaba como un mero instrumento para concretizar el fin de cambio en México, ¡no! los votos y su defensa eran vistos por Obrador como el fin y no como un medio. Cuando al frente del FAP se desarrollan diversas actividades de resistencia civil pacífica se preponderaba se respetara la voluntad de los electores (que no eran todos los mexicanos, ni siquiera la mitad de ellos) y así posibilitar el anhelado triunfo electoral. Ante la inefectividad de dicha resistencia para cumplimentar los fines para los que fue creada, López Obrador de nueva cuenta, exteriorizando su falta de visión revolucionaria dejó sin efecto, sin sentido y sin objeto la organización social que ya había construido, y en cambio, propuso a su “gobierno legítimo”. Gobierno legítimo que denota el caudillismo y la misma idea institucional que según dice cuestionar. No puedes combatir un sistema construyendo otro idéntico. La propuesta de un gobierno legítimo deja en desánimo y sin margen de acción a la gente que a López Obrador seguía. Con la resistencia civil pacífica, López Obrador había logrado concretizar colectivos organizados, autogestivos y combactivos que se sabían promotores de transformación, que habían asumido sus responsabilidad histórica al ser creadores de cambio y no meros espectadores, como después el propio López Obrador los convirtió al regresar al modelo tradicional de yo soy el gobierno y ustedes los gobernados, yo decido y ustedes obedecen, yo digo lo que se hace y ustedes lo hacen. Desaprovechando desafortunadamente la organización social acaecida.
Actualmente ante la reforma energética, López Obrador aparece en la escena pública para intentar no ser olvidado de ella, y bajo el “pretexto” de dicha reforma, convoca de nueva cuenta a la gente que lo sigue para que defienda el petróleo. La defensa del petróleo no le importa a López Obrador, lo que le interesa es aprovechar la coyuntura para atacar al gobierno de Felipe Calderón y continuar sembrando la semilla que de frutos en el 2012, que es la cúspide en el transitar de López Obrador a partir del año 2000. Es por ello que en las últimas semanas veremos que el FAP propondrá diversas acciones bajo el argumento de la defensa del petróleo, siendo que de concretizarse la no aprobación, López Obrador ganará el tercer episodio y dejará de nueva cuenta a un lado la organización social que otra vez ha propuesto sea creada. Lo que a la larga le cobrará la factura al tabasqueño, ante el incisivo desgaste que ha llevado a cabo de su base social.
Hoy es el tema de PEMEX, mañana seguramente habrá otros que López Obrador aproveche para sacar a la gente a las calles y utilizarlas en vías de consolidar sus fines (ser Presidente de la República) y una vez conseguido ello, será gobierno y la gente poco le importará. Estrategia que demuestra la miopía de este personaje, ya que incluso aceptando que la vía para el cambio fuera la política, le sería más útil concretizar eficaz y eficientemente una organización social y nacional con características de cooperación, autogestión y acción, para de una vez por todas, se cumpla el postulado neozapatista de “un gobierno que mande obedeciendo”.
****************************************************************
política
CHIQUERO POLÍTICO =
ELECCIONES DEL PRD
ELECCIONES DEL PRD
Por: José Luis González García
La afirmación de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) es un cochinero de cerdos políticos, como lo son otras instituciones como el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), no puede desmentirse cuando resultado de la elección de su dirigencia nacional, lo único que se aprecia, es un salpicadero de lodo y no un candidato ganador.
El pasado 16 de marzo, el candidato de la corriente del PRD, Nueva Izquierda, Jesús Ortega y el de Izquierda Unida, Alejandro Encinas, contendieron en un proceso electoral para que dicho partido eligiera a su nueva dirigencia.
Acaecido el proceso, los problemas iniciaron dado que el 16 de marzo, Nueva Izquierda rechazó el conteo rápido de Mitofsky e IMO, que daban el triunfo a Alejandro Encinas. Entonces lejos de que el PRD denotara la civilidad política de la “izquierda” mexicana, cada corriente en el interior de dicho partido defendió a su candidato provocando el día 15 de abril, la renuncia de Arturo Núñez y Edmundo Cancino, miembros de la Comisión Técnica Electoral del PRD.
