lunes, mayo 21

Voz y Voto

Corren los caballitos… 

Primera Parte 

¡En 1988 Cárdenas, en el 2006 Obrador! Fraudes que han marcado la realidad de un México gobernado por ineptos caciques, que han olvidado los pensamientos del bien común que postuló Rousseau. 

Por si lo anterior fuera insuficiente, desde la escandalosa crisis del 94, pasando por el levantamiento indígena del EZLN y hasta la supuesta “transición” con Vicente Fox, México se ha caracterizado por gobiernos ajenos a la paz y a la justicia: gobiernos corruptos y autoritarios que no se han cansado de explotar a un pueblo ignorante y dependiente de la televisión y el futbol. 


¿Porque no gana la izquierda en México? Primero se debería destacar que en nuestro país la izquierda política es inexistente, el PRD no representa para nada una ideología renovadora, humanista y de estadistas. No obstante ello, a la elite económica y política del país le aterra la posibilidad de que dicho grupo acceda al poder. No por ignorantes, sabedores son que el PRD es parte del sistema que ha aniquilado a la mayoría de los mexicanos, sin embargo, no están dispuestos a correr riesgos, sobre todo con personajes como López Obrador, a quien compararon, injustificadamente, con Hugo Chávez. 

El PRD no gana porque no merece ganar. Porque cuando Cuauhtemoc Cárdenas tuvo su momento histórico, le dijo al pueblo que lo hizo triunfar las elecciones "que debían ir a sus casas"; lo mismos hizo López Obrador en el 2006, utilizó a sus seguidores para exigir el voto por voto, los llevó a las calles para evitar ser desaforado, pero cuando las cosas funcionaron para él, careció de miras para concretizar una organización popular (pacifica), que lograra transformar a México. Por eso no gana la izquierda, porque es parte del estado de derecho que defienden todos los grupos políticos, para no perder sus privilegios. 

No gana porque para no dejar de ser beneficiarios de las "bondades" del poder, defienden una estructura de Estado, que aunque ajena a la mayoría de los mexicanos, resulta conveniente para sus bolsillos, para su futuro y el de sus familias. 

¿Del PRI y del Pan que decir? Nada. Ambos representan un sexenio más de pobreza (para la mayoría) y riqueza extrema (para unos cuantos), marginación, corrupción y demás males que la caja de Pandora parece haber dejado insertos en el imaginario del político mexicano. 

¡Ah! Falto Cuadri, lo siento pero aún faltará. Resulta innecesario abundar respecto de un “palero” de Gordillo (personaje, el último, a quien por cierto, se debe adjudicar gran parte de la ignorancia y saqueo de este país). 

En este contexto, es que ahora nos invita el IFE (otra institución a doc para los intereses de los poderosos) a votar en julio. ¡Claro!, de ello depende la legitimación de seis años más de privilegios para las clases dominantes. Precisamente en estos momentos se gastan millones de pesos en las campañas de nefastos personajes como Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota. En estos momentos hay millones de anuncios en radio, televisión y espectaculares de Peña Nieto "recorriendo" el país y burlándose del pueblo ignorante, y que supuestamente, lo coloca por arriba en las encuestas; desde luego que con la ayuda de Televisa y TV Azteca, quienes ahora, además de ser los creadores de la “conciencia” y “cultura” de los mexicanos, son constructores de gobiernos. 

“No desperdicies tu voto”, “no dejes que otros decidan por ti”, son sólo dos de las frases con que el IFE pretende engañarnos y persuadirnos para ir a las urnas. Estos cínicos creerán que no sabemos que en 1988 y en el 2006 salimos a las calles a demostrarle a la clase política que estábamos artos de ellos y que ahora eran tiempos nuevos, y no obstante ello, el propio IFE, quien ahora invita a votar, consumó, por lo menos, uno de los dos fraudes tan grandes como la vergüenza que debe provocar que el PRI regrese a los pinos. 

No es en las urnas que el país cambiará. Es con el trabajo de mexicanos honestos y comprometidos, que no esperan una curul en el congreso, que no aspiran a sentarse en la silla presidencial o portar una toga en la Corte; es con ellos, quienes día con día se esfuerzan en educar a sus hijos, en ser buenos ciudadanos, quienes honestamente lograrán, algún día, cambiar este país. No son las elecciones, ni la llegada de un mecías (que dicho sea de paso, no existe en México), lo que cambiará las cosas. 

La solución está en cada uno de nosotros, para lograrlo hay pasos tan sencillos como ver menos televisión y leer mas, respetar al otro, expresar el amor, la amistad y la solidaridad humana, ser puntual, no contaminar, cuidar la salud y la de los que nos rodean, enseñar y practicar la honestidad, ser solidario, participar, informarse con pluralidad de opiniones, denunciar y erradicar las injusticias, no dejar nunca de prepararse, dar buen ejemplo, no promover u operar la corrupción, practicar deportes (imprescindiblemente los jóvenes), dejar de comprar e invertir en "ser"

Parece que las anteriores opciones son sencillas y cotidianas, entonces, hay que llevarlas a cabo, y así, dejaremos de depender de políticos e instituciones corruptas, y en cambio, asumiremos nuestra responsabilidad histórica, de construir un mundo para todos, donde el sueño aristotélico de la felicidad sea posible. 

Victor Hugo González Rodríguez
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