Las posturas de ambos candidatos son irreconciliables y demuestran sus intereses personales ya que aún cuando “dicen representar a la izquierda en el país no son más que un grupo fraccionado por sus diversos intereses y la repetición de artimañas electorales que ellos mismos tanto criticaban”.[16] Encinas por una parte “insiste en que se detectaron casillas infladas a favor de Ortega en Chiapas y Oaxaca, donde hubo urnas con casi mil votos a pesar de que nunca se instalaron, mientras Ortega afirma que en el DF ‘la mano’ de Rene Bejarano y en Zacatecas la de la gobernadora Amalia García se dejaron sentir en apoyo de su contrincante”[17]. Percepciones que ratifican el cochinero aludido al inicio, dado que ambos candidatos no se equivocan, ya que de los dos bandos ha habido anomalías, incluso es el propio senador Arturo Núñez quien declaró: “Creo que hubo irregularidades de ambos lados. Es más: no lo creo, lo afirmo. Tengo los pelos en la mano”.[18]
Así, como Norberto Vázquez lo afirma: “el resquebrajamiento del partido avanza entre las cada día más claras evidencias de que sus principales tribus coexisten sencillamente porque comparten siglas y mucho dinero en las prerrogativas emanadas del erario”.[19]
cultura
La afirmación de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) es un cochinero de cerdos políticos, como lo son otras instituciones como el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), no puede desmentirse cuando resultado de la elección de su dirigencia nacional, lo único que se aprecia, es un salpicadero de lodo y no un candidato ganador.
El pasado 16 de marzo, el candidato de la corriente del PRD, Nueva Izquierda, Jesús Ortega y el de Izquierda Unida, Alejandro Encinas, contendieron en un proceso electoral para que dicho partido eligiera a su nueva dirigencia.
Acaecido el proceso, los problemas iniciaron dado que el 16 de marzo, Nueva Izquierda rechazó el conteo rápido de Mitofsky e IMO, que daban el triunfo a Alejandro Encinas. Entonces lejos de que el PRD denotara la civilidad política de la “izquierda” mexicana, cada corriente en el interior de dicho partido defendió a su candidato provocando el día 15 de abril, la renuncia de Arturo Núñez y Edmundo Cancino, miembros de la Comisión Técnica Electoral del PRD.
Las posturas de ambos candidatos son irreconciliables y demuestran sus intereses personales ya que aún cuando “dicen representar a la izquierda en el país no son más que un grupo fraccionado por sus diversos intereses y la repetición de artimañas electorales que ellos mismos tanto criticaban”.[16] Encinas por una parte “insiste en que se detectaron casillas infladas a favor de Ortega en Chiapas y Oaxaca, donde hubo urnas con casi mil votos a pesar de que nunca se instalaron, mientras Ortega afirma que en el DF ‘la mano’ de Rene Bejarano y en Zacatecas la de la gobernadora Amalia García se dejaron sentir en apoyo de su contrincante”[17]. Percepciones que ratifican el cochinero aludido al inicio, dado que ambos candidatos no se equivocan, ya que de los dos bandos ha habido anomalías, incluso es el propio senador Arturo Núñez quien declaró: “Creo que hubo irregularidades de ambos lados. Es más: no lo creo, lo afirmo. Tengo los pelos en la mano”.[18]
Así, como Norberto Vázquez lo afirma: “el resquebrajamiento del partido avanza entre las cada día más claras evidencias de que sus principales tribus coexisten sencillamente porque comparten siglas y mucho dinero en las prerrogativas emanadas del erario”.[19]
cultura
********************************************************************
HABLANDO DE LIBROS
Ojos que no leen, corazón que no siente…
HASTA NO VERTE JESÚS MÍO
Por: Liliana Mercado
Cuando uno se acerca a un libro escrito por una mujer y cuyo personaje principal es precisamente de ese género, pareciera ser que entre esas páginas encontraremos escenas de resignación, pasividad, solemnidad, sumisión y un erotismo que se le ha adjudicado a lo argo de la historia al género femenino. Es raro sentarse una tarde lluviosa frente a tu ventana y descubrir en la prosa de un texto, la magia de la vida de una “mujer”; ¡si! de una mujer que sin agregar nada más, llena absolutamente los extremos de la palabra. Esto último es lo que Elena Poniatowska logra en su obra “Hasta no verte Jesús mío”.
Párrafo tras párrafo Poniatowska traslada a los que la vivieron y a los que no lo hicieron, a la vida de finales del siglo XIX y principios del XX. El marco pletórico donde radica los sucesos de “Hasta no verte Jesús mío”, son los años de la revolución mexicana. Y si bien es cierto para nadie ya es actualmente desconocido que las mujeres en la lucha revolucionaria tuvieron un papel imprescindible, también lo es que la equívoca idea de sintetizar mujer con “Adelita” es superada no sólo por la historia, sino también por la novela de Poniatowska.
Jesusa es la mujer que así misma se define como irreverente, “macha”, “cabrona” y “luchona”. Jesusa es también el personaje principal de “Hasta no verte Jesús mío”, pero no una Jesusa común y corriente, es una Jesusa que nunca amó bajo la percepción de amor que nos venden los aparadores de los supermercados o nos lo anuncian los comerciales televisivos. Jesusa amó como sólo las mujeres amamos, por los demás, para los demás, incluso olvidando nuestra propia existencia. Jesusa contrae matrimonio con un combatiente revolucionario por el que no siente ningún lazo afectivo, pero como era la tradición, parece ser que el matrimonio es una calcomanía de la vida de una mujer, y ante tal verdad, es que Jesusa acepta compartir su vida con este hombre. La vida que éste le da es terrible, la golpea física y emocionalmente, la violenta en cualquier oportunidad y su machismo exacerbado resulta en extremos como el de que prohíbe a Jesusa bañarse para así, permanecer nulamente atractiva para el resto de los hombres de su tropa.
Pero como en el dicho conocido “del valiente vive hasta que el cobarde quiere”, Jesusa en una oportunidad adquiere un arma de fuego y decide enfrentar al entonces patán que tenía como esposo, conciente incluso de que por ese “sacrilegio” podía perder la vida. Su esposo, como casi todos los hombres, ante la valentía de Jesusa aflora su cobardía y decide someterse a la voluntad de la liberada.
Después de lo dicho, en una batalla el esposo de Jesusa es asesinado en manos del enemigo, pero es entonces cuando las aventuras de la mujer apenas inician. Viaja por casi todo el país. Trabaja de mesera, pintora, sirvienta, oficinista, vendedora, maquiladora, etc. Pasa la mayor parte del tiempo en la ciudad de México donde aprende a desenvolverse en una zona urbana, sin perder nunca la incorporación a las luchas revolucionarias que no se han extinguido para entonces en el país. Jesusa mantiene los vicios de parásitos, paga la renta de enfermos, duerme en la calle, golpea borrachos, adopta niños, se encariña con un perro, siendo siempre la constante el abandono, la soledad y el desencanto hacia la vida.
Jesusa entonces no es sólo un personaje de novela que Poniatowska imaginó, es más bien un rasgo caracterológico de la mujer mexicana.
Ante lo desalentador o pesimista que pudiera parecer lo aquí dicho, la realidad es que leyendo “Hasta no verte Jesús mío” los pulmones se llenan de aire, el pecho se agranda y la mujer puede andar con la frente en alto; la arrogancia que parece ser de género, no debe ser entendida como esos juicios feministas que buscan enaltecer una figura en contra de los hombres, no, el resultado que arroja la lectura de la obra de Elena, es la posición racional de que los hombres (como género humano) deben ser felices sin importar su sexo o la época en la que se viva. Los sacrificios, los mártires y la resignación no deben caber en ninguna historia personal, lo que debe marchar al frente es la dignidad, el respeto y la lucha por todos los días abrir los ojos, mirar el día, y sonreír porque lo vivido ha sido generoso y lo que falta por recorrer, será como sea soñado.
Nota bibliográfica: Poniatowska, Elena. Hasta no verte Jesús mío. Editorial Era. México, 1970. 315 páginas.
Parafraseando a…
Poniatowska
Yo no creo ya en los padres porque los he visto muy de cerquita. Cuando están celebrando la misa, porque en ese instante cumplen con su misión, pero pasando la misa, para mi ya no son más que hombres materiales, como todos los de la calle con todos sus defectos y hasta más, porque andan hambrientos de mujer.
Dios no les da alas a los alacranes ponzoñosos.
Así es la vida. Se muere uno para que otros se rían.
Yo no creo que la gente sea buena, la mera verdad, no. Sólo Jesucristo y no lo conocí.
Es mala, no sirve, a nadie le importa más que a uno mismo.
Los tristes son malas gentes que no se acuerdan de sus pesares.
Dios no les da alas a los alacranes ponzoñosos.
Así es la vida. Se muere uno para que otros se rían.
Yo no creo que la gente sea buena, la mera verdad, no. Sólo Jesucristo y no lo conocí.
Es mala, no sirve, a nadie le importa más que a uno mismo.
Los tristes son malas gentes que no se acuerdan de sus pesares.
**************************************************************
Reflejos…
AMAR Y ESCRIBIR ES PARECIDO
Por: Octavio Aristeo López
Amar y escribir es parecido.
Juntan cuerpo y espíritu,
imaginación y pasión;
Huyen de la
soledad,
espíritu y
materia;
subsistencia al
abandono
de los demás.
El amor lastima
Es cruel,
es natural, es un
derecho
cuando no se le
conoce rostro.
sólo sentir.
Entonces,
legitima el
amor.
No el sexo ni el
silencio,
que cubre
cuerpo y
espíritu.
Amor adjetivo
es vida literaria,
una esperanza
para soportar el
abandono del amor.
La cultura del amor
hace la diferencia,
el gozo sexual.
Abandono y enfermedad,
olvido y mentira, hace
Injusto el amor,
es la corona de espinas
del corazón.
*****************************************************************
Amar y escribir es parecido.
Juntan cuerpo y espíritu,
imaginación y pasión;
Huyen de la
soledad,
espíritu y
materia;
subsistencia al
abandono
de los demás.
El amor lastima
Es cruel,
es natural, es un
derecho
cuando no se le
conoce rostro.
sólo sentir.
Entonces,
legitima el
amor.
No el sexo ni el
silencio,
que cubre
cuerpo y
espíritu.
Amor adjetivo
es vida literaria,
una esperanza
para soportar el
abandono del amor.
La cultura del amor
hace la diferencia,
el gozo sexual.
Abandono y enfermedad,
olvido y mentira, hace
Injusto el amor,
es la corona de espinas
del corazón.
*****************************************************************
VOCECITAS… ¡ENORMES!
¡Sssssssssssssssssshh! ¡Guarden silencio! Me estoy escondiendo de un ciego que me quiere apalear, de un sacerdote que me quiere dar una tunda, sólo porque al primero osé hacerle un agujero a su taza para tomarme su vino y, al segundo, porque ante el rugir de mi estómago por no comer, le hurté de los que escondía. ¡Pero es que estos no comprenden que un niño sin pan y sin vino no es niño! Lo mismo pasa cuando un niño pierde como yo a su mamá y a su papá, deja de ser niño. La ventaja que tienen ustedes amiguitos, es que si pierden a mami contarán aún con la mano y las palabras de papi, pero no sólo eso, nuestros hermanitos seguirán corriendo por el patio gritando que los alcancemos, haciendo pastelitos de tierra, jugando a la comidita, pateando a la pelota y siempre con la sonrisa en los labios nos gritarán a todo pulmón: ¡ven a jugar!. pero si lo anterior fuera poco, desde el cielo una mirada tranquila cuidará los pasos que demos y vigilará que siempre nuestros días tengan luz y nuestros sueños fantasías.
Por eso, desde mi escondite les voy a leer en voz muy baja lo que mi amigo Eduardo González Carrasco escribió:
La guerra
Por eso, desde mi escondite les voy a leer en voz muy baja lo que mi amigo Eduardo González Carrasco escribió:
La guerra
Por: Eduardo González Carrasco.
En memoria y para una luchadora incansable,
para un ser excepcional, para quien murió por vivir.
para un ser excepcional, para quien murió por vivir.
La guerra del Salvador es como algo que le sucedió a un ser muy querido, que tuvo un tumor cerebral, que hizo su muerte. El tumor se le fue bajando al cuello y lo tapó, por lo cual se alimentaba con un tubo.
Al igual que atacaban al pueblo los soldados en el Salvador, el tumor atacaba el cerebro e iba matando tantas células como guerrilleros mataba el ejército; cuando a casi todos los guerrilleros los mataron, ese ser se murió por el crecimiento del tumor.
Y del ser que yo hablo, es de una amiga muy especial, me quería mucho, me amaba y ella dio su vida por mi hermana y por mi, ella es mi mamá.
P. D. ¡Se me olvidaba decirles mi nombre! Soy el Lazarillo de Tormes y me podrán encontrar en cualquier biblioteca del lugar donde viven y aunque los envidio por poder tomar la mano de papi o de mami, tengo que despedirme porque escucho los pasos del regordete sacerdote y del avaro ciego que viene dando de tumbos con su bastón. Adiós.
Nota: La anterior reflexión intitulada “La guerra”, es reproducida tal y como fue elaborada, por Eduardo de 9 años de edad.
Al igual que atacaban al pueblo los soldados en el Salvador, el tumor atacaba el cerebro e iba matando tantas células como guerrilleros mataba el ejército; cuando a casi todos los guerrilleros los mataron, ese ser se murió por el crecimiento del tumor.
Y del ser que yo hablo, es de una amiga muy especial, me quería mucho, me amaba y ella dio su vida por mi hermana y por mi, ella es mi mamá.
P. D. ¡Se me olvidaba decirles mi nombre! Soy el Lazarillo de Tormes y me podrán encontrar en cualquier biblioteca del lugar donde viven y aunque los envidio por poder tomar la mano de papi o de mami, tengo que despedirme porque escucho los pasos del regordete sacerdote y del avaro ciego que viene dando de tumbos con su bastón. Adiós.
Nota: La anterior reflexión intitulada “La guerra”, es reproducida tal y como fue elaborada, por Eduardo de 9 años de edad.
********************************************************************
historias de nuestra gente
CUENTO DE AMOR
CUENTO DE AMOR
Por: Iván
Escribía una y otra vez la misma línea, y no podía encontrar en la bodega de adjetivos y sustantivos los suficientes para sujetar la métrica, pero más que eso, la idea, el concepto, el desasosiego, la incertidumbre y miseria de estar enamorado.
Porque estaba miserablemente enamorado desde el día que la conoció, desde el momento en que quiso dejar de pensarla, y no era más que repasar noche tras noche lo maravillosa que era, lo mucho que la necesitaba para que su suerte hubiera sido perfecta.
Necesitaba decirle eso, contarle los tantos detalles que ella no agradeció, que también se había percatado de sus evasivas, de que sin amarla siquiera, sufrió, le dio ese pequeño dolorcillo en el corazón que lo acompañó varias semanas, y aunque pensaba en las penurias, que eran muchas, dejo a un lado la miseria del amor, para pensar en cosas bellas, en ilusiones, en momentos pródigos, en promesas sublimes, en lo tanto que le podría dar...
Pero no encontró las palabras, apagó la luz y suspiró, sus pasos lo acompañaron sigilosamente hasta la cama. Mañana sería, tal vez, mañana encontraría los adjetivos y sustantivos que tanto buscó, para redactarle una carta, misma que tiraría ella al recibirla, sin leerla siquiera; por eso los adjetivos y sustantivos se escondieron, en la parte más remota de su memoria, más vale no ser pronunciados, que ser escritos y nunca leídos.
Nota: La prosa anterior, es reproducida tal y como fue elaborada.
Porque estaba miserablemente enamorado desde el día que la conoció, desde el momento en que quiso dejar de pensarla, y no era más que repasar noche tras noche lo maravillosa que era, lo mucho que la necesitaba para que su suerte hubiera sido perfecta.
Necesitaba decirle eso, contarle los tantos detalles que ella no agradeció, que también se había percatado de sus evasivas, de que sin amarla siquiera, sufrió, le dio ese pequeño dolorcillo en el corazón que lo acompañó varias semanas, y aunque pensaba en las penurias, que eran muchas, dejo a un lado la miseria del amor, para pensar en cosas bellas, en ilusiones, en momentos pródigos, en promesas sublimes, en lo tanto que le podría dar...
Pero no encontró las palabras, apagó la luz y suspiró, sus pasos lo acompañaron sigilosamente hasta la cama. Mañana sería, tal vez, mañana encontraría los adjetivos y sustantivos que tanto buscó, para redactarle una carta, misma que tiraría ella al recibirla, sin leerla siquiera; por eso los adjetivos y sustantivos se escondieron, en la parte más remota de su memoria, más vale no ser pronunciados, que ser escritos y nunca leídos.
Nota: La prosa anterior, es reproducida tal y como fue elaborada.
referencias
[1] Carrasco, Araizaga Jorge. “Retenes asesinos”. Proceso. Número 1641. 13 abril 2008. p. 24.
[2] Idem.
[3] Idem.
[4] “Editorial”. CONCIENCIA COMUNITARIA. Año 2, número 17. Mayo-Junio 2007. p. 2.
[5] Ramírez, Cuevas Jesús. “Historia del Exterminio”. La Jornada, suplemento masiosare. Domingo 28 de marzo 2004.p. 8.
[6] González, Rodríguez Felipe. “1968: un año que significa más que el 2 de octubre”. Revista CONCIENCIA COMUNITARIA. Año 1, Número 4, Octubre 2005. México. p. 8.
[7] Sotelo, Valencia Adrián. Neoliberalismo y educación. La huelga en la UNAM a finales de siglo. Ediciones el Caballito. México 2000. p. 95.
[8] González, Rodríguez Victor Hugo. “Atenco y Estado de Derecho”. Revista CONCIENCIA COMUNITARIA. Año 1. Número 10. Mayo 2006. México. p. 5.
[9] Ibidem. p. 9.
[10] Rousseau, Juan Jacobo. El Contrato social. Taurus. Madrid 1966.
[11] Beccaria. Tratado de los delitos y de las penas. Porrúa. México 2006.
[12] Cervantes, Jesusa. “Una propuesta reciclada”. Proceso. Número 1641, 13 abril de 2008. p. 12.
[13] Ibidem. p. 12.
[14] Delgado, Álvaro. “Retroceso histórico”. Proceso. Número 1641, 13 abril de 2008. p. 16.
[15] Idem.
[16] Vázquez, Norberto. Se despedaza la izquierda por el interinato. Agoniza el PRD. Vértigo. Número 370, año VII. 20 de abril de 2008. p. 27.
[17] Idem.
[18] Idem.
[19] Ibidem. p. 26.
[1] Carrasco, Araizaga Jorge. “Retenes asesinos”. Proceso. Número 1641. 13 abril 2008. p. 24.
[2] Idem.
[3] Idem.
[4] “Editorial”. CONCIENCIA COMUNITARIA. Año 2, número 17. Mayo-Junio 2007. p. 2.
[5] Ramírez, Cuevas Jesús. “Historia del Exterminio”. La Jornada, suplemento masiosare. Domingo 28 de marzo 2004.p. 8.
[6] González, Rodríguez Felipe. “1968: un año que significa más que el 2 de octubre”. Revista CONCIENCIA COMUNITARIA. Año 1, Número 4, Octubre 2005. México. p. 8.
[7] Sotelo, Valencia Adrián. Neoliberalismo y educación. La huelga en la UNAM a finales de siglo. Ediciones el Caballito. México 2000. p. 95.
[8] González, Rodríguez Victor Hugo. “Atenco y Estado de Derecho”. Revista CONCIENCIA COMUNITARIA. Año 1. Número 10. Mayo 2006. México. p. 5.
[9] Ibidem. p. 9.
[10] Rousseau, Juan Jacobo. El Contrato social. Taurus. Madrid 1966.
[11] Beccaria. Tratado de los delitos y de las penas. Porrúa. México 2006.
[12] Cervantes, Jesusa. “Una propuesta reciclada”. Proceso. Número 1641, 13 abril de 2008. p. 12.
[13] Ibidem. p. 12.
[14] Delgado, Álvaro. “Retroceso histórico”. Proceso. Número 1641, 13 abril de 2008. p. 16.
[15] Idem.
[16] Vázquez, Norberto. Se despedaza la izquierda por el interinato. Agoniza el PRD. Vértigo. Número 370, año VII. 20 de abril de 2008. p. 27.
[17] Idem.
[18] Idem.
[19] Ibidem. p. 26